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DIA MUNDIAL DEL RIÑON con Dr. Quiroga y Dra. Fernández

Día mundial del riñón: Enfermedad Renal y su Prevención

Bienvenidos a «Palabras con Salud», un punto de encuentro donde hablamos con los mejores expertos para cuidar nuestro bienestar. Soy Marina Montiel y aquí cada palabra cuenta para mejorar tu salud. En este episodio especial con motivo del Día Mundial del Riñón y con la colaboración de la Sociedad Española de Nefrología, ponemos el foco en un órgano fundamental para nuestra salud y en cómo podemos prevenir la enfermedad renal. Aunque pocas veces pensamos en ellos, los riñones juegan un papel clave en la regulación de nuestro cuerpo y su deterioro puede pasar desapercibido hasta que ya es demasiado tarde. Para profundizar en este tema contamos hoy con dos invitados excepcionales: el Dr. Borja Quiroga, nefrólogo en el Hospital Universitario de La Princesa y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Nefrología, y también la Dra. Beatriz Fernández, nefróloga de la Fundación Jiménez Díaz en Madrid. Con ellos hablaremos sobre la importancia de la prevención, los avances en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad renal y el impacto de nuestros hábitos diarios en la salud de nuestros riñones.

Bienvenidos, estáis en vuestra casa. Por este día tan especial, el Día del Riñón. Si te parece, Borja, vamos a empezar por una cuestión que a mí, desde que la he leído, me ha dejado impactada: ¿Hay más pacientes renales que parados en España?

Dr. Quiroga: Sí, efectivamente, y por eso probablemente haría falta un día mensual del riñón para intentar concienciar a la gente de que tiene que valorar si sus riñones funcionan bien, porque el dato de que existen 6 millones de personas en España que tienen enfermedad renal, eso es un 15%, eso es uno de cada siete; si conoces a siete personas, una tiene enfermedad renal. Es que la mitad, 3 millones, no lo saben. Y si uno no sabe que tiene una enfermedad, es muy difícil intentar tratarla y frenar su progresión.

¿Y es cierto que ha aumentado en los últimos años?

Dr. Quiroga: Ha aumentado en los últimos años y cada vez lo hace más, hasta el punto que dentro de las 10 causas de muerte en España es la única que aumenta porque no se detecta, y si no se detecta no se puede tratar.

¿Está infradiagnosticada?

Dra. Fernández: Está infradiagnosticada y está infratratada. Lo que no conoces no tratas, lo que no se ve no se puede tratar. Entonces, es muy importante saber que la enfermedad renal la mayor parte de las veces es asintomática. Nosotros no tenemos conciencia de que tenemos la enfermedad renal y, por tanto, y por eso es tan importante tomar una serie de medidas y darse cuenta: hacerse una analítica, tomarse la tensión arterial, tomarse una glucemia, son cosas muy habituales, son cosas muy sencillas que podríamos hacer en nuestra vida diaria y no las hacemos. Y es fundamental que tengamos una conciencia de que existe el riñón y de que existe la enfermedad y tenemos que poder ser capaces de prever en cierta medida, aunque haya algunas cosas que no podemos prever, otras sí, y el hecho de que podamos tener una previsión y tener una cierta tendencia a ver la evolución que estamos teniendo nos va a hacer mucho más conscientes y mucho más partícipes de la enfermedad del riñón que podríamos llegar a tener en un futuro.

La función del riñón: mucho más que una depuradora

Borja, he leído que son los los grandes olvidados, como nos comentaba Bea. ¿Cuál es la función de los riñones? Porque la mayoría cree que son una depuradora de desechos, ¿es así o no estoy en lo cierto?

Dr. Quiroga: Sí, es curioso que sea el órgano más desconocido, más olvidado, y corrígeme si me equivoco, es el más complejo y el más interesante. Si no, ¿qué haríamos nosotros aquí? Y lo es porque se tiende a simplificar mucho su función. Efectivamente, es una depuradora de desechos, aunque aquello suene fatal, no parece que estamos hablando de una piscina que elimina los pelos que quedan por encima. Y no, lo que hace es tratar de eliminar algunas sustancias que proceden de reacciones del organismo, y bien, y eso lo hace y correcto. Esa es la función, una de las funciones que tiene. Pero además tiene otras muchas y algunas muy interesantes y que seguro que son bastante desconocidas.

