Menopausia, Piel y Salud Femenina
Bienvenidos a «Palabras con Salud», un punto de encuentro donde hablamos con los mejores expertos para cuidar nuestro bienestar. Soy Marina Montiel y aquí cada palabra cuenta para mejorar tu salud. En este episodio hablamos de menopausia, piel y salud femenina, temas que afectan a millones de mujeres y que en muchas ocasiones siguen siendo un tabú. Profundizaremos en cómo afrontar la menopausia precoz, su impacto en la salud mental, los mejores cuidados para la piel en esta etapa y qué hábitos pueden marcar la diferencia. Para profundizar en este tema contamos con una invitada muy especial. Ella es Marta Masi, farmacéutica, divulgadora y cofundadora del Club de la Menopausia, una comunidad que nació tras su propia experiencia con una menopausia precoz a los 42 años.
Muchas gracias por acompañarnos en este espacio. No merecías una presentación que no fuera así. Cuéntame.
Bueno, cuéntanos un poco, Marta, ¿por qué empiezas en el mundo de la farmacia? ¿Por qué decides hacerte farmacéutica? Y luego cómo va avanzando todo, ¿no te imaginabas cuando estabas estudiando farmacia llegar a donde estás actualmente, o sea, siendo una referente como farmacéutica, pero también como divulgadora?
No, no me esperaba todo esto, pero sí que es verdad que yo creo que también lo he conseguido gracias un poco a la pasión. Yo llevo deseando ser farmacéutica, te puedo decir que desde los 10 o 11 años, desde muy pequeñita, y de hecho en el colegio siempre me lo decían: «Marta es la única que lo tiene claro: farmacéutica».
Y así ha sido porque aparte es una profesión que en mi familia, tanto mi tía por parte de madre como mi tía por parte de padre son farmacéuticas, y de manera indirecta, pues siempre lo he vivido. Y bueno, y me parecía una profesión preciosa porque tienes la oportunidad de ayudar todos los días a muchas personas, por lo cual yo creo que esa pasión pues me ha llevado un poco sin querer a un crecimiento de manera orgánica, ¿no? Porque al final cada vez que entra alguien en mi farmacia o cada vez que tal, pues sí, le doy lo mejor de mí, ¿no? Y al final pues gracias a eso yo creo que, cuando algo te apasiona, es más fácil crecer, ¿no?
¿Puedes compaginar y llevar todo hacia delante? Porque bueno, es tu farmacia, es toda la parte de divulgación, es tu marca propia, porque además tienes marca propia. ¿Cómo organizas todo todo eso?
Pues mira, porque tengo ayudas muy buenas. Yo tengo la suerte de estar muy bien rodeada, que es una cosa que siempre digo, pero es que es verdad, tengo un equipo maravilloso, que llevan conmigo mucho tiempo, han vivido mi crecimiento desde los inicios, por lo cual han visto mi esfuerzo y todo. Al final, pues eso, el crecer desde el principio juntos, pues hace que ellos también estén super motivados porque lo toman como suyo, y tengo muy buena compañía en general, y eso me hace crecer de una manera más fácil.
Experiencia con la menopausia precoz
Fuiste diagnosticada con menopausia precoz a los 42 años, Marta. ¿Qué supuso esto para ti a nivel físico, a nivel mental, a nivel sociedad, no? ¿Cómo fue esto?
Pues mira, todo fue después del coronavirus, ¿no?, de la pandemia, que no me salía. Y a raíz de ahí yo es verdad que la pandemia me lo tomé como muy a pecho. Bueno, yo creo que todo mi gremio en general, pero era muy estresante para los farmacéuticos y para los médicos. Y sí que es verdad que era pues «necesitamos mascarilla, necesitamos gel hidroalcohólico», era todo «pulsioxímetro, no sé qué». En fin, que al final yo estaba todas las noches trabajando para dar al día siguiente el mejor servicio, intentando también ayudar con donaciones, con no sé qué. Me lo tomé tan fuerte y tan a pecho que cuando terminó todo, la pandemia, a mí me dio un bajón y a raíz de ahí fue cuando entré en menopausia. O sea, yo creo que fue por un estrés fuerte que viví, tanto eso como que tuve un hater en redes y entonces a mí eso me afectó mucho también. Y bueno, entonces pues fue una mezcla de todo lo que había sufrido en la pandemia más el dolor, ¿no?, de haber sufrido un bullying que yo nunca lo había sufrido, y entonces al final derivó en una menopausia precoz.
