ACNÉ Y ROSÁCEA
Bienvenidos a Palabras con Salud, un punto de encuentro donde hablamos con los mejores expertos para cuidar nuestro bienestar. Soy Marina Montiel y aquí cada palabra cuenta para mejorar tu salud. En este episodio hablamos de acné y rosácea, una patología cutánea que sufren unos 415 millones de personas en todo el mundo. Para abordar este tema hoy en este podcast tenemos a una invitada muy especial: la Doctora Cristina Eguren, dermatóloga y directora médica de Clínica Eguren y presidenta de Dermus.
Acné y rosácea: una visión general
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Muchísimas gracias por acompañarnos en este espacio para hablar de acné y rosácea. ¿Qué nos puedes contar del acné y de la rosácea
Bueno, el acné y la rosácea son dos patologías muy relacionadas. De hecho, yo suelo explicar que pertenecen al mismo espectro de enfermedad y son patologías que derivan de que aparecen en el folículo pilosebáceo, es decir, en la glándula de grasa que desemboca en el conducto del pelo. Entonces, esa glándula de grasa empieza a trabajar más de lo que debiera, ahora veremos por qué, y se empieza a producir un exceso de grasa que es lo que va a producir la inflamación y que veremos aparecer en forma de granos, en forma de rojez difusa y todos los desequilibrios que aparecerán en la piel debido a esa grasa.
Son muy parecidas, ¿pero en qué se diferencian? ¿Cómo podemos saber, o diferenciar a simple vista si se puede, si es una cosa o es otra?
Efectivamente, yo suelo explicar que tenemos un espectro de enfermedad, y el acné y la rosácea serían los dos extremos dentro de ese espectro y muchas veces son estadios evolutivos. Es decir, hay gente que empieza teniendo acné y poco a poco va evolucionando hacia un cuadro más de rosácea. Hay gente que puede debutar directamente con rosácea también, pero no todo el mundo tiene porque haber tenido acné, pero hay que entenderlo como una misma enfermedad. Sí que es verdad que lo que va a diferenciar una patología de otra es la calidad de la grasa. Hemos dicho que hay un exceso de grasa pero lo que va a diferenciar son las características de esa grasa. En el acné existe una influencia hormonal exagerada que es lo que va a hacer que crezca la glándula de grasa y hará que la grasa que se produzca sea una grasa más densa que colapsa más el folículo, y vamos a ver aparecer los poros obstruidos e inflamación más localizada en forma de granos, que pueden ser granos más superficiales, granos más profundos en forma de nódulos. En cambio en la rosácea hay una menor influencia hormonal, y esa menor influencia hormonal hace que esa grasa sea menos densa, es una grasa más fluida, irritante que lo que va a hacer es colapsar menos el folículo, por eso en la rosácea no solemos ver tantos comedones como sí vemos en el acné, pero esa grasa se va a dispersar por la superficie de la piel y va a generar una inflamación mucho más difusa, por eso en la rosácea lo que vemos es más rojez en la cual se pueden superponer granos, pero lo característico es esa rojez difusa en toda la zona central de la cara que es donde hay más glándulas. ¿Donde aparece sobre todo el acné y la rosácea? Aparecen más en la zona de la frente, nariz, mejillas, mentón, el acné también, por ejemplo en la espalda. Son justo las zonas donde hay más glándulas de grasa.
¿Y podemos decir que son dos patologías muy frecuentes?
Son tremendamente frecuentes. Dentro de la dermatología son probablemente las enfermedades que con más frecuencia vemos los dermatólogos, y son de las patologías más frecuentes en la sociedad en general. Prácticamente no sé si el 80% de personas va a tener algún grado, algunos serán más leves otros más severos, de acné o de rosáceo a lo largo de su vida.
Sí había leído algo de eso, ¿no? el 80-85% de las personas pueden sufrir acné o/y rosácea.
Eso es.
¿Entiende de género y edad?
