La Ansiedad: entendiendo, gestionando y superando
Bienvenidos a Palabras con Salud, un punto de encuentro donde hablamos con los mejores expertos para cuidar nuestro bienestar. Soy Marina Montiel y aquí cada palabra cuenta para mejorar tu salud. En este episodio abordamos un tema que afecta a millones de personas en todo el mundo, la ansiedad. Profundizaremos en qué es, cómo se manifiesta y qué herramientas existen para gestionarla y superarla. Para guiarnos en este viaje contamos con un invitado muy especial, el psicólogo clínico Santiago Cid, director del Centro de Psicología Santiago Cid, donde lleva más de 18 años ayudando a pacientes a alcanzar sus objetivos.
La especialización en ansiedad
Muchísimas gracias por acompañarnos en este espacio y para adentrarnos en este tema, en la ansiedad. ¿Qué te llevó a especializarte en este tema?
Bueno, cuando estaba comenzando ya desde el principio era como el área que más atención me atraía, me daba y yo creo que al final como todos hemos sentido esta emoción también personalmente y en lo subjetivo pues era algo que quería descubrir más profundo y bueno cuando empecé a tratarlo ya vi que era lo que más me gustaba y con lo que más a gusto me sentía, aunque después he trabajado con muchas otras cosas, pero siempre ha sido lo que más me ha gustado. También quizá al sentirla tú y haberla tenido tú pues creo que también ayuda a que te despiertes más.
Te sientes identificado en cómo ayudar a personas en esos momentos en los que tú también los has podido vivir en primera persona.
En cuadros que tú también has vivido, entonces claro esa parte por siempre despierta mucha curiosidad.
Comprendiendo la ansiedad
¿Qué es la ansiedad y cómo la podemos diferenciar con otros cuadros? No sé si llamarlo patologías asociadas a la psicología.
Sí, bueno la ansiedad al final está prácticamente presente en cualquier cuadro, aunque tú tengas depresión lo normal es que también tengas ansiedad, pero sobre todo si queremos identificarla es un cuadro más hiperactivado en donde se ve que tengo más síntomas de activación, estoy más preocupado, taquicardia, opresión, nudo, problemas estomacales, pues son síntomas sobre todo de activación. Al final la ansiedad es la respuesta a la activación fisiológica ante un potencial peligro, entonces va a ser siempre más de activación.
O sea, Santiago, cuando escuchamos comúnmente eso de tengo ansiedad, tengo ansiedad, tengo ansiedad, que es que hasta yo lo digo a lo mejor cada día. ¿Qué ansiedad? Esa ansiedad no es ansiedad realmente, ¿no? ¿O sí?
Puede ser que sí, la cuestión es que se suele, primero que está muy presente porque es una emoción y creo que hay que empezar a partir de ahí, empezar a partir de normalizarla porque al final el ser humano siente muchas emociones. De hecho cuando yo trabajaba con personas con discapacidad para también hacerles verlo y representarlo de una manera muy gráfica y muy explícita y así lo comprendiesen un poco mejor, utilizábamos como cinco estaciones que ibas pasando a lo largo del día y estas estaciones una era la alegría, otra la tristeza, el enfado, el miedo-ansiedad y la vergüenza. Entonces creo que también hay que normalizar por un lado que todos a lo largo del día pasemos por esa emoción. También es verdad que está muy vinculada con el estrés, entonces claro las familias son nervios, ansiedad, nervios, estrés, ansiedad, miedo y pánico. Entonces pues bueno, viviendo en Madrid ¿quién no tiene estrés?
Exactamente, yo creo que muy pocas personas, pero ¿cómo diferenciamos una ansiedad normal, podamos decir, a un trastorno de la ansiedad?
Pues como toda la diferencia entre lo bueno y lo malo, la intensidad, la frecuencia y la duración, es decir, es normal que yo pase por la ansiedad, lo que no es normal es que yo me quede, es decir, que la intensidad, la frecuencia empiece a interferir en lo que es mi día a día.
O sea, cuando la ansiedad se apodera de ti, por así decirlo, y tú ya dejas de ser dueña de tus actos y de lo que tú haces, es cuando ahí debemos de preocuparnos y acudir a un experto.
Exacto, cuando básicamente al final le dedicas más tiempo a la ansiedad que a tu vida, entonces que la interferencia ya empieza a producir ese tipo de bloqueos y sobre todo que empiece a desconectarme de mi día a día.
¿Los principales problemas de ansiedad cuáles son?
A ver, hay muchos porque al final como es una ansiedad vinculada a prácticamente todo, pero los más comunes son fobia social, ataques de pánico, hipocondría, ansiedad generalizada, todas las fobias, miedos, esos serían un poco los que más.
¿Y cómo se manifiesta un problema de ansiedad? ¿Una persona que lo sufre, que lo está padeciendo, es consciente o puede que no lo sea?
Pues puede que no lo sea. Uno, puede que no lo sea. Dos, puede que no le hayan dejado que lo sea. Es decir, contextualmente estamos bastante acostumbrados a que nos hayan reprimido las emociones. Es decir, desde que somos pequeños tienes que estar bien, no te tienes que quejar, tener ansiedad, tener tristezas de débiles. Entonces se junta, por un lado, que no tengo educación, no tengo una educación afectiva y lo que tengo es represivo, por lo tanto cuando me hablan de cómo me siento parece que sólo tengo una alternativa, bien. Entonces el decir que estoy mal, es obligatorio, porque mis figuras de apego cuando yo no estoy bien, o la sociedad cuando yo no digo que estoy bien, cuando siento, parece que no están tan próximos o me invalidan y me reprimen.
Cambios sociales y género en la ansiedad
¿Crees que están cambiando esos patrones? Bueno, esa educación lo primero y luego que está cambiando el que ya no haya pues ese miedo a mostrar y a demostrar tus sentimientos o cómo estás, cómo te encuentras.
Está en tránsito, está en tránsito, sí, nos encontramos ya un poco por suerte lejos de este modelo evitativo de las emociones y estamos empezando a entrar en normalizarlas, aceptarlas y creo que aquí las nuevas generaciones están siendo claves para factores como esto, para empezar a hablar de cómo me siento, empezar a normalizarlo, empezar a conciliar, empezar a sentir, empezar a vivir.
¿Quién tienen más miedo, ellas o ellos?
Bueno, yo creo que no tiene que ser una cuestión de género, pero creo que en ambos hay problemas. Los hombres desde la parte de haber sido reprimidos, en la parte de que ya directamente sentir es de débiles, por lo tanto ya tremendo, cuando tengo una emoción ya es un desastre y en la parte de las mujeres pues por muchísimos otros factores que provocan miedo, exigencias, falta de conciliación. Las mujeres españolas son las más estresadas de Europa, por algo es, entonces claro también una parte educacional y contextual muy fuerte para las mujeres, la carga mental, pues normal que se tenga miedo, normal que se tenga ansiedad, estrés.
Impacto de las redes sociales y origen de la ansiedad
Hablabas del estrés, del ritmo frenético que llevamos, pero creo que hay una parte también fundamental en la actualidad que creo que son las redes sociales. ¿Cómo influyen las redes sociales en la ansiedad de las personas hoy día?
Brutal, porque en las redes sociales al final volvemos a estar en otro estilo de apego casi evitativo, en donde si tú no eres perfecto no eres nadie, entonces al final casi sin quererlo pues hay un modelo de cuerpo, hay un modelo de éxito y ninguno sano, entonces claro todos los chicos, chicas se van hiperactivando hacia ese modelo de éxito y bueno y muchos de la gente que le va bien se va interiorizando que el camino de seguirte bien es perfecto, sin emociones, sin sufrimiento, por lo tanto es un elemento peligroso si no está bien gestionado.
¿Qué tratamientos o qué forma se puede tener de gestionar el uso de las redes sociales y el consumo? ¿Cuánto tiempo es recomendable? ¿Podemos hablar de una recomendación, una brecha de tiempo?
¿Con los adolescentes?
Bueno, imagino que en los adolescentes tendremos un horario, o sea una duración, en los adultos otra, ¿no?
Sí, mira yo no creo que sea, no soy muy partidario de lo que es el control puro, lo que soy partidario de los adolescentes es de la presencia, de la calidez y la disponibilidad de sus figuras de apego. Por lo tanto si están presentes y cálidos creo que es por ende que van a estar atentos, van a supervisar y no los van a dejar solos mientras están viendo las redes sociales, por lo tanto si tú tienes presencia y están viendo redes sociales y tú estás atento y tus hijos te ven disponible, van a acudir a ti para resolver sus dudas, para que les des pistas de por dónde sí, por dónde no. En los adultos, mucho que cambiar, lo siempre digo lo mismo. Cuando te levantas por la mañana, ¿qué es lo primero que haces? Y casi todos mis pacientes van a responder, mirar el móvil. Bueno, eso es un chute de cortisol ya tremendo de ahí para arriba, es decir, después nos extrañamos que el sistema nervioso no esté en calma, entonces yo creo que la respuesta nos la tiene que dar nuestro sistema nervioso, creo que el éxito es un sistema nervioso en calma, entonces creo que tenemos que revisar si tenemos el sistema nervioso en calma o simplemente estamos utilizando el scroll para desconectarnos.
Volviendo a la ansiedad, ¿hay una predisposición genética que afecte a este trastorno?
Bueno, a ver, esto siempre es un factor y una pregunta muy recurrente. Aquí yo creo que otra vez a la hora de preguntas recurrentes, un enfoque holístico, es decir, nunca una respuesta o un factor, nunca me quedaría con él, siempre hay que tener mucha más amplitud. Lo genético puede influir, pero, aunque influyese, tendríamos que trabajar muchísimo en otros factores, social, individual, hay muchísimas cosas a trabajar. Puede haber un poco de carga genética, pero es que eso justamente no nos tiene que llevar a no lo trabajo porque es genético, no, que tengas un poquito de carga genética solo hace que tu sistema nervioso esté activado y que trabajes en ello y que tengas que trabajar más en ello.
Y que quizás te adelantes a que esa ansiedad vaya en aumento, es como, oye, esto está aquí presente, ¿por qué no trabajarlo, hacerle caso y cogerlo cuanto antes?
Y creo que lo genético suele ser predisponente, entonces todo lo que quiere decir, si tengo una predisposición, pues más ánimo para trabajar, pero no tiene por qué darse, sin embargo, los estilos de apego son cienciales, es decir, si mi estilo de apego ha sido ansioso o el de mis padres, más bien, ha sido ansioso o evitativo, tienes un 99,9% de probabilidades de que tu estilo sea ese.
Tienes todas las papeletas ahí.
Eso sí que hay que trabajarlo.
¿Y qué pasa con aquellas experiencias o vivencias que tienen niños, bueno, niños o adolescentes? ¿Pueden estar derivadas en trastornos de ansiedad en adultos?
Por supuesto, por supuesto, aquí las experiencias que tenemos traumáticas, lo primero que me gustaría aclarar es el trauma. Como te decía antes, como no tenemos educación afectiva, nos invierte y no existe, ¿qué pasa con esto? Que todos pensamos que el trauma es el trauma, la T grande, gigantísima, que son las cosas horribles y monstruosas, que son los abusos, pues todas estas monstruosidades. Es que también tenemos la T pequeñita, que son los traumas relacionales, pues padres invalidantes, que generan miedo, que te devalúan, fríos emocionalmente, distantes, que si no haces lo que dices se distancian, todo esto al final es trauma, es otro tipo de trauma, pero es trauma, entonces ese trauma relacional va a generar también problemas de ansiedad, lógicamente. Cuando yo me interactúe con la gente no voy a tener seguridad, voy a tener un apego inseguro, lo cual se traduce en ansiedad, por lo tanto, si he estado expuesto a trauma relacional, voy a tener ansiedad.
Aquellas personas que, nunca había escuchado lo de la T mayúscula y la T minúscula, aquellas personas que han sufrido esos traumas con la T minúscula, ¿son conscientes de que lo han sufrido y lo han padecido, o hay muchos que no? Porque creo que una acción repetida durante tanto tiempo y cuando ya lo asimilas desde chiquitito, creo que lo ves como algo normal, hasta que no hablas con alguien que ha vivido, por suerte, un abrazo de su padre diario y un te quiero cada noche, pues no es consciente de lo necesario, que son palabras, pero lo necesarias que son.
Claro, de hecho, es que todo lo que ha hecho, lo ha hecho bien, lo ha hecho para sobrevivir, entonces yo creo que no empieza uno a ser consciente hasta que el traje que te ayudó a sobrevivir, te empieza a quedar pequeño, entonces cuando te empieza a apretar esa forma con la que has sobrevivido, al entorno que has tenido, también aclarar que las figuras de apego hay muchas, están los padres, están los monitores, están los profesores, profesoras, está la sociedad, entonces claro, tenemos que sobrevivir a todo esto, pero empiezas a ser consciente, pues si eres más evitativo de tus emociones, empiezas a ser consciente cuando empiezas a sentir algo, empiezas a tener tristeza, no sabes por qué, empiezas a tener ansiedad, no sabes por qué y vas buscando a alguien que te ayude a saber por qué.
¿Hay un tiempo promedio que tarde la gente, los pacientes, perdón, en pedir ayuda?
A ver, estadísticamente antes de la pandemia eran siete años desde el primer ataque de pánico, era una barbaridad, pero eran otros tiempos. Hoy por hoy creo que ya cuando ya vamos notando que algo no va bien, para eso hay que sentir, pues ahí nos empezamos a cuestionar y creo que mucha gente llega a consulta y sólo llega con la niebla, que está muy bien, es decir, cuando tú dices no sé qué me pasa, para mí es súper importante, porque que no sepas qué te pasa, dice muchísimo, dice muchísimo, entonces no sé qué no estoy muy bien, pero no sé qué me pasa. Es que no tienes la capacidad, es decir, no te han enseñado, no te han acompañado en sentir, entonces no eres capaz de dilucidar qué estás sintiendo, entonces está muy bien iniciar un proceso ahí.
¿Cómo se aprende a sentir, Santi? Gente que no sabe sentir, o sea, yo personalmente soy una persona súper emocional, pero conozco a gente que no siente, que no llora, que no ríe, ¿cómo se siente?
Bueno, es que no nos han dejado sentir, entonces cuando tú sentías te invalidaban, entonces hay que iniciar un proceso de validación de los sentimientos, es decir, buscar un apego seguro, tanto contigo como con la gente con la que vayas a trabajar, sobre todo conectando con las necesidades. Tenemos cuatro tipos de necesidades básicas, afectivas, fisiológicas, sociales y de desarrollo, pues las afectivas serían estas, cuando empezamos a conectar con las necesidades y empezamos a trabajar en ello, vamos a empezar a trabajar en sentir, pero eso va a ser el abismo para mucha gente.
¿La ansiedad se supera?
Más que superarla, que sería más como algo de lucha, yo diría que se logra tener un sistema nervioso en calma, se logra un apego seguro, se logra vencer los miedos.
¿Y el tratamiento de elección para tratar la ansiedad, cuál es?
Pues mira, eso todo al final se va validando, terapia cognitivo-conductual, pero ahora hoy por hoy, que nos va a venir muy bien para el aquí y el ahora, pero lo que hablamos, si hay trauma relacional, si hay cosas, ya lo vamos viendo, la terapia integradora va a dotar al terapeuta y a la terapia de mucha más riqueza, podemos trabajar trauma relacional, podemos trabajar trauma, podemos trabajar un montón de cosas, aparte de dominar la terapia cognitivo-conductual para dotar de herramientas en el aquí y en el ahora.
¿Y qué pasa con la farmacología?
Pues la farmacología es un recurso y como todo recurso, la sabiduría es saberlo aprovechar, es decir, al igual que un paciente si no tiene trauma, obviamente no vamos a trabajar el trauma, porque no existe. Pues habrá pacientes que necesiten farmacología, habrá pacientes que no necesiten farmacología, entonces es aquí donde hay que dilucidar si se necesita o no y de todas formas, en muchos casos, una gran muleta para el caso que lo necesite, que se abandone cuando esté reparado la parte, la herida que generaba esta ansiedad o depresión y en casos que se necesite siempre, pues habrá que verlo y valorarlo y normalizarlo.
Siempre hemos escuchado que las fobias se superan enfrentándose a ellas, ¿no? Con el tema de la ansiedad, las fobias también generan ansiedad, ¿no? ¿Esta es la mejor forma? ¿Enfrentándose a ellas? Si es así, ¿por qué?
En la receta de la abuela. Vas y ya está. Si esto fuera así, no existiríamos los psicólogos, no existiríamos directamente. Científicamente, es decir, la experiencia que nos dice que enfrentarte a la misma situación generando ansiedad todo el tiempo, re-traumatiza.
Re-traumatiza.
Es decir, es una inundación. Entonces, claro, todo el mundo cuando va al avión no quiere tener miedo. Entonces, si yo voy al avión y salgo del avión con más miedo del que entre, eso no estamos trabajando nada, sólo estamos generando más fobia normal y más frustración por parte del paciente y por parte de todos. Es horrible. Entonces, claro, es trabajar lo que nos lleva a que esa ansiedad no baje durante todo el vuelo. Si no conseguimos salir un poco más tranquilos, lo que estamos haciendo es generar más fobia.
Nombrabas a la abuela. La abuela también creo que, con perdón a todas las abuelas que nos aman. La abuela también dice, pero, ¿y por qué estás mal? Si lo tienes todo, pero estate bien. ¿Qué opinas, Santi, de estos comentarios que les hacemos, bueno, que se le pueden hacer a personas que están pasando por un momento de ansiedad, que no están bien, que psicológicamente están en tratamiento? ¿Cuál es el consejo que darías a aquellas personas? ¿Qué debemos de hacer? ¿Qué se debe hacer?
Validar. Es decir, lo que vemos ahí, lo primero que todas las abuelas, en general, lo hacen fenomenal, y lo intentan hacer lo mejor que pueden, esto que valga de entrada, a no ser que sea alguna monstruosidad, es validar. Es decir, sobre todo, porque es una parte muy evitativa. En todo nuestro buen hacer intentamos que te sientas, que no sientas. Es decir, porque lo tienes todo, pero que lo tenga todo, ahí estás invalidando la emoción. Porque yo puedo tenerlo todo lo que una sociedad más capitalista puede entender que es tenerlo todo.
Sí, salud no, porque estás mal y tienes algo que tal, pero tienes trabajo, no tienes nada como grave que te invalide, entonces es como que lo tienes todo, pero es que esa no es la respuesta que la persona que está mal necesita.
No, porque si estás sintiendo tristeza, el que yo te diga lo tienes todo es una invalidación. Estoy invalidando lo que tú estás sintiendo. Entonces, ¿qué más da que lo tengas todo? Lo que tenemos que buscar es validar. Entiendo que te sientas triste. Para lo que tú quieras yo voy a estar ahí. Es como un niño cuando tiene una rabieta que muchísima gente lo que busca es ponte bien ya, deja de llorar. No, es que nunca verás una rabieta calmarse desde lo cognitivo, desde darte una chaparreta. No, yo no quiero que me des una chaparreta. Quiero que me dejes sentir, que me abraces, que me acompañes y ya verás cómo esa chaparreta se va a calmar.
¿Cómo se calma la mente?
A ver, la mente está conectada a todo, no va por libre en esta vida. Entonces, lo que tenemos que ver primero es cómo se calma un sistema nervioso, porque va conectado con miles de millones de cosas. Pues mira, habría que trabajar las cosas que hacen que mi sistema nervioso esté hiperactivado. Por lo tanto, si es una preocupación, trabajaría validar la emoción y también cuál es el tema que me preocupe y trabajar la inseguridad que me hace que no me consiga calmar nunca.
Hay diferencias entre la ansiedad que sufre un niño o un adolescente con respecto a la de un adulto? ¿Se tratan de diferente manera?
A ver, a la hora de orientarlo, sí, porque el trabajo con un niño, con un niño sobre todo, tiene que ser desde el juego, porque desde ahí podemos trabajar mil cosas y se va a sentir más a gusto. Aún así, yo soy muy partidario de trabajar con los niños, sobre todo a partir de los diez años y antes de los diez años, siempre con los padres. Creo que es una cosa cuando un niño está teniendo ansiedad, es muy de apego, muy contextual y hay que trabajar todos desde ahí y sobre todo porque es muy pequeñito y llevarlo ahí. Ahora que las emociones son las mismas emociones con cero, con diez y con cien.
Casos emblemáticos y reflexiones finales
¿Algún caso, Santi, que recuerdes con especial cariño de estos 18 años de carrera profesional? Algo que digas, bueno, este paciente o este caso me sorprendió o me enseñó o fue todo un reto.
A ver, en general, como se dice siempre, muy tópico, que todos me han aportado y todos han sido bonitos. Yo creo que son todos bonitos en el sentido de que alguien confía en ti, ya eso es muy especial. Pero bueno, pues mira, yéndonos a esta semana, que siempre es así más fácil de verlo porque para mí todos son importantes. Pues bueno, siempre te reconforta, pues por ejemplo, ya que hablamos de fobias, fobia a volar, fobia a montar en avión y este caso que ha estado conmigo una temporada, pero bueno, trabaja fuera de España, bien lejos y ahora se va a Nueva York a trabajar. Entonces es muy bonito cuando tú dices, jo va, si eso es una fobia, pues imagínate.
Claro, pero bueno, es que es sólo una fobia, pero que te impide todo. Hace poco nos acompañó en el espacio Peri Durán, que él es piloto, y hablaba del miedo que sufre mucha gente a volar y que tenía seguidores y gente conocida que no conocían a sus nietos, por ejemplo, porque no querían volar y vivían en Argentina, sus nietos estaban aquí en España y no conocía a sus nietos todavía. Entonces es sólo una fobia, bueno, depende de cómo quieras mirarlo.
Claro, yo creo que valorarlo como sólo una fobia ya es un poco represivo, porque fíjate en este caso que te digo, porque es muy especial, porque es que si no lo hubiese trabajado, si no hubiese confiado, si no lo hubiese hecho, todo su desarrollo no se hubiese producido. Ahora es muy feliz, vive donde quiere vivir, trabaja como quiere trabajar, se va donde quiera ir, pues al final eso es precioso.
Sin duda. Santi, estamos llegando al final pero me gustaría preguntarte, ¿alguien que te gustaría escuchar en Palabras con Salud? ¿Algún mentor, algún compañero, algún profesional de la salud que te gustaría?
Sí, sí, claro, me gustaría varios, pero así pues me gustaría también en el enfoque así integrador que podemos tener de la ansiedad, pues Olga Barros me gustaría, que también es más especialista en trauma y apego y también creo que le daría una parte también muy bonita.