Palabras con Salud

Palabras con salud » UROLOGÍA INFANTIL con la Dra. Laura Burgos

UROLOGÍA INFANTIL con la Dra. Laura Burgos

Problemas comunes y diagnóstico temprano

Bienvenidos a Palabras con Salud, un punto de encuentro donde hablamos con los mejores expertos para cuidar nuestro bienestar. Soy Marina Montiel y aquí cada palabra cuenta para mejorar tu salud. En este episodio abordamos la urología infantil. Hablaremos de problemas comunes como el control del suelo pélvico, tratamientos, avances y de cómo un diagnóstico temprano puede marcar la diferencia en la calidad de vida de los más jóvenes. Para tratar este tema contamos con la Doctora Laura Burgos Lucena, cirujana y uróloga pediátrica en el Hospital Infantil Gregorio Marañón y en el centro médico Creciendo. Además, es responsable de la unidad de suelo pélvico pediátrico en Rock Clinic.

La cirugía pediátrica: una especialidad integral

Bueno, para adentrarnos un poco en el sector de la cirugía pediátrica y la urología, ¿qué es concretamente la cirugía pediátrica?

Pues en la cirugía pediátrica nosotros siempre nos definimos como los cirujanos de los niños, o sea en lugar de ser como en adultos, donde están los cirujanos digestivos, están los urólogos, están los cirujanos plásticos… Pues en pediatría ocurre que el cirujano pediátrico es el cirujano de la mayor parte de la patología del niño. Nosotros hacemos desde la cirugía del recién nacido, hacemos la cirugía digestiva, la urológica, la cirugía plástica, los trasplantes… Es una especialidad muy general que engloba casi todas las enfermedades que tienen un tratamiento quirúrgico en niños.

Diferencias entre urología pediátrica y de adultos

¿La urología pediátrica engloba y abarca lo mismo que la urología en adultos o no?

Bueno, realmente sí. Depende de a quién le preguntes. Si le preguntas a los urólogos de adultos, te dirán que la suya es más amplia. Si me preguntas a mí, bueno pues la urología pediátrica es una parte muy importante, muy amplia de la cirugía pediátrica, y nosotros nos encargamos de las enfermedades médico-quirúrgicas. O sea, no son solamente las enfermedades que hay que tratar con cirugía. Hay muchas enfermedades que se arreglan con tratamiento médico, con ejercicios, con rutinas… o sea, muchas enfermedades hay que seguirlas. Y pues, nuestra especialidad tiene de precioso, en mi opinión, que hay pacientes que conocemos antes de nacer y los acompañamos hasta que son adultos. Es una especialidad que sigue toda la vida del niño porque actualmente las patologías urológicas son las que se diagnostican con mayor frecuencia en la ecografía del embarazo. Toda la dilatación de la vía urinaria, todas las malformaciones… todas esas cosas se ven con mucha frecuencia en las ecografías, durante la gestación, y entonces pues esos pacientes, esas madres, tienen un diagnóstico prenatal, para que les vayamos informando pues de qué va lo que tiene su hijo, qué va a pasar cuando el niño nazca, qué seguimientos necesita, tranquilizarlos… Y claro, entonces eso hace que sea muy bonito.

Cómo afrontan los padres un diagnóstico prenatal

Has dicho tranquilizarlos, ¿cómo se toma y cómo afrontan unos padres que su bebé antes de nacer ya tenga un problema?

Pues, hombre, imagínate. El impacto de una noticia así es duro y además les pilla en un momento vulnerable. Un embarazo siempre lo deja a uno en una situación de miedo, de expectativa… por eso es tan importante esta consulta. La verdad que es una consulta que realmente es muy agradecida porque las ves llegar con mucho miedo, muy agobiadas… y bueno, pues con los años uno ya sabe cómo ponerse en su lugar, sabe cómo irles simplificando el camino. Poder adelantarles: “Mira, vamos a estar ahí cuando el niño nazca”, “lo que vamos a hacer es esto”… ir anticipando todos esos pasitos. Que ellos vayan conociendo lo que va a ocurrir pues ayuda mucho a estar tranquilos con lo que les espera. Y luego dependiendo un poco de la patología que se trate, pues ya hay muchas asociaciones que hacen una labor superimportante con malformaciones y con patologías que son muy graves y que duran toda la vida. Entonces, remitirlos a estos sitios donde los van a acompañar, van a conocer a otros padres en la misma situación, a niños que ya llevan una trayectoria muy larga… Pues eso les ayuda mucho.