De género entiende poco, porque al final tanto hombres como mujeres pueden pueden sufrirlo. Pero en cuanto a la edad si va cambiando. El acné suele aparecer en torno a la adolescencia cuando empieza el desarrollo hormonal porque hemos dicho que en el acné existe esa influencia hormonal. Cuando en la adolescencia aumentan los niveles de andrógenos para producir el desarrollo, es decir va a ser una influencia hormonal fisiológica, al chaval le toca que esas hormonas empiezan a subir para producir el desarrollo, pero cuando esas hormonas actúan sobre la glándula de grasa hacen que crezca y que aparezca el acné, por eso el acné es tan frecuente en la adolescencia. Es verdad que si esa influencia hormonal persiste, ya de forma alterada, es decir, ya no va a ser una una influencia hormonal fisiológica como lo era en la adolescencia, si esa influencia hormonal persiste vamos a tener acné del adulto, y el acné del adulto sí es claramente más frecuente en la mujer frente al hombre. Así como en la adolescencia tanto chicos como chicas van a tener acné, en la fase adulta es más frecuente en mujeres. Y en el caso de la rosácea suele aparecer muchas veces, como decía antes, como evolución del acné en torno a los 30-50 años y aunque las estadísticas nos hablan de que es igual de frecuente en hombres que en mujeres yo sí tengo la sensación de que al menos las mujeres lo consultan más, o sea de que lo sufren más o nos preocupa más. En la clínica lo que vemos fundamentalmente, nosotros estamos muy especializados en acné y rosácea, vemos muchas más mujeres con la afección.
Acné hormonal y tratamientos
Con respecto al acné hormonal ¿qué tratamientos hay? ¿Qué se puede hacer?
El acné como decía antes siempre es hormonal y eso es un mensaje muy importante. Siempre va a haber una influencia hormonal que puede ser una influencia hormonal fisiológica en la adolescencia o una influencia hormonal que ya no le toca estar ahí y es una influencia hormonal patológica o alterada en la parte adulta. Entonces en la adolescencia no hay que tratar esa influencia hormonal, a no ser que ya veamos que se está produciendo una clara alteración por ejemplo, por un síndrome ovario poliquístico que ya ha empezado a dar la cara u otras alteraciones, pero en la fase adulta del acné siempre hay que tratar esa influencia hormonal porque es una influencia hormonal que como decía antes, está alterada no le toca estar ahí y además del acné está produciendo otras alteraciones que son incluso más relevantes que las del acné. Puede estar produciendo pérdida de pelo, aparición de vello, pero también alteraciones metabólicas e alteraciones incluso emocionales, ya no sólo derivadas del acné sino derivadas de esa influencia hormonal. Porque una mujer que tiene los andrógenos, las hormonas masculinas, un poquito más elevadas de lo que debiera le va a afectar en todo el organismo. Entonces, muchas veces yo le explico que hay que tratar el acné no solo porque le afecte emocionalmente, que por supuesto, sino porque está influyendo en la salud de la piel y en la salud de su organismo en general. Porque el acné y la rosácea tenemos que entenderlas como patologías sistémicas ,es decir, son patologías que afectan a todo el organismo y que hay una inflamación crónica de bajo grado en todo el organismo, pero que vemos que son más visibles en la piel lógicamente.
Por lo que, no es solo lo que se ve y lo que te pueda afectar psicológicamente por como te veas, sino lo que hay debajo que no vemos.
Efectivamente, y de eso cada vez hay más datos y más publicaciones científicas de cómo el acné y la rosácea son enfermedades sistémicas, por qué tenemos que entenderlas como tal y abordarlas como tal. Al final son como un iceberg, es decir vemos la puntita del iceberg en la piel que es tan visible, pero hay todo un trasfondo hormonal metabólico por debajo que también tenemos que entender y abordar, y por las cuales son enfermedades que tenemos que darle su importancia.
¿Qué tratamientos hay? Bueno imagino que no sé si serán algunos cutáneos y otros…
Eso es. Nosotros en la clínica planteamos un abordaje con cuatro pilares fundamentales que son: en primer lugar, la rutina cosmética, es decir lo que nos vamos a aplicar en la piel y que nos va a servir de gran ayuda. Ahora, como decíamos, una enfermedad sistémica sobre todo cuando ya va avanzando, solo con cremas se nos va a quedar muy corto. El segundo pilar es la parte de medicación. Dentro de la medicación tenemos muchos diferentes fármacos que tendremos que elegir en función de cada caso; fármacos que lo que nos controlan es esa producción de grasa o disminuyen la inflamación; o fármacos que nos regulan esa influencia hormonal que está ahí presente y alterada o la parte metabólica. Luego tenemos la parte de procedimientos, es decir va a haber muchos procedimientos, desde limpiezas, peelings, láseres, que nos van a ayudar a controlar la inflamación, a reducir la grasa o a mejorar las cicatrices que hayan podido aparecer y la textura. Y por último la parte integrativa, es decir, mirar más allá de esa base de iceberg para ver qué está pasando más allá de la piel y controlar también toda esa parte.
¿Acné y anticonceptivos, Cristina?
Uno de los anticonceptivos, siempre explico, que son un parche en el acné y además son un parche en determinados acnes. Muchas veces podemos oír o haber vivido, “yo tomé anticonceptivos y se me quitó el acné, aunque cuando los dejé volvió” o “yo tomé anticonceptivos y no me ayudó en absoluto en el acné, apenas lo noté”. Bueno, es que esa influencia hormonal que decíamos, ese aumento de andrógenos de hormonas masculinas puede tener diferentes orígenes, uno de los orígenes puede ser el ovario, cuando el ovario es el que está produciendo más andrógenos de lo normal y eso está produciendo acné entre otras alteraciones, si esa mujer toma un anticonceptivo, el anticonceptivo lo que hace es parar la función del ovario, luego el acné suele mejorar. Pero lo que ocurre cuando retira el anticonceptivo es que el ovario vuelve a funcionar, pero vuelve a funcionar mal, no hemos enseñado al ovario a funcionar bien, y al volver a funcionar mal vuelve a aparecer el acné y la sintomatología que puede estar asociada al aumento de caída de pelo, etcétera. Y luego hay mujeres que el origen de esa producción exagerada de andrógenos no es el ovario, es la glándula suprarrenal o es simplemente que no hay un aumento de andrógenos, sino que hay un aumento de la sensibilidad del receptor donde trabajan estos andrógenos, que eso es muy frecuente y por tanto, tomar anticonceptivos apenas le hace nada. Entonces el anticonceptivo lo utilizo cuando la mujer desea utilizar ese método anticonceptivo para evitar el embarazo, pero explicándole correctamente qué es lo que está tomando, qué pros y qué contras tiene. Pero no suelo utilizarlo como herramienta terapéutica para el acné.
¿Qué es lo primero que le dices a un paciente o una paciente que va a la consulta por acné o por rosácea? ¿El primer consejo para esas personas que creo que irán bastante apuradas y preocupadas por lo que les está ocurriendo?
Bueno, primero les doy las gracias por haber venido y les explico que no solo vamos a intentar mejorar el acné sino todo lo que conlleva, y mi objetivo es que, en un tiempo, los pacientes tienen que ser pacientes porque lo queremos todo para ayer y todo lleva su tiempo, pero en un tiempo prudencial de un año por ejemplo, no solo vamos a ver restaurada la salud de su piel, sino su salud en muchos aspectos, y yo creo que lo conseguimos y tenemos muchas pacientes que nos agradecen el haber mejorado su vida en tantos aspectos. Y bueno, que el acné y la rosácea pueden ser la oportunidad de recorrer un camino juntas que nos va a permitir que esa piel esté mucho más sana, mucho más bonita y que mejore su salud en la globalidad, y que a veces dices un problema o un obstáculo se ha convertido en la oportunidad de encontrarme mejor y si no hubiera tenido ese acné o esa rosácea, igual a día de hoy no estaría tan bien, porque verdaderamente tocamos muchos aspectos.
Estilo de vida y microbiota intestinal
Estoy totalmente de acuerdo contigo, ¿no? Yo pasé un pequeño episodio de problemas en la piel, ¿no? y creo que ahí es cuando tomas conciencia de la importancia de la piel, y de que la piel no solamente es lo que ves sino lo que hay dentro, es el órgano más grande que tenemos y tomas esa conciencia que te hace adoptar un estilo de vida, llevar a cabo unas rutinas que a la larga van a ser muy positivas. Yo veía también en las informaciones tuyas, lo importante que es seguir un estilo de vida. Cuéntanos acerca de esto.
A ver, los estilos de vida impactan en absolutamente todo, cada vez somos más conscientes de ello y por supuesto también en la piel. Entonces cuando en ese cuarto pilar que te decía, de ese abordaje integrativo, mirar más allá de la piel, una de las cosas más importantes es mejorar esos estilos de vida. Pero claro, no es fácil porque estamos en una sociedad proinflamatoria, que va a toda velocidad y que no nos ayuda a seguir estilos de vida saludables, tienes que ir a veces remando en contra para bajar el ritmo, para buscar momentos de meditación, de calma, para comer bien, para comer despacio, para dormir bien, o sea que es lo contrario de lo que nuestra sociedad promulga. Pero hay que hacerlo, y el acné o cualquier otro problema a nivel cutáneo o a nivel no cutáneo puede ser el aviso o la oportunidad de decir, mira tengo este problema, y de ver cómo lo voy a abordar y cómo puedo mejorar mi forma de vida y adaptarlo a cada uno. Es decir, hay gente que necesita rebajar los niveles de estrés pero tiene un trabajo muy estresante, pues tampoco vas a cambiar de trabajo, pero vamos a ver qué mecanismos puedes adoptar para reducir esos niveles de estrés, como pequeños breaks que dices, me cojo 5 minutos cada 2 horas y cierro los ojos y respiro profundo. Yo por ejemplo, es una de las cosas que hago, cada uno puede buscar diferentes tips y que sumando mejoras del 1% puedes llegar a mejorar mucho tu estilo de vida. Plantearte hacer ejercicio físico, plantear cambios progresivos en la forma de alimentación que te vayan sumando muchos beneficios sin salirte de la sociedad y sabiendo que también hay que hacer excepciones que hacen que te integres. Por ejemplo, vas a un cumpleaños y en ese cumpleaños hay x comida, tú no lo has elegido y bueno, pues poder comer tranquilamente porque no pasa nada, también hay que saber hacer la excepción y no obsesionarse, porque el otro extremo de la obsesión no es bueno y en ese difícil equilibrio está la salud.
Totalmente. ¿Maquillaje sí o maquillaje no cuando hay este tipo de problemas?
A ver, uno de los objetivos es que tengas la piel tan bonita que ojalá no quieras maquillarte y salir a la calle maquillada. Pero por supuesto que se puede maquillar utilizando los productos adecuados, productos que no sean grasos, productos que incluso están desarrollados para problemas de acné y rosácea que los hay muchísimos y los vamos a encontrar en farmacia, los vamos a encontrar incluso también fuera de la farmacia y quien quiera lo va a poder hacer perfectamente.
Hablábamos Cristina, de hormonas, de ansiedad, estrés, estilo de vida ¿Qué papel juega la microbiota intestinal en el acné y la rosácea?
Bueno, yo creo que juega un papel clave. Tanto, que estoy haciendo la tesis doctoral sobre ello y creo que el futuro del acné, la rosácea, el futuro de la dermatología en muchos aspectos y el futuro de la medicina, pasa por entender qué papel está jugando la microbiota. Ahora, no es que todo se vaya a reducir a la microbiota pero tenemos que entender el papel tan relevante. Sabemos que existe el eje enterocutáneo, que supone la influencia de la microbiota digestiva, desde la boca, el estómago y toda la parte intestinal, de cómo ese equilibrio o desequilibrio de la microbiota influye en la piel, y eso está publicado y referenciado. Entonces lo que ahora estamos intentando ver es, cómo podemos modificar esos mecanismos de influencia para que influya positivamente, y ahí tenemos herramientas como son los probióticos, la propia dieta, entender bien los desequilibrios y corregirlos, y será un aspecto más. ¿Eso va a sustituir a la cosmética, a los otros tres pilares que hablábamos, la cosmética, la medicación o a los procedimientos? No, pero lo va a acompañar y vamos a obtener resultados mucho más globales y mucho mejores.
Avances, confusiones y cuidados dermatológicos
¿Cómo crees como dermatóloga que está avanzando la ciencia en todo esto y en todo lo que tiene que ver con la dermatología?
Yo creo que lo que estamos viviendo los últimos años es una nueva forma de comprender esta patología. Con esa imagen de iceberg, entendiendo que es una patología sistémica, reentendiendo bien los mecanismos fisiopatológicos en la propia piel, porque se han transmitido mensajes erróneos y un poco demoledores, “son patologías crónicas”, “tienes que aprender a vivir con esto”. En mi opinión, en parte es porque no habíamos entendido bien la patología, y esa nueva comprensión en la que seguimos avanzando nos ofrece nuevas formas de abordaje y de poder controlar mucho mejor y mejorar al final la calidad de vida de las personas que sufren acné y rosácea.
¿Hay patologías relacionadas con la piel que se puedan confundir con el acné y la rosácea?
Normalmente el diagnóstico suele ser bastante sencillo. De hecho, sobre todo la del acné. Todo el mundo sabe reconocer un acné bastante bien y el paciente viene y te dice tengo acné, perfecto se ha hecho el diagnóstico correcto. La rosácea también es bastante reconocible, puede costar un poquito más y sí que en determinados casos, no es lo más frecuente, pero sí puede confundirse con patologías como lupus, dermatomiositis, dermatosis discoide facial, por ejemplo. Entonces, son casos que ya va a requerir de un diagnóstico dermatológico y que incluso, en determinados casos, podemos llegar a hacer una biopsia, tomar una muestra de la piel y analizarla al microscopio para que nos dé más información de la que vemos a simple vista. Pero en el 99% de los casos, el diagnóstico va a ser visual y o bien el propio paciente o con ayuda del dermatólogo, le va a dar el diagnóstico correcto.
¿Qué pasa con esas manchas que deja el acné en los pacientes?
El acné deja manchas y deja también a veces incluso cicatrices hundidas. Y las cicatrices o las marcas derivadas del acné, son el fracaso del tratamiento a tiempo de la patología, es decir, tenemos que tratar a tiempo la patología por todos esos beneficios que decíamos, pero también para que no llegue a dejar cicatrices porque las cicatrices pueden aparecer porque el paciente se manipule. Pero no la mayor parte de las veces, no hay que cargar la culpa sobre el paciente, las cicatrices aparecen por la propia inflamación que cuando es un poquito profunda afecta a la dermis y deja esa cicatriz, entonces ahí tenemos que mejorarlas, tenemos tratamientos como peelings, hay cremas con retinoides que nos pueden ayudar mucho, peelings, láseres y diferentes procedimientos incluso quirúrgicos que empleamos. Hay cicatrices que prácticamente las vamos a poder solucionar, y otras que mejoraremos sin llegar a resolverlas del todo. Dependiendo del tipo de cicatriz, eso es algo que hay que explicar bien al paciente, pero en todo caso siempre merece la pena tratarlas. Prevenirlas, y cuando ya están, tratarlas.
¿Retinol y rosácea?
El retinol es interesantísimo en muchos aspectos de mejora de la piel . Suelo decir que el retinol es a la piel lo que el ejercicio al cuerpo. Tú cuando haces ejercicio mejoras tu sistema cardiovascular, muscular, emocional, cuando estás haciendo ejercicio te encuentras mejor. Pues el retinol es así, mejora toda la estructura y funciones cutáneas, y en la rosácea también es muy interesante, yo lejos de evitarla la utilizo. Es verdad que como en la rosácea suele haber una piel más sensibilizada por esa propia grasa y por el desequilibrio en la microbiota que produce la grasa, hay que corregir esa sensibilidad y el retinol nos puede ayudar. Solemos empezar con concentraciones más bajas del 0,1-0,2% y luego se podrá ir subiendo, pero es muy interesante.