Por ejemplo, fabrica la eritropoyetina. La eritropoyetina sirve para regular la anemia. La eritropoyetina, igual a la gente le suena de la EPO de los ciclistas en su momento, ¿no?, que se pinchaban para hacer deporte más fuerte. Lo hacían porque en realidad la eritropoyetina lo que hace es una señal a la médula ósea para fabricar más glóbulos rojos que llevan más oxígeno y por tanto nos permiten hacer más deporte. Pues eso se sintetiza en el riñón. Cuando un paciente tiene enfermedad renal crónica, tiene anemia. Regulan el calcio y el fósforo, y esto, ¿el calcio y el fósforo qué es? Esto es lo que hace que nuestros huesos estén bien y estén fuertes. Y cuando alguien tiene enfermedad renal crónica, entonces sus huesos están regular, se genera una especie de, aunque no es lo mismo, osteoporosis. Pero si tengo que destacar una función desconocida hasta hace 30 años, pero que es tremendamente importante, es que tiene la proteína antienvejecimiento que se llama Klotho, y está en el riñón. Y cuando una persona tiene enfermedad renal crónica, envejece muy rápido. Por eso la enfermedad renal crónica se asocia a vivir menos, a envejecer más rápido.

¿Podemos decir entonces que la enfermedad renal puede ser sinónimo de muerte?

Dra. Fernández: La enfermedad renal puede y es sinónimo de muerte. Y ha dicho una cosa muy interesante Borja antes. La enfermedad renal se relaciona directamente con el déficit, con la pérdida de una hormona importantísima antienvejecimiento. Nuestras arterias, cuando tenemos enfermedad renal, envejecen mucho más rápidamente. El envejecer más rápidamente nos va a llevar a la muerte. Todos nos vamos a morir. La diferencia es que las personas con enfermedad renal crónica, cuanto más avanza, esta muerte va a ser prematura, y esto tiene muchísimas implicaciones, porque tiene implicaciones para la salud cardiovascular y tiene implicaciones a muchos órganos y a muchos niveles, porque como muy bien ha comentado antes Borja, una de las funciones de depuración del riñón, el riñón es un entramado de muchos pequeños vasitos que van depurando toda la sangre. Cuando esos pequeños vasitos se estropean, nosotros vamos a tener más probabilidades de tener problemas a muchos más niveles en el organismo, problemas cardiovasculares mucho más serios que nos pueden llevar a fallecer antes que el resto de la población.

Es tan importante la muerte renal, es tan importante la enfermedad renal, que no la conocemos, y siempre asociamos muchas veces la el morir o la enfermedad a patologías como los cánceres, como las neoplasias, y la enfermedad renal puede provocar más tasas de personas que fallezcan que algunos tipos de neoplasias o de patologías de cáncer.

Enfermedad renal en jóvenes y prevención

También tendemos a relacionarla con los más mayores, pero a los jóvenes también les afecta, ¿esto?

Dr. Quiroga: Sí, estamos acostumbrados a verlo desde ese punto de vista, probablemente porque cuando uno desarrolla una enfermedad renal hasta que precisa de la famosa, voy a decir, del angustiante diálisis, pasan muchos años. Cuando, por ejemplo, la primera causa de tener enfermedad renal crónica, que es la diabetes, uno desarrolla una diabetes, una enfermedad renal hasta que necesita diálisis o un trasplante o lo que sea para depurar los riñones que no funcionan, pasan 20 o 30 años. Por eso ese desenlace lo vemos en personas mayores, pero la gracia no es a los pacientes cuando ya no tienen solución entre comillas, cuando no vamos a poder prevenir este deterioro. Lo importante es detectarlo tempranamente, y la mayor parte de estas enfermedades se desarrollan un poco antes. Pero además hay enfermedades relacionadas con el riñón que son propias de la población joven, y esas si no las detectamos, el pronóstico es el mismo. De hecho, voy a dar un dato que es horroroso, y es que una persona que necesita diálisis con 20 años pierde 40 años de vida, se muere 40 años antes. Ese sería el dato para que veas la importancia de detectarlo. Da igual, da igual 20 años que 30 años. Claro que detectamos enfermedad renal en nuestro día a día en pacientes entre 20 y 30 años menos que en los pacientes que tienen 50, 60 o 70, pero también y el impacto es mayor.