A esa consulta, ¿se va derivado por algún especialista o también se puede acudir a modo preventivo?

Normalmente vienen derivados después de la ecografía del embarazo. O sea, que no se debe hacer ninguna prevención en condiciones normales. Si no se va viendo nada durante la gestación, no es necesario. Es cuando ellos identifican algo cuando ya nos lo mandan.

El suelo pélvico pediátrico

Eres responsable también de la unidad de suelo pélvico pediátrico. Yo desconocía esto hasta que te conocí a ti. Parece que el suelo pélvico está asociado sobre todo a mujeres embarazadas, o antes de quedarse embarazadas, o en el postparto. ¿En qué consiste el suelo pélvico pediátrico y qué abarca?

Claro, en realidad en mi especialidad hay mucha parte de enfermedades que son derivadas de malformaciones congénitas, todo lo que implique que no se ha formado bien o el sistema digestivo o el sistema genito-urinario, pues esto va a derivar en la necesidad de cirugías, en tratamientos para casi toda la vida… Entonces eso sería un grupo muy amplio de patologías que llevamos en esta unidad. Y por otra parte, están todos los problemas medulares y de sistema nervioso. Todos estos también afectan al vaciamiento intestinal, al vaciamiento vesical… Esos también son un grupo muy amplio de enfermedades que necesitan un tratamiento para todas las funciones del suelo pélvico. Y luego, hay muchísimos trastornos que realmente ocurren en niños sanos, por lo que se llama una disfunción, que en realidad no es más que el mal funcionamiento o los malos hábitos que mantenidos a lo largo de tantos años derivan en trastornos importantes. O sea, muchos problemas de suelo pélvico de los adultos empezaron en la infancia con unos malos hábitos.

El trabajo de hábitos con los niños

¿Y cómo se trabajan esos hábitos con los más pequeños? ¿Es fácil? Porque los adultos no todos lo hacen ni lo llevan a cabo, cuanto menos con los más pequeños.

No, bueno, a partir de los cinco añitos o así fijate ya me atrevo a decirte que es fácil. Porque ya nos dedicamos mucho a eso, ya tienes muchas herramientas, ya sabes cómo conectar con el niño, cómo hacer que se motive. La verdad que te llamaría atención la implicación que llegan a tener, o sea, yo tengo diarios de niños de “Laura, lo he conseguido, hoy he hecho…” y bueno, de verdad dices “wow”. Si de verdad consigues hacerte con el crío y tener una relación bonita, se implican. Yo solo tengo escrito en la historia clínica “tenemos un trato que es…” y vienen y me lo recuerdan. Y es muy bonito de ver. Luego, por debajo de los cuatro añitos o así, bueno se convierte más en un juego. Hay muchos programas que tenemos para que no sean cosas invasivas, no sean cosas que molesten. Hay programas de ordenador con los que vamos viendo un patito, un pececito, que van subiendo en una pantalla, lo identifican con unas pegatinas… Tiene que ser jugando con ellos. Pero es divertido.

La elección de la especialidad

¿Es fácil trabajar con ellos, con niños? ¿Por qué te adentras en urología y cirugía pediátrica?