Tres cosas que como dermatóloga prohibirías.
Prohibiría para empezar la aplicación de aceites en la cara, no digo que tenga algún aceite esencial ó que tenga algún ingrediente que sea aceite. Me refiero al producto que en sí mismo es aceitoso, eso lo que está haciendo es aportar grasa y justo es lo que no queremos en la cara, en la unidad facial uno de los mayores problemas es el exceso de grasa entre otros, en el acné y la rosácea, pero también en otros desequilibrios. Entonces no queremos aportar más grasa, por tanto aceites, no el aceite limpiador, ese lo dejamos porque es un producto que se va a retirar de forma inmediata, pero el resto no lo utilizaría. Luego los espejos de aumento, cuidado con los espejos de aumento, a una mujer que ya tenga presbicia y que necesite el espejo de aumento para maquillarse, bien, pero para el resto, el espejo de aumento nos da una imagen magnificada de la piel y vamos a ver imperfecciones que nos van a llegar a obsesionar, ninguna piel es perfecta, pero es que la piel sana no tiene por qué ser perfecta. Yo veo en consulta a gente obsesionada que dicen, “es que me veo el poro”. Quítate ese espejo de aumento que te está obsesionando más que otra cosa. Y como dermatóloga muy especializada en acné y rosacia también veo pacientes que utilizan succionadores domiciliarios del poro, de esto estos succionadores del punto negro, que es una herramienta que puede ser interesante, pero yo no lo utilizaría en casa porque he visto erosiones, abrasiones en la piel, incluso hematomas producidas por este tipo de aparatos, entonces de hacerlo, yo lo haría en consulta, hacer una correcta limpieza y que sí que la extracción de esos poros es muy interesante, pero no lo haría en casa con ese tipo de aparatos. Así que esas tres cosas, aceites, extraccionadores de poro y los espejos de aumento.
Y para esas personas que sufren acné y rosácea, tres tips que se les pueda dar para el día a día.
Bueno, primero que sepan que tienen esperanza, es decir, que el acné y la rosácea pueden y deben tratarse y controlarse, y que mejore ya no solo la piel sino su calidad de vida en general.
¿Se cura?
Se cura. A día de hoy yo defiendo que podemos modificar la evolución de la enfermedad y llegar a curarla. Esto de cronicidad sin remedio, creo que hay que desterrarlo. Por tanto, esperanza, que se pongan en las manos adecuadas porque muchas veces gastan muchísimo dinero yendo de uno a otro, peregrinando, probando, yo les diría que se pongan en manos de un dermatólogo experto especializado en acné y rosácea, y que tengan un poquito de paciencia. Lo que decíamos antes, los pacientes tenemos que ser, que yo también soy paciente de otros asuntos, hay que ser pacientes nunca mejor dicho, que la sociedad de hoy nos lo pone difícil porque somos muy impacientes, pero que con un poquito de paciencia lo vamos a conseguir.
Hay que practicarla. Por último Cristina ¿A quién te gustaría ver o escuchar en este espacio de Palabras con Salud?
Bueno, admiro a muchísimos compañeros pero si hay algo que me interesa especialmente es la psiquiatría. Entonces todo lo relacionado con lo psicológico, lo psiquiátrico, ya no como médico sino como paciente y porque como decíamos, estamos en una sociedad que no nos lo pone fácil, así que ver por aquí algún compañero psiquiatra creo que sería interesantísimo.
Pues Cristina. Muchísimas gracias por acompañarnos en este espacio y contarnos tanto sobre acné y rosácea. Aquí ya tienes tu casa y esa ventana para comunicarte y para hablar a la sociedad sobre estos temas. Y a todos vosotros, los que nos escucháis cada semana, muchísimas gracias por estar en este espacio, ya saben, un poco de paz para tener una vida más calmada y una piel más bonita.