Claro, el impacto. Y te tiro la bola ahora, Bea, ¿prevención, o sea, cuál es la mejor prevención?

Dra. Fernández: Pues mira, el impacto es muy alto. La mejor prevención es siempre una buena salud cardiovascular que nos va a llevar a tener una buena salud renal; una ingesta de agua correcta, tomarnos la tensión arterial, una dieta correcta. La dieta es muy importante. La dieta mediterránea es la mejor dieta que podemos tener. El consumo de alimentos ultraprocesados nos hace muchísimo daño, el consumo de alcohol nos hace daño, el tabaco nos mata, y nos mata a muchos niveles. Las personas que fuman tienen muchísimo más riesgo de tener una patología y que la patología renal sea más florida que las personas que no fuman. El hecho de tener un control adecuado de la glucemia, un control adecuado del azúcar, no tener obesidad, intentar mantenernos lo más saludables posibles con un buen ejercicio físico. El ejercicio físico también es fundamental, es decir, todas estas actitudes que debemos mantener para mantener una buena salud en general, esas nos van a llevar a prevenir en muchísimos casos la evolución hacia una mala salud general, una mala salud renal y una mala salud cardiovascular.

Diagnóstico temprano: creatinina y proteínas en orina

Borja, si no conseguimos prevenirlas y hay que diagnosticarlas, ¿qué pruebas tenemos para eso?

Dr. Quiroga: Pues dos pruebas muy sencillas que, bajo mi punto de vista, y nuevamente te miro porque supongo que estarás de acuerdo conmigo, se debería hacer toda la población en España todos los años.

¿Toda la población en España todos los años?

Dr. Quiroga: Ahora mismo no se hace. Esto se llama cribado, lo que yo estoy proponiendo, igual que se hace un cribado de los cánceres de mama, de próstata con resultados directos en mortalidad, en reducción de la mortalidad, hasta el punto de que han salido de las causas de muerte en España por diagnóstico precoz. ¿Por qué no lo hacemos en la enfermedad renal crónica?

¿A partir de qué edad, Borja? Perdona.

Dr. Quiroga: Por mi parte, a partir de los 20 años se podría hacer.

A partir de los 20 años, ¿toda la población cada año?

Dr. Quiroga: Pero, ¿por qué no se podría hacer si lo que hay que hacer es una analítica de sangre en la que se mide un parámetro muy sencillo que es la creatinina, que es una molécula, una proteína que sale del músculo, llega al riñón y se filtra. Se filtra el 99%. Cuando el riñón deja de funcionar, se deja de filtrar y sube en sangre. Ya tenemos el primer parámetro. Y el segundo, esa creatinina lo que traduce es cómo filtra el riñón, cómo elimina las toxinas que decíamos antes, ¿no?, los desechos. Y la segunda función que tiene el riñón es no dejar escapar cosas que son buenas: proteínas y células, glóbulos rojos, glóbulos blancos. Detectar proteínas en orina, sencillísimo. Y creatinina en sangre, sencillísimo. Vale un euro. ¿Se lo puede permitir el sistema sanitario? Claro que se lo puede permitir, sobre todo porque eso va a generar un aumento de los diagnósticos, un aumento de los tratamientos y una mejoría pronóstica de los pacientes.

Además, dímelo tú, o sea, cualquier persona debe de hacerse una analítica mínimo al año, ¿no?