¿Qué ocurre? Pues que yo de repente pues empiezo a sentir pues eso, pues mucha sudoración, insomnio, irritabilidad, mucha sintomatología asociada, y es al final lo que más te incomoda, ¿no? Pues el ver que pues que te cansas más de lo normal. Encima yo tengo el handicap de que tengo fibromialgia, entonces claro, se me juntaba la fibromialgia con la menopausia y fue una época muy desagradable tanto a nivel físico como mental. Físico también porque engordé mucho porque al final, el metabolismo basal te cambia, se ralentiza el metabolismo y bueno, empiezas a engordar. Engordas en zonas no deseadas como es la tripa pistolera. Entonces se te une un poquito todo, ¿no?, que tú te ves mal físicamente, y tampoco estás bien psicológicamente, y bueno, pues fue una etapa para mí bastante complicada, la verdad.
Tú en ese momento, Marta, ¿te imaginabas que podría ser una menopausia precoz o no?
Marta Masi: Yo pensaba, «Bueno, pues a lo mejor este no me viene la regla por nervios, no sé». Yo no, o sea, en ningún momento me lo pude imaginar. De hecho, yo pensaba que me vendría, digo, «tiene que volver». Y cuál fue mi sorpresa cuando voy al ginecólogo y mi ginecóloga me dice: «¿Pero Marta, tú te has divorciado?». Digo, «no». «¿Se ha muerto alguien de tu familia? ¿Ha pasado algo?». Digo, «no». Dice, «es que esto que te ha pasado cuando hace nada tenías todo perfecto y ahora ya has entrado en menopausia no es normal». Digo, «¿Y eso?». Dice, «entonces esto suele pasar cuando tú has tenido un estrés postraumático o ha pasado algo gordo para ti para que te quedes sin menstruación». Y eso fue lo que me pasó a mí. Fue el tema de la pandemia y el tema de esa parte psicológica bullying, por decirlo de alguna manera o hater, que yo no no supe gestionar bien.
¿Cuáles son los siguientes pasos que das cuando eres diagnosticada ya de esa menopausia precoz?
Pues mira, lo que empiezas es a cuidarte lo que no te has cuidado antes, para empezar a relajarte. Yo lo primero que quería era estar tranquila, y luego pues cuando lo he ido consiguiendo todo, he empezado a no tener sofocos, porque para mí los sofocos fueron limitantes. Es que hay un problema que es cuando tienes una menopausia temprana o una menopausia precoz, la sintomatología es mayor. Por un lado está la menopausia precoz que es antes de los 40, y luego está la menopausia temprana que es la mía, que es antes de los 45. Menopausia temprana es cuando tienes una menopausia entre 40 y 45, que es lo mío.
Bueno, pues cuanto antes tienes la menopausia, la sintomatología es más fuerte. Por lo cual mis sofocos eran brutales, mi insomnio, sobre todo más que insomnio era porque yo me metía en la cama y me dormía pero tenía despertares cada hora. Entonces pues claro, tú imagínate si un niño pequeño no duerme, al día siguiente ¿qué le pasa? Es que no puede con su alma y llora. Yo no lloraba al día siguiente, pero sí estaba destrozada porque al final tú dices, «tengo un cansancio por la menopausia, también por mi fibromialgia y encima por no dormir». Pues entonces era todo una bomba de relojería, ¿no?
Pero bueno, entonces lo que hice fue cuidarme e ir luchando cada mes con una patología diferente. Pues venga, «vamos a ver qué es lo que más me agobia, el insomnio. Pues venga, voy a empezar a luchar por esto. Ahora que me agobian las contracturas, los dolores. Pues venga, voy a ir luchando por esto». Entonces, poquito a poco empecé a gestionarme, hasta el día de hoy que, gracias a Dios, pues ya estoy fenomenal y con muchísima ilusión y con muchísima energía para ayudar a otras personas a las que le haya pasado lo mismo que a mí, que de ahí es el Club de la Menopausia.
Eso te iba a decir. De ahí el Club de la Menopausia.
Claro, sobre todo porque si tú te preparas para la menopausia, pues luego la llevas mucho mejor, que fue lo que yo no pude hacer. Como yo jamás me pude imaginar que fuera a tener menopausia con 42, pues claro, no me preparé a ello. Entonces, la prevención, 6 años, porque la menopausia, la edad media son 51 años. Pues si 6 años antes, desde los 43, 44, empiezas a cuidarte tomando omega 3, Espino amarillo, magnesio, un montón de cosas, pues luego la menopausia no tiene nada que ver.
Preocupaciones y cuidados en la menopausia
¿Cuáles son las cosas que más les preocupa a esas mujeres que llegan a ese club del que eres cofundadora?
Marta Masi: Pues mira, depende de cada persona, ¿vale?, porque no hay dos menopáusicas iguales. Entonces, como no hay dos menopáusicas iguales, de hecho, por eso es tan difícil tratarlas. Tú vas al ginecólogo y a lo mejor tú cuando te toque tienes mogollón de sofocos, pero la otra está super irritable, la otra tiene los huesos mal, la otra tiene dolor de cuerpo, etc. Entonces, como no hay dos iguales, el tratarlo es más complicado. Por eso es el Club y decir, «Bueno, vamos a hablarlo y cada una va contando la sintomatología que más le preocupa», ¿no? Y entonces, pues sintomatologías que preocupan, por ejemplo, un sofoco. Pero sofoco limitante de decir, «Ostras, es que me entra y por ejemplo me pasaba que a mí me entraba el y yo no podía escuchar a la persona que tenía enfrente porque yo decía, ‘se tiene que estar dando cuenta'». Claro, y aparte es que en ese momento tú dices, «es que yo no…» Te paraliza. Tú dices, «es que estoy sudando, roja como un tomate, un calor que es muy difícil de contar porque es como un calor interno que da igual que te quites la camisa, lo sigues teniendo». Y digo, «entonces yo en este momento soy incapaz de concentrarme en esta conversación», ¿no? Digo, «yo lo que estoy pensando es si se me está notando, si no, si sí». Y de hecho, como yo en la farmacia trato con muchísima más gente, con comerciales y tal, pues el caso que claro que yo lo decía, digo, «mira, perdona, es que soy incapaz de escucharte ahora mismo, me acaba de dar un sofoco». Y entonces, como lo decía tanto, llegó un momento en que lo normalicé. Entonces un día lo dije en redes: «Pues chicas, es que tengo un sofoco, es que no sé qué». Y entonces eso empezó a ser viral. Pero yo lo hice desde el mayor desconocimiento de que eso podría haber sido un éxito. Yo lo hice en plan, «Pues igual que comparto la crema que me pongo, pues voy a compartir que yo hoy tengo esto», ¿vale? Y entonces, empezó la gente a preguntarme.
Otra de las cosas que le preocupa mucho a la mujer en menopausia es la libido. Y eso se habla menos, ¿no? Tú dices, «Ostras, es que me baja…»
Como ese tabú, ¿no?
Claro. Pero la libido es un tema que hay que tratar también, que es muy importante porque al final la testosterona baja y a ti no te apetece hacerlo, punto número uno, no te apetece hacerlo por una parte que efectivamente, que es ciencia, que baja la testosterona, pero también por tu cansancio.
Y luego también otra cosa que también nos pasa, que a mí me ha pasado, que cuando tú te ves peor físicamente a ti te cuesta más también hacerlo porque te sientes menos atractiva, ¿sabes? Entonces, tú dices, «Ostras, es que a mí ahora con esta tripa…”, ahora yo ya porque estoy bien. Que bueno, se está bien de todas las maneras, con tripa y sin tripa. Pero me refiero cuando tú tienes un cambio físico, sientes que no te reconoces. Tú dices, «es que a mí no me apetece ahora desnudarme o a mí no me apetece hacerlo».
Claro, y el problema, Marta, creo que viene también en cuanto a que insomnio, sofocos o libido, son cosas que no se pueden tratar de forma general. No a todas las mujeres les afecta por igual ni además les viene bien el mismo tratamiento o las mismas cosas, ¿no?
Claro. Por ejemplo, yo en un principio empecé con terapia hormonal sustitutiva y yo la tuve que dejar, porque yo tenía unas migrañas que te mueres. Y es más, yo tenía migrañas y como que me costaba respirar. A mí hay gente con terapia hormonal sustitutiva que es su salvación. Entonces, de ahí empezaron todo el tema de mis complementos que empecé a investigar en plan, «Bueno, vamos a ver, porque yo me tomo mucho flavonas de soja por un lado, me tomo el magnesio por otro lado, me tomo la vitamina D por otro lado, me tomo…».
Y bueno, y el colágeno que también es fundamental porque en menopausia a nivel físico a la mujer ya no le preocupan las arrugas, lo que más le preocupa es la flacidez. Tú dices, «madre mía, es que se me está cayendo la cara». Entonces, bueno, también tienes que tomar complementos alimenticios que te ayuden a ralentizar el envejecimiento.
¿Por qué cambia la piel en esa etapa de la mujer?
Pues mira, porque se ralentiza la renovación celular y porque aparte tú sintetizas menos colágeno y menos elastina. Si sintetizas menos colágeno y menos elastina, ¿qué ocurre? Pues que se te cae.
¿Y qué cuidados hay que hacer, Marta, ante esto? O sea, ¿cuáles son los consejos que tú has podido experimentar y que darías a esas mujeres que les preocupa esta parte también?
Pues mira, como se ralentiza la renovación celular, yo soy muy partidaria en menopausia de utilizar exfoliantes. También tienes más tendencia a manchas, por lo cual es muy importante tomar antioxidantes vía oral y luego también despigmentantes y por supuesto colágeno por lo que te digo, porque se sintetiza menos colágeno y menos elastina, por lo cual para evitar esa caída es muy importante tomar colágeno, pero tomar colágeno mucho tiempo, mucho.
¿Existe algún error en la rutina de las mujeres que están en esta etapa?
Bueno, yo creo que el error, que no es solo de mujeres menopáusicas, es en general, es que todavía no somos conscientes 100% de la importancia de un solar y hay que utilizar solar todos los días del año, ya estemos en verano o en invierno, ¿vale>?, porque al final el solar es la crema de día antiedad más potente que tenemos. Es el mejor antiaging. De hecho, hay muchísimos solares hoy en día que son super completos, que están formulados con ácido hialurónico, que están incluso que llevan vitamina E, que llevan un montón de activos que te van a ayudar. Y entonces yo creo que el error es eso, que muchísimas veces durante el invierno no somos conscientes y no nos ponemos un solar en condiciones.
Marta, ¿cómo puede una persona, una mujer, escoger entre tanta variedad como hay en el mercado de productos de todo tipo? Por ejemplo, hablabas del colágeno, ¿no>? ¿Cómo se sabe cómo identificar el producto que es bueno para esa persona y que si el producto tiene todas esas características que realmente necesita? Pues esa piel, ese organismo. Porque personalmente a mí me parece super difícil, a la hora de de comprar cualquier producto o introducir cualquier producto en una rutina skincare, por ejemplo.
A ver, es difícil, pero sí que es verdad que al final para eso estamos nosotros. Yo siempre digo en redes: “voy a decir un montón de cosas. El magnesio es para esto, el colágeno es para esto, el Omega 7 es para esto». Yo estoy dando información en redes, pero siempre digo, «antes de comprar, vamos a hacer un asesoramiento». Entonces, es muy importante ir a un profesional. Al igual que yo no sé, como de muchísimas cosas, yo no me sé descontracturar y voy a un fisio, pues a la hora de de de comprar complementos yo iría a una farmacia o a un centro especializado y sobre todo con asesoramiento,, porque efectivamente, como te he dicho con anterioridad, no hay dos menopáusicas iguales. A lo mejor hay una menopáusica que le tengo que dar isoflavonas de soja porque tiene unos sofocos que se muere y otra a lo mejor no tiene sofocos pero le tengo que dar un adaptógeno porque tiene el cortisol por la nube por las nubes. Entonces, yo creo que adecuar el tratamiento en función de cada persona y el asesoramiento fundamental.
Marta, además de estos cuidados de la piel de los que estamos hablando, ¿qué otros consejos o hábitos saludables recomendarías a esas mujeres que nos están escuchando y de los que habláis en vuestro Club?
Pues mira, es muy importante respetar las horas de sueño. El dormir es fundamental y aparte tener una higiene de sueño, es decir, todos los días voy a intentar acostarme a la misma hora. Yo, por ejemplo, estoy siendo cada vez más alemana: todos los días intento dormir, llueva o truene, o siete u 8 horas.
Siete u ocho horas.