En la parte de la cirugía, pues eso para mí estaba claro. A mí siempre me ha gustado trabajar con las manos, me gusta la precisión, el trabajo con detalle. O sea yo lo de cirujana lo tenía claro, yo tenía que ser cirujana y ya la parte de pediatría… Pues primero porque la cirugía pediátrica sí que engloba de verdad a todo el niño y eso es bonito. Quitando la cardio, el otorrino, la neuro… pero sí es una especialidad muy general. Y luego, el trato con el niño y el niño como paciente es una experiencia maravillosa. De los niños se aprende mucho. Los niños no quieren estar enfermos, los niños no se fijan. Tú estás explorando a un niño que está malo de verdad y con mucha frecuencia lo único que quiere es que dejes de hablar, para contarte una historia o que te quites para que siga viendo la tele. Es muy agradable como paciente.

Problemas más frecuentes en urología infantil

Qué bonito. ¿Cuáles son los problemas más frecuentes en la urología infantil? Yo tengo aquí apuntado fimosis, hipospadias, hernias, enuresis… Empezamos un poco por la fimosis: ¿Qué es y cuándo debería considerarse importante?

Pues mira la fimosis quiere decir que la piel del pene cubre por completo, no se moviliza, no permite que se exponga. Entonces cuando el niño nace, la mayoría tiene lo que se llama una “fimosis fisiológica”, que quiere decir que eso es normal, que no hay que forzarlo, que eso es así. La mucosa del glande está protegida por la piel y no es ningún problema. Pero, según va creciendo el niño, esa piel sí que debería ir teniendo una laxitud y permitir un movimiento para que eso se pueda limpiar, si no no permite la higiene y no permite que estén cómodos tampoco. Entonces cuando llega en torno a los tres, cuatro añitos, y esa piel sigue pegadita, sigue cerrada y no permite nada de esto, entonces ya sí que se considera que tiene una fimosis que habría que tratar.

¿Hipospadias?

El hipospadias es una anomalía en la formación del pene que antes ocurría con mucha menos frecuencia que ahora y que ha aumentado muchísimo en los últimos años. Se debe a un montón de factores, desde genéticos hasta ambientales, de alimentación… montones de factores. Consiste en que toda la parte ventral del pene, toda la parte de abajo, no se ha formado del todo bien. Hay muchos grados, desde el más severo hasta el más leve en los que el orificio por el que sale el pis en lugar de estar ubicado en la puntita, pues está a lo largo del cuerpo del pene, desde la base hasta la punta. Y va acompañado de otra serie de anomalías en la piel. Son penes que están un poquito curvados, y entonces sí que con muchísima frecuencia necesitan una corrección quirúrgica.

¿Hernias?

Las hernias de los niños, inguinales que son las más frecuentes, no son como las hernias de los adultos porque uno tiene una debilidad de la pared. Ocurren porque en el bebé hay una comunicación entre la cavidad abdominal y la región inguinal que se tiene que cerrar al final del todo, y entonces en muchos niños no se ha cerrado. está permanece abierta, y por ahí pues se cuela una tripita, se cuela un ovario. Esa comunicación sí que hay que cerrarla siempre, cuando se diagnostican.

¿Son graves?

No causan dolor, no son graves, pero si se dejan sí. Puede llegar un momento, no tiene por qué pero sí que ocurre, en el que sale y no vuelve a entrar. Entonces, eso ya sí es una urgencia. Se llaman “hernias encarceladas”, y claro el asa de intestino que está ahí, va teniendo problemas para que le vaya llegando la sangre, para drenar, se pone todo muy inflamado y eso sí es una urgencia que hay que tratar de inmediato.

¿Reflujo vesicoureteral?

Pues el reflujo básicamente consiste en que cuando la vejiga se llena, la orina en lugar de salir solamente hacia fuera, parte del pis asciende por los uréteres, que son los tubitos que llevan y traen la orina desde los riñones hasta la vejiga. Entonces, cuando está subiendo y bajando, esa orina si está limpia no pasa nada, pero si sube orina que está infectada y llega a los riñones, eso ya sí es una pielonefritis y es un problema.

¿Enuresis? Que suena raro, pero lo que comúnmente conocemos como “mojar la cama”.

La enuresis es cuando se escapa el pis por la noche. Eso no es una enfermedad. Ni siquiera tiene por qué ir asociado a ningún retraso de trastornos madurativos. O sea enuresis hay muchos. Pero básicamente consiste en que los cambios que se tienen que producir en el cuerpo para que de noche la producción de orina sea menor que durante el día, no se han producido aún.

Se van a producir, como en la mayoría de las personas, pero todavía no se han producido. Entonces eso hace que no aguanten toda la noche secos.

¿Se informa a los padres de que los más pequeños pueden sufrir este tipo de enfermedades, no la de mojar la cama, o es algo que no se da por hecho? ¿Se da por hecho que pueden sufrir estas patologías, o es algo de lo que se informa a los padres? Te pregunto esto porque recuerdo de muy pequeña escuchar a mis padres gritar desde la habitación de mi hermana, y era porque le había salido una hernia del tamaño de una naranja. Aquello fue traumático para mí, me acerqué corriendo y pensé: «Wow, ¿qué es esto? ¿Qué le va a pasar a mi hermana? ¿Se va a morir?».

La verdad es que no. Mi especialidad es muy desconocida. Esta es la parte bonita que estoy disfrutando con las redes y con este cambio en la medicina que antes no existía. La mayoría de los padres, como es lógico, comienzan a tener hijos sin conocimiento de nada de esto. Existen muchísimas patologías, y a mí me da mucha pena ver a padres en la consulta con niños de 9 o 10 años que vienen consultando por algo, y al explicarles que todos esos años se podía haber tratado, te dicen: «Yo ya me lo imaginaba, yo ya pensaba que había algo raro». La falta de información impide discernir cuándo consultar. Por eso me está gustando todo esto, porque sí se nota que se llega a la gente, que preguntan, que se les alivia. La información es necesaria.

Avances y tratamientos en urología infantil

Sin duda. ¿Qué tratamientos o avances destacarías en los últimos años para todas estas enfermedades de las que hablamos?

En mi especialidad, sobre todo, el abordaje mínimamente invasivo. Cuando empecé, hace no tanto tiempo, en 2003 o 2000, cirugías que antes implicaban abrir la vejiga entera, eran muy largas, con ingresos de una semana, cuatro sondas y UVI durante tres días. Ahora se han simplificado y el abordaje consiste en una sedación, entrar con una cámara finita, por ejemplo, para el reflujo, tratarlo con una inyección, y un par de horas después, el niño está de camino a casa. El abordaje endourológico, que permite tratar las cosas por dentro de la vía urinaria, el abordaje laparoscópico y, más recientemente, la robótica, aunque vaya un poquito más despacio en mi especialidad, han mejorado muchísimo el dolor, la recuperación y la duración de los ingresos. Las cirugías y los ingresos hospitalarios son mucho más cortos, y eso en un niño es muy importante.

Hábitos saludables para prevenir problemas urológicos infantiles

¿Qué hábitos saludables recomendarías a los padres para que los pongan en práctica con los más pequeños y así prevenir problemas urológicos?

Te parecerá una tontería, pero con la vida que llevamos y las presiones que tienen tanto niños como padres, lo más importante que puedo decir es algo tan básico como aprender a hacer pis.

¿Aprender a hacer pis?

Sí, porque cuando los niños empiezan el colegio con 3 años, ya todos vamos con el cartelito de «tiene que ir seco». Luego, con el ritmo de vida que llevamos, todo va acelerado, dejamos de prestar atención a eso muy pronto porque el niño ya está seco, y la vida va rápido, y tenemos muchas cosas de las que encargarnos. Al final, esto deriva en que, si a eso le añadimos que a los niños cualquier cosa les entretiene más que ir al baño, se olvidan. No te haces una idea de lo frecuente que es que, al hablar con un niño sobre cuántas veces hace pis al día o al observarlos, te das cuenta de que lo hacen con muy poca frecuencia, a veces solo tres veces al día. Esto implica que una vejiga y un sistema urinario, que están preparados para almacenar orina y vaciarla de forma periódica cada tres horas aproximadamente, pasan 8 horas aguantando. Y a la larga, nada dura eternamente si no se usa bien.

Si tenemos la vejiga llena de orina pegada al intestino lleno de heces durante todo el día, para empezar, el suelo pélvico está sobrecargado todo el día, y eso comienza desde la infancia. Además, todos sabemos que el intestino tiene sus bacterias y su flora, que está muy cerca de la vejiga, lo cual facilita el paso de microorganismos de un lado a otro. Esto provoca un aumento de las infecciones y, a la larga, acaba en incontinencia, infecciones de orina y problemas de suelo pélvico. El número de familias que llegan a la consulta con problemas derivados de un hábito retentor mantenido durante toda la vida es altísimo.

¿Los padres son conscientes de esto?

Para nada, es muy difícil. Entiendo que no sean conscientes. Les preguntas con qué frecuencia hace pis el niño, y lo primero que me dicen siempre es lo mismo: «El niño está en el colegio», lo cual es lógico. Pero cuando empiezas a preguntarles: «¿Qué pasa cuando sale del cole?», te dicen: «Sale corriendo porque tiene que ir a buscar». Entonces ya se empiezan a poner cara de: «Sí, eso sí pasa». «Por la mañana, cuando se levantan, ¿alguien tiene que recordarles que vayan al baño?» «Ocurre que se levantan, se ponen a jugar, y cuando te das cuenta son las 12 y no han ido». «Sí, eso sí que pasa». Cuando les vas contando situaciones concretas, es cuando empiezan a darse cuenta de que, efectivamente, ese hábito retentor ha acabado en una incontinencia, en infecciones mantenidas y en problemas de estreñimiento, de compresión, etc.

Hábitos alimenticios e hidratación

En cuanto a hábitos alimenticios y de hidratación, ¿cómo podemos prevenir también?

Es un poco lo mismo. Muchos padres que vienen a consulta preguntando: «Es que mi hijo está muy estreñido, tiene muchas infecciones de orina, ¿qué tratamiento le pongo?». Cuando te pones a hablar, la mayoría de los niños comen en el colegio, con lo cual esa parte de la alimentación no la podemos controlar. Y en casa, ¿cuántos niños desayunan un bollito, unas galletas, un chocolate? Es superimportante que habituemos a los niños a que aprendan desde pequeños lo que tú ya has aprendido como adulto. Esa es la ventaja que tienen: ya saben que tienen que tomar su pan integral, que es mejor unas tostadas con aceite, que tomen su avena, sus cereales saludables, su zumo de naranja. Hay que ayudarlos a que tengan una dieta favorable.

Luego, la hidratación. Los niños no se acuerdan de beber agua en todo el día. Por mucho que los mandemos con la botella, pero vuelven con la botella llena del cole. Por la tarde no se acuerdan porque están jugando, todo es más divertido. Entonces, ¿qué pasa? A última hora del día, cuando ya están cansaditos, cuando ya se relajan en casa, cuando ya se van a dormir, es cuando se beben el agua. Y entonces, todos los problemas de por la noche, los escapes de pis, son algo muy habitual en los niños.

Impacto psicológico de los escapes de pis y consejos

Laura, ¿esto causa algún problema psicológico en ellos? ¿Qué nos puedes contar al respecto y qué consejos darías tanto a niños como a padres para ayudar a los más pequeños?

Me alegra ver que en este tema se ha avanzado mucho en los últimos años. Cuando empecé en esto, la mayoría de los niños ya habían pasado por un psicólogo, se había dicho que todo era por problemas emocionales, o se les había sometido a un montón de estudios. Ahora se sabe que la enuresis, en la mayoría de los casos (porque hay muchos tipos), se debe a que los cambios que deben producirse para que se genere menos orina por la noche todavía no han ocurrido.

Cuando le explicas al niño que esto no es culpa suya, que no es una enfermedad, y que además se quitará solo, y que lo que vamos a hacer es aprender trucos para que sea menos fastidioso (porque es un fastidio para él y para sus padres), las caras van cambiando. Se logra quitarle esa importancia. Y es tan habitual que saber que en su clase hay más niños como él, que muchísimos mayores lo han tenido y se les ha quitado, todo eso también les ayuda. Es cierto que conoces casos de todo. Al principio, puede provocarles vergüenza y rechazo, pero poco a poco, si encuentras a alguien que te ayude, te acompañe y hable contigo, creo que lo van superando y se sienten acompañados. Ya no es tan duro.

Compartir las preocupaciones las hace menos preocupaciones, ¿no>? Creo que es importante transmitirlo a los niños y a los padres, porque se vuelve pesado.

Sí, son muchos años y ver a los niños agobiados, sin poder ir a campamentos. Hay que ayudarlos con pequeños trucos que les faciliten la vida y, sobre todo, con el objetivo final de: «Se te va a quitar, se te va a quitar, poquito a poco».

Mitos en urología infantil

Laura, tengo aquí una batería de mitos en urología infantil. Así, cosas rápidas:

Fimosis: ¿Es cierto que es mejor retrasar la cirugía hasta la adolescencia?

No, no es cierto para la fimosis, ni para los hipospadias, ni para la mayoría de los problemas malformativos y mucho menos de la región genital. Todo duele más, preocupa más y se lleva de otra manera cuando son mayores. Además, la fimosis supone una serie de molestias que retrasarla hasta la adolescencia implica muchos años de sufrimiento. No es así; hay que ponerse en manos de un especialista, pero pronto.

Hernias: ¿Una hernia siempre causa dolor en niños o puede pasar desapercibida?

Puede pasar desapercibida, y de hecho, pasa continuamente. A los niños no les duelen las hernias. Cuando una hernia duele en un niño, ya está complicada, ya ha tenido algún problema. Si no, lo normal es que el niño no se dé cuenta.

Enuresis: ¿Los escapes de pis son un signo de problemas emocionales?

No tiene por qué. Hay enuresis secundarias, que son las que comienzan cuando ya uno es mayor o cuando ha pasado mucho tiempo seco, y algunas veces van asociadas a trastornos emocionales, circunstanciales o físicos, pero no tiene por qué ser así. Para nada.

Reflujo vesicoureteral: ¿Beber mucha agua puede empeorar el reflujo?

No, lo que empeora el reflujo es no orinar con frecuencia. Eso sí empeora el reflujo, pero beber mucha agua no empeora nada.

Criptorquidia: ¿Es cierto que si mi hijo no tiene el testículo en el escroto debemos esperar hasta la adolescencia para intentar que baje solo?

No, hasta el añito como mucho. Los testículos que no están en su sitio no tienen las condiciones que necesitan para desarrollarse bien. Cuanto más tiempo los dejamos fuera de su sitio, más posibilidades tenemos de encontrarlos pequeñitos, no desarrollados y con una función alterada. No interesa esperar tanto tiempo. Estos testículos deberíamos verlos desde que se diagnostican al nacer y operarlos en torno al añito.

Problemas urológicos: ¿Sufren más problemas urológicos los niños o las niñas?

Depende mucho del problema. En general, son los niños, los varones, pero hay patologías que son más frecuentes en las niñas y otras que son más frecuentes en los niños.

El futuro de la urología infantil

¿Qué avances esperas, Laura, en el futuro de la urología infantil?

Espero que la investigación permita que las listas de espera de trasplantes queden reducidas a cero. Que la investigación, de nuevo, nos permita mejorar el tratamiento de tantas malformaciones y tantas enfermedades crónicas. Básicamente, que nos demos cuenta y apoyemos la investigación, porque es la única manera de avanzar. Luego, me encantaría que esto que ha comenzado en los últimos años, de divulgar, de llegar, de educar desde el colegio y desde las casas, siga potenciándose. Creo que es la mejor manera de que una población educada e informada tenga las herramientas para evitar problemas y disfrutar de una buena salud.

¿Los padres pueden prevenir malformaciones o enfermedades congénitas que puedan sufrir los más pequeños?

La mayoría de ellas, no se sabe lo suficiente como para prevenirlas.

Mensaje final a padres preocupados

¿Qué mensaje darías a aquellos padres que puedan estar preocupados por la salud urológica de sus más pequeños?

Que estamos aquí para ayudarlos. Dar con un especialista en niños de la patología correspondiente, con un urólogo o un cirujano pediátrico, hará que se sientan de otra manera, que se les adapte el tratamiento, que se sientan acompañados, que se simplifiquen los problemas. La mayoría de las enfermedades en niños, por suerte, tienen una buena evolución y se pueden tratar. Es cierto que tener un hijo enfermo es, creo, lo más duro que hay. Pero también es un camino en el que uno ve la capacidad de lucha de su hijo, de su pareja, de la familia. Se aprende mucho, y son experiencias vitales que también aportan.

La urología infantil en una frase

Si tuvieras que resumir la urología infantil en una frase, ¿cuál sería?

Sería que el niño no es un adulto pequeño. La forma de enfermar, de sufrir, de vivir la enfermedad y de curarse en un niño es muy diferente a la del adulto. Con esto quiero decir que es muy importante estar a la altura de un niño, y además, tienen toda la vida por delante. Por lo tanto, todos los tratamientos y todo lo que les enseñemos debe durarles para siempre; deben disfrutar de su salud muchos años. Eso es lo más bonito de mi especialidad.

Caso de éxito inspirador

¿Tienes algún caso de éxito que recuerdes? Sé que tienes muchísimos, pero ¿alguno que te marcara en tu trayectoria como profesional?

Muchísimos. De los niños y de las familias se aprende una barbaridad. Recuerdo cuando estaba empezando en la consulta, todavía era muy jovencita, y un día, casi al finalizar la consulta, apareció una señora que no conocía. No había casi nadie en el hospital. Se sentó allí a contarme que a su hija, que era adoptada, extranjera, y tenía dos añitos, la operaban el lunes de un problema en la columna. Le habían dicho que no volvería a andar nunca más en su vida. Te ves en una situación en la que no hay palabras. Lo único que puedes hacer es quitarte la bata y sentarte con ella, y decirle: «Vamos a ser positivos, vamos a pensar que va a haber algo más, vamos a pensar que no, vamos a acompañarlo, no hay otra». Para mí fue durísimo.

Pues esta chica fue operada, y siguió andando estupendamente. Ha necesitado muchas cirugías, pero sigue andando, sigue corriendo y sigue saltando. Sin embargo, como consecuencia del problema en la columna y de la cirugía, empezó a tener muchos problemas urológicos y digestivos. Todo esto está muy relacionado. Se convirtió en paciente mía, y si entonces tenía 2 años, ahora tiene 18. Su madre es mi amiga, he ido a su fiesta de 60 cumpleaños. Es una niña que, preservando su infancia, ha sabido encargarse de sus cosas, ha sabido evolucionar, ha sabido entender la enfermedad, y ha sabido superar cada paso, que no son fáciles. Con ella, es un aprendizaje continuo para mí; son lecciones continuas de vida.

La madre de ella diría: «Bendito aquel día» que se sentó a tu lado y te quitaste la bata y decidiste, bueno, ser humana por encima de tu profesión.

Recomendaciones para futuros invitados

Laura, por último, ya estamos terminando, no nos queda prácticamente tiempo. ¿A qué experto, profesional o compañero recomendarías para que nos acompañara en Palabras con Salud?

Me debo mucho a los pediatras y a los ginecólogos, porque llevamos muchos pacientes en común. Tengo un montón de compañeros maravillosos que me encantaría que tuvieran su ratito contigo. En concreto, te nombraría a Miriam de la Puente, que es una ginecóloga que trabaja con nosotros y me encanta; llevamos muchos pacientes, ella ve a las mamás y luego yo me quedo con el bebé. Y por supuesto, a las pediatras, que ya te digo que son muchas y maravillosas. En concreto, Gema Tesorero es mi pediatra de cabecera, y tenemos muchos pacientes en común.

Más de este podcast

Episodio 14