Dra. Fernández: Sí, sí, en general sí. Hombre, personas tan jóvenes de igual o menos de 20 años, también por no generar esa sensación de enfermedad en adolescentes, en gente muy joven, ¿no?, pero a partir de los 20 años yo creo que sí, y de hecho nos encontramos con un problema en la enfermedad renal crónica, y es que la analítica de sangre por lo general sí la suelen tener. De hecho, más o menos por cada 100 pacientes que se hacen una analítica de sangre y tienen creatinina, solo uno tiene una analítica de orina con pérdida de proteínas, y ahí estamos perdiendo muchos diagnósticos, porque mucha enfermedad renal empieza por la pérdida de proteínas en la orina. Así que dos pruebas que deben ir de la mano si yo quiero evaluar un paciente que tiene una enfermedad renal o si quiero saber si alguien la tiene o no la tiene: creatinina en sangre y proteínas en orina.

Síntomas de alerta y hábitos saludables

Bea, ¿qué síntomas de alerta nos pueden alertar, valga la redundancia, de que algo no va bien en nuestros riñones?

Dra. Fernández: Hay varios síntomas que, por supuesto, nos van a alertar: en el hecho de la pérdida de proteínas en la orina, cuando nosotros tenemos una pérdida masiva, una pérdida muy importante de proteínas en la orina, con mucha frecuencia, cuando vamos al cuarto de baño y hacemos un pipí suele tener espuma. Eso es una posible alerta. También el hecho de que cuando vayamos a hacer pipí podamos tener sangre por la orina. Eso, por supuesto, nos pone sobreaviso. Pero son muy sutiles estos cambios porque realmente no vamos a darnos mucha cuenta, la orina al final tampoco nos fijamos tanto y no es tan expresiva. Hay varias cosas que nos ponen sobre aviso: la tensión arterial elevada. Eso es uno de los principales hallazgos que ocurren cuando empezamos a tener problemas de riñón, empieza a incrementarse la tensión arterial de tal manera que muchas veces no sabemos si ha sido antes el huevo o la gallina. A veces, cuando hacemos una analítica, normalmente no nos tomamos la tensión, algo tan sencillo, fíjate. Imagínate que tú vas y te tomas la tensión y o la tienes un poco más elevada, más elevada de lo que te tocaría. Cuidado, porque no todos tenemos por qué tener la hipertensión arterial diagnóstica típica de por encima de 140 por encima de 14-9, como dice la población general. Una persona joven con una tensión que no le corresponde, con una tensión un poco más elevada de lo que le correspondería, ya tiene que tener unos ciertos síntomas más de alerta. Si estamos un poquito más de sobrepeso, si no estamos haciendo un ejercicio, si tenemos alguna a lo mejor alguna familiar o algún familiar que haya tenido una enfermedad en los riñones o que te hayan comentado alguna vez alguna alteración en los riñones en alguien de la familia, esto nos tiene que poner sobre alerta, y muy importante, cuando tengamos algún pequeño síntoma, incremento de la tensión. A veces los diabéticos en general se suelen hacer muchas analíticas, pero muchas veces, de repente, oye, pues te hacen una analítica en la empresa y te das cuenta de que tienes algunos pequeños parámetros alterados como pueden ser la glucemia, por supuesto, como puede ser la creatinina. Cuidado, y muy importante, solicitemos, pidamos, igual que se pide al médico saber el colesterol, oye, ¿qué tal están mis riñones? ¿Qué tal está mi albúmina en la orina? ¿Mis proteínas en la orina? No me habéis hecho una analítica de orina. Esto es fundamental, por lo que hemos comentado antes, es muy asintomática, y por tanto, al ser asintomática, los signos de alarma son muy sutiles, y hemos de tenerlos muy en cuenta. Y sobre todo, darnos cuenta de que si sabemos que podemos tener algún tipo de patología renal en la familia, de enfermedad en la familia, hagamos un clic y nosotros seamos los que vayamos a pedir que nos hagan estas pruebas que antes ha comentado Borja.