Siete u ocho horas. Eso, por ejemplo, es fundamental. Hacer ejercicio, ejercicio de fuerza, porque tú en menopausia tienes más riesgo de osteopenia o osteoporosis. Eso quiere decir que es más fácil que se te rompan los huesos, de tener una fractura. Entonces, para ello es muy importante tener los músculos fuertes, que es lo que rodea el hueso para que no se rompa. Entonces, los ejercicios de fuerza son fundamentales. Luego, una alimentación adecuada, sobre todo comer bien, no dejar de comer porque es verdad que a veces, como tú ves que estás engordando, ¿qué haces? Dejas de comer.
Una dieta.
Claro.
Pero te quería preguntar por la dieta en cuanto al ayuno intermitente, ¿qué opinas?
Yo soy muy fan y lo hago.
Pero ¿qué tipo de ayuno? Porque hay muchos tipos de ayuno.
Efectivamente, está el ayuno fisiológico y el ayuno intermitente. El ayuno fisiológico es muy fácil porque al final son 12 horas y el truco está: yo ceno a las 8 y no vuelvo a tomar nada hasta las 8 de la mañana. Realmente eso es fácil porque estás aprovechando las horas de sueño. Y luego ya poquito a poco te vas metiendo y aparte cuando empiezas a hacer el ayuno te empiezas a encontrar mejor. Yo al principio decía, «yo no voy a ser capaz».
Digo, «o sea, a mí me encanta un desayuno en condiciones, pero yo no voy a ser capaz». Y de repente yo dije, «Ostras, pues ahora ya voy a pasar del ayuno fisiológico al ayuno intermitente, que el intermitente es cuando ya son entre 14 y 16 horas». Entonces, ¿qué es lo que hago yo? Pues ceno a las 8 de la tarde y hasta las 11 o por ahí no vuelvo a tomar nada, pero sí es verdad que a las 8 de la mañana me tomo mi café solo, que el café solo no rompe el ayuno, lo que no puedes es café con leche, no sé qué, pero el café solo no lo rompe.
¿Y los suplementos, Marta? ¿Hay algunos que sí y otros que no?
El magnesio, por ejemplo, no lo rompe. Los antioxidantes no lo rompen. Pero sí que es verdad que los liposolubles, por ejemplo, el Omega 7, lo rompe.
Cuéntanos qué suplementos serían necesarios o importantes introducir en esta etapa de la mujer y cuáles de ellos romperían el ayuno.
Pues mira, el colágeno lo rompe. Al final son fragmentos de proteína y lo rompe, pero es fundamental tomarlo, sí, por lo cual, con el desayuno. Para mí es fundamental los complementos en menopausia por la toma de antioxidantes para ralentizar el envejecimiento. Yo soy muy fan de los antioxidantes. Luego, por ejemplo, el magnesio que tiene que ser bisglicinato de magnesio. ¿Por qué te digo el bisglicinato de magnesio? Porque nos va a ayudar a dormir mejor, nos va a ayudar con las contracturas, nos va a ayudar con el cansancio, nos va a ayudar a fijar la vitamina D, porque al final en menopausia hay una bajada, y bueno, en general todas las mujeres tenemos la vitamina D baja. Entonces, al final muchas veces te haces analítica y tú dices, «pero madre mía, si estoy tomando todos los días vitamina D, ¿qué me pasa? ¿Por qué la sigo teniendo baja?». Porque a lo mejor la tienes inactiva.
Y entonces el magnesio te la activa.
Efectivamente. Entonces, el Omega 7, por ejemplo, es mejor con el estómago lleno. Pero vamos, que lo mejor es lo que te digo, que me vayan preguntando y yo les voy contando en función. Pero bueno, en respuesta a la pregunta estrella, yo creo que con respecto al ayuno, sería el colágeno.
Retos profesionales y mensajes finales
Marta, ¿cuál ha sido el mayor reto al que te has enfrentado a lo largo de de tu carrera profesional o también personal?, pero quizá más profesional, algo que hayas dicho, «Wow».
Bueno, yo te voy a contar un poquito de mi trayectoria. Yo tuve la primera farmacia en Santa Cruz de Marcenado y en esa farmacia me pilló toda la crisis y yo la compré carísima. Entonces, ahí por ejemplo fue mi primer reto porque realmente me costó mucho sacarla adelante. Aparte yo de repente me enfrenté más de un día a la cuenta en negativo.
Entonces, era como, «Dios mío, que es que para mí todo eso era en plan, ‘pero ¿cómo va a tener la cuenta en positivo?'». Y gracias a eso, que yo ahora mismo me alegro un montón, pues aprendí tanto, o sea, salí tan fuerte después de una crisis porque dije, «mira, al final era cada día más creativa». Pues, «ahora voy a hacer esto», porque yo lo que sí tengo es que nunca me derrumbo, o sea, aunque tenga mis días malos y tal, siempre digo, «Venga, pues vamos a ver. Yo no puedo tener la cuenta en negativo, yo tengo que tenerla en positivo. ¿Qué tengo que hacer?». Pues me inventaba tantas cosas que al final yo me convertí realmente en empresaria gracias a eso. Porque al final estaba todo el día con Sergio, mi farmacéutico, que estábamos los dos siempre solos al principio, pues entre los dos era una lucha constante. «Venga, pues hemos conseguido estar a cero», porque claro, yo lo que quería era estar bien.
Y así estabilizar.
Efectivamente. Yo ya no quería ni ganar.
En ese momento no buscabas algo exagerado.
Yo lo que quería era no estar en negativo, ¿sabes? Entonces, cuando yo esa farmacia ya la saqué adelante, ya la vendí, era como ya sí. Y entonces ya fuimos Sergio y yo a la segunda farmacia, que es la que tengo ahora. Entonces, siempre mi vida ha sido un reto. Cuando llegamos a esta segunda farmacia, pues era otra vez empezar de cero, pero yo quería esa energía positiva de decir, «Mira, vamos a tal». Y ahí fue el reto de Instagram. En mi farmacia, en frente de la farmacia, tengo un paso de cebra y yo le decía a Sergio, «Mira, Sergio, no nos podemos quedar solamente con la gente que entra. Vamos a abrir una puerta al mundo y vamos a crear Instagram». Que te estoy hablando pues hace siete u 8 años, que no era tan normal que una farmacéutica hablara en Instagram. De hecho, al principio fui bastante criticada en plan, «¿Qué hace una farmacéutica sin bata hablando en redes? Nosotros que somos super profesionales, no sé qué».
¿Sin bata? ¿No querías llevar bata?
No, no quería llevar bata porque entendía que era más tú a tú. También es verdad que fui a informarme al Colegio de Farmacéuticos, y me dijeron que el presidente del colegio me dijo, «Marta, tú como persona puedes hablar de lo que quieras. Como sanitaria, hay que tener más cuidado». Entonces dije, «Pues ya está». De hecho, quité Farmacia Marta Masi y puse Marta Masi 5 porque en ese momento ya estábamos cinco personas trabajando.
Y todo esto fue cuando todavía no tenías la posición que tienes actualmente. Tú te la jugaste. Porque al fin y al cabo si no pone farmacia a lo mejor no es tan llamativo de cara a los que pasan por la calle, pero quizá ahí ya confiabas en que tu producto audiovisual, por así decirlo, iba a funcionar.
Bueno, sí. Y aparte porque siempre he sido una persona muy positiva y decía, «¿Y por qué no?». Entonces, me sentaba en un sofá que tenía en aquel momento y decía, «Pues mira, hoy me ha llegado esto de Avene Posici, os lo voy a explicar». Y cuál fue mi sorpresa que eso de repente, «Oye, pues yo lo quiero. Oye, ¿me lo envías?». Y yo de hecho los envíos al principio los hacía a mano con una pegatina, lo pegaba, y bueno, iba yo casi a la Nace y lo entregaba para que lo enviaran. Así, hasta el día de hoy que ya lo tenemos todo, que tú lo has visto.
Hasta entonces. Realmente ahí sí fue otro reto, que para ti, aparte de tu farmacia a pie de calle, de aquellos que cruzan por ese paso de peatones, a nivel online, la venta es masiva, ¿verdad?
Sí, es muy buena. Y luego, bueno, pues el siguiente paso fue Madrid, que es lo que tú has visto. Miento, el siguiente paso fue crear mi marca propia, que también ha sido otro reto. Otro reto sí ha sido Madrid. Otro reto ha sido el Club de la Menopausia. O sea, siempre me estoy complicando. De hecho mi marido dice, «Mira, Marta», y digo, «Hombre, yo creo que si me toca la lotería yo lo dejo ya todo, que estoy cansada todo…»
Yo creo que no
Y me dice, “mira, ni con ni con lotería, Marta. Tú eres o sea, eres imparable. Te inventarías otra cosa”.
Podríamos decir que es el motor de tu vida, ¿no, Marta?
Sí, a mí me gusta mucho lo que hago y luego lo que te digo, que es es muy importante y que estoy muy bien rodeada, que mi equipo me ayuda una barbaridad, que les traigo locos, que yo llego todos los lunes, «mira lo que se me ha ocurrido», y siempre me siguen con una sonrisa, me dan la mano. Porque es verdad que me ayudan mucho a aterrizar mis ideas.
Eso es fundamental porque hay veces que los que somos creativos y tenemos tantas ideas, hay veces que lanzas ideas pero luego hay que aterrizar. Y hay que hacer realidad las cosas que son viables y que son posibles.
Quien me las aterriza es mi equipo.
Fibromialgia y consejos personales
Qué bien, qué bien. En cuanto a la salud, Marta, ¿hay algo que te gustaría cambiar o algo concreto que tú dirías, «esto me gustaría hacerlo así», o bueno, en estos próximos años y en el futuro, qué te gustaría?
Pues mira, a mí lo que me gustaría es crear algo para el dolor, porque yo por ejemplo sufro de fibromialgia, que es un tema que casi nunca lo hablo porque siempre me ha avergonzado tener fibromialgia porque para mí era una limitación y como soy una persona tan activa no quería hablar nunca de esa limitación. Y entonces cuando de vez en cuando lo digo y me viene tanta gente, «Oye, Marta, pues yo tengo estos dolores, yo no sé qué, ¿cómo estás? O sea, ¿cómo haces tantas cosas con este dolor?». Pues bueno, al final me gustaría ayudar en el tema de la fibromialgia, que yo creo que va a ser el siguiente paso.
¿Cómo llevas tú la fibromialgia o el tratamiento, o sea, con qué mitigas ese dolor? Bueno, creo que también puede afectar a la parte psicológica.
Sí, claro. Me ha afectado muchas veces, porque aparte también tengo migraña crónica, que va todo un poquito relacionado. Bueno, pues yo he estado en la unidad del dolor hace tiempo y bueno, pues lo llevo, tengo un neurólogo maravilloso, Jesús Porta, que me lleva ayudando mucho tiempo. Ahora me pinchan todos los meses una nueva medicación. Y luego pues tienes que estar activa. Yo por ejemplo, aunque tenga dolor, me levanto, porque a mí lo que no me gusta es retroalimentarme.
Sí, porque entras en la rueda.
Ya lo que no me gusta es estar en la cama, «Ay, que me duele, ay, que me duele». Pues me levanto.
Tener tantas cosas, tanta actividad, Marta, ¿te hace que no te frene la fibromialgia, no?, que esa enfermedad no se apodere de ti y que impida llevar a cabo cada día tu sueño.
Y luego pues bueno, pues al final tengo que tirar mucho de analgésico, lógicamente. Entonces, es lo que me gustaría, pues decir, «a ver si invento algo para el dolor que sea la pera y no tener que estar tirando de tanto analgésico», porque realmente a mí hay veces que me da miedo, pero es que sino no puedo.
Estamos llegando casi al final de la entrevista, pero tengo unas cuantas preguntas que creo que son para cerrar y dar esa reflexión bastante interesante. A lo largo de tu vida, Marta, ¿cuál ha sido el mejor consejo que te han dado?
Pues quererme a mí misma. Al final un gran consejo es quererte y sobre todo aceptarte y mejorar. O sea, yo por ejemplo una de las cosas que he mejorado mucho es el autocontrol.
Si pudieras decirle algo a la Marta Masi de hace 10 años, ¿qué sería?
«Tranquila, tranquila, Marta, que vas a poder».
¿Y qué mensaje darías a todas esas mujeres que nos están escuchando y que pueden estar empezando este momento de la vida de la mujer como es la menopausia o la menopausia precoz, qué les dirías?
Pues que me escriban. Sí, le diría, «escríbeme porque te voy a ayudar». Porque he pasado por eso, porque también es verdad que para mí es muy importante no solamente los conocimientos, sino también la vivencia. Entonces, yo creo que yo en este momento reúno las dos cosas, que estoy sufriendo la menopausia o la he sufrido, y que tengo los conocimientos porque estoy todo el día estudiando. Entonces, creo que puedo ayudar y me gustaría ayudarles.
De hecho, Marta, ¿a quién te gustaría escuchar o ver en «Palabras con Salud»? ¿Alguien que te inspire, un compañero, un profesional…? quien tú quieras
Arturo Alba.