Borja, Bea antes comentaba, nombraba la palabra del agua. Hablemos un poco de agua. ¿Cuánta agua hay que beber? ¿Es cierto eso de los 2 litros? Cuéntanos un poco porque creo que, bueno, yo voy cargada todo el día con la botella de agua y hay veces que digo, «me encantaría que la botella del agua me diera así como algún calambre para recordarme que tengo que beber agua», pero no sé si tengo que beber realmente esos 2 litros, si tengo que beber lo que me apetezca. Cuéntanos.

Dr. Quiroga: Es una pregunta que hacen todos los días de nuestras vidas en todas las consultas: «¿Tengo que beber yo 2 litros de agua?». No hay consulta sin 2 litros de agua. Porque es dos, da igual que seas grande, pequeño, deportista, da igual, 2 litros, no. Bueno, pues todo lo que es así fijo en la medicina no vale para nada y no tiene ningún fundamento. En realidad, si queremos saber el agua que tenemos que beber, nos tenemos que fiar de un estímulo tremendamente potente que empieza en el riñón y acaba en el cerebro, que es la sed. Todo el mundo lo conoce. Pero si quieres saber la evidencia que hay detrás de cuánto agua tenemos que beber, en realidad voy a dar cifras un poco generales para no volvernos locos, pero el riñón necesita medio litro de agua para eliminar todas estas toxinas que comentamos cada día. Pero además nosotros perdemos agua de manera insensible sin darnos cuenta por la respiración, por la transpiración de la piel. ¿Cuánto es eso? Más o menos 800 ml a 1 litro al día. Esto estoy hablando en condiciones normales de sedentarismo, no si voy al gimnasio a hacer deporte, no si salgo a la calle en un día de calor, no si tengo pérdidas digestivas, por ejemplo. En condiciones normales, un basal de en torno a 1.2, 1.5 litros de agua sería un poco la cantidad mínima.

Y digo, estoy hablando en general, porque hay pacientes con enfermedades que no pueden beber tanta agua y hay que limitarla porque la acumulan, porque no la eliminan bien, tienen problemas en el riñón, no la bombean bien, porque tienen problemas en el corazón. Lo de los 2 litros no tiene evidencia como tal. De hecho, la OMS recomienda también de manera muy anecdótica, voy a decir, entre cuatro y seis vasos de agua al día. Da igual que sea un vaso así que un vaso de Coca-Cola del McDonald’s de Nueva York. Pero más o menos eso se traduce en alrededor de 1 litro y medio. Pero la clave yo creo es fiarse de la sed, porque ya te digo que es un estímulo que se detecta en el riñón por la cantidad de agua que necesita el riñón para eliminar esas toxinas y no le está llegando al cerebro.

Y del agua al café, ¿qué pasa con el café y nuestros riñones, Bea?

Dra. Fernández: Bueno, el café siempre esa es otra pregunta que nos hace mucho para la tensión, ¿debo, puedo beber café? Sí, se puede beber café y de hecho la cafeína y ciertos componentes del café son beneficiosos hasta cierto sentido y hasta cierta hora del día. Acaba de salir un estudio muy interesante en una revista científica de muy buen nivel, de primer nivel, en el cual nos dicen que podemos beber café pero por la mañana, fíjate, hasta mediodía. Tomar café por la mañana mejora la salud cardiovascular y es potencialmente beneficioso a todos los niveles.

¿Después de comer ya no?

Dra. Fernández: Este estudio no ha sido capaz de demostrar que después de comer esto pueda ser beneficioso, pero hay algunos estudios muy curiosos y muy interesantes sobre los efectos del café en pacientes diabéticos, y en algunos estudios tan curiosos como estudios que se han hecho en pacientes diabéticos en los Estados Unidos tomando café, fíjate, café de café, café americano, café solo americano. Es decir, café bastante aguadillo, ha mejorado sustancialmente la capacidad de la insulina de fijarse a los tejidos.

Pero, ¿y diremos que solo el café natural?

Dra. Fernández: Sí, muy importante, solo natural. Torrefacto es tóxico, en general, café torrefacto, y esto lo saben muy bien las personas que viven en países latinoamericanos, es bastante tóxico y además está medio quemado con lo cual no nos ayuda mucho.

Salud renal en la mujer y enfermedades frecuentes

Bea, me gustaría que nos contaras un poco sobre la salud renal y la mujer.

Dra. Fernández: Mira, fíjate, la salud renal y la mujer es muy importante y es cada vez más importante. Desafortunadamente, en nuestras vidas diarias, las mujeres actualmente y sobre todo en la población occidental, somos madres mayores. Madres mayores hablamos a partir de los 35 años, que a nosotras nos parece que es una edad estupenda pero ya a partir de esta edad existe un incremento del riesgo de desarrollar una serie de patologías ligadas en cierto sentido a la edad y también ligadas en cierto sentido a que a veces necesitamos someternos a ciertos tratamientos como pueden ser tratamientos para la fertilidad, para incrementar la ovulación, tratamientos incluso de ovodonación, en los cual existe un incremento sustancial de la posibilidad de que tengamos lo que se llaman estados hipertensivos del embarazo, es decir, hipertensión ligada a la placenta que se llama preeclampsia o incluso hipertensión relacionada ya con el tema de la edad en la mujer. Esta hipertensión ocurre durante la gestación y se va incrementando conforme vamos aumentando en la edad gestacional. Si no controlamos esta hipertensión durante el embarazo, esto nos puede llevar a tener muchos problemas, problemas para nosotras y problemas también para nuestra descendencia, problemas en nuestro hijo futuro, y es muy importante que haya un control estricto que se suele hacer a limón entre el ginecólogo y el nefrólogo de los estados de hipertensión durante la gestación. Pero, ¿qué pasa cuando nosotras ya hemos tenido nuestro bebé en brazos? Ahí hay un pequeño hándicap y es que durante algunas semanas, incluso meses, podemos tener un incremento por el tema hormonal de esa posibilidad de estar hipertensas. El problema en la mujer radica a veces en que nos dejamos un poquito de lado a nosotras mismas porque estamos cuidando a otras personas. Estos cuidados ocurren durante muchos más años en nuestra vida, y ahora lo vamos a hablar, pero durante este tiempo hay que seguirnos cuidando y hay que seguir manteniendo una buena salud a ese nivel, tomando hipotensores si es necesario hasta que desaparezca la hipertensión, que normalmente se resuelve. Pero cuidado porque nos puede dejar una pequeña huella en un porcentaje muy variable de casos, 5, 10, 20, 25% de casos, en los cuales a futuro habremos de tener cuidado.

Y lo mismo ocurre con la diabetes gestacional, también muy ligada a ser madres en una edad un poquito más madura. Debemos de cuidar la diabetes gestacional porque también puede dejar una impronta futura al hecho de ser diabéticas más adelante en nuestra vida. Y cuando ya llega la época de la menopausia, la época del climaterio, en el que vamos a perder esa protección hormonal que tenemos con los estrógenos y con la progesterona, ahí la equiparación entre hombres y mujeres respecto a la salud renal y respecto a la salud cardiovascular ya es la misma y si hemos tenido algún tipo de percance durante la época intragestacional o postgestacional, ahí nos tenemos que cuidar muchísimo. Y te insisto, cuidarnos a nosotras implica poder cuidar después mejor a los demás. Y en eso la mujer a veces cae un poquito en desventaja. Va menos al médico y cuida más a los demás.

Dr. Quiroga: Eso tú cuentas el dato de el porcentaje de infradiagnóstico de la enfermedad renal propiamente dicho en la mujer respecto al hombre, y es un dato que no tiene ningún sentido que existiera. Simplemente, bueno, pues que te preocupas menos porque te diagnostican.

Dra. Fernández: Te preocupas menos porque te preocupas más de otras cosas, y es importante cuidarnos nosotras para poder cuidar a los demás, eso hay que recordarlo.

Borja, tanto en ellas como en ellos ¿cuáles son las enfermedades del riñón más frecuentes?

Dr. Quiroga: Las enfermedades del riñón yo creo que se pueden clasificar en dos grandes bloques. Las más sencillas de entender son las que afectan a todo el cuerpo y secundariamente al riñón. Digo secundariamente, aunque en realidad es a la vez. A la cabeza, lo hemos comentado ya 38 veces, pero una vez más, la diabetes. La diabetes es la primera causa de enfermedad renal en el mundo y la primera causa por la que las personas tienen que dializar. O sea que estamos hablando de una causa efecto inmediata, grande e importante. Dentro de estas enfermedades conocidas, está la hipertensión. Una hipertensión mal controlada desemboca en una enfermedad renal. Algunas causas inmunológicas, autoinmunes de las defensas, muy conocido por ejemplo el lupus.

Pero luego hay enfermedades propias del riñón que afectan sobre todo al riñón. Aunque todo lo que afecta al riñón, y esto es un mensaje muy importante, afecta a todo el cuerpo. Ya no entendemos la medicina de una manera organicista pensando «yo tengo una enfermedad del riñón, me curo la enfermedad del riñón». No, si yo tengo una enfermedad del riñón, tengo una enfermedad del cuerpo y esto me afecta al corazón, a los vasos sanguíneos, incluso al cerebro, ¿no? Entonces estas enfermedades primarias del riñón afectan principalmente al riñón. Por cierto, suelen ser más típicas de personas más jóvenes, suelen ser como más agudas en general, y bueno, sería el segundo bloque dentro de los dos tipos de enfermedad. Te diría el nombre, pero igual es es liarnos un poco, ¿no?, con patologías que yo creo que no tienen sentido. Secundarias a otras enfermedades y primarias del riñón.

Genética, tratamientos y diálisis

¿Y la genética, Borja?

Dr. Quiroga: Y la genética es una revolución a día de hoy. La genética es es muy complicada de entender, de hecho, necesitamos más genetistas y si pueden ser nefrólogos, más. Pero todas las patologías han avanzado mucho en el campo de la genética, hasta el punto que se ha creado la especialidad de genética como tal en España, que no existía. En España se ha publicado a través de la Sociedad Española de Nefrología un estudio muy importante, muy grande, en el que se ha evidenciado que dentro de las personas que alcanzan el grado de insuficiencia renal avanzada con necesidad de diálisis o de un trasplante, nos encontramos con un grueso enorme de personas que no sabemos por qué tenían esa enfermedad renal. Hasta uno de cada cinco entraban en diálisis o necesitaban un trasplante y no sabíamos por qué lo tenían. Bueno, pues ahora sabemos que entre el 25 y el 50% de ellos eran por causas genéticas. Lo que pasa, como te digo, las causas genéticas son difíciles de evaluar. Esto no es que me haga una analítica y digo, «anda, el gen».

Hay genes que están muy claros ligados a enfermedades renales, por ejemplo, la poliquistosis renal, que es muy conocida. Pero hay otros genes por descubrir y nos encontramos a veces en un panel genético, tú vienes, yo tengo una enfermedad renal y digo, vale, le paso un panel genético y tiene afectado este gen, pero ¿esto tiene relación con la enfermedad que tiene o es la primera vez que yo lo estoy cubriendo? Pues de ahí viene un poco la dificultad, ¿no? Entonces esto ha generado este estudio y un poco las políticas en general sanitarias a nivel mundial que tienen que ver con con la genética, que se incorporen genetistas a los equipos de de nefrología. En mi caso, por ejemplo, yo trabajo con una genetista y trabajamos con ellos para poder interpretar a estos pacientes tan complicados. Así que a la pregunta de la genética: la genética 100%.

100% y estáis en ello, ¿no?

Dr. Quiroga: Estamos en ello. Estamos en ello.

Bea, ¿qué tratamientos tenemos?

Dra. Fernández: Bueno, tenemos tratamientos en líneas generales. Tenemos tratamientos para líneas generales y luego tenemos tratamientos, como muy bien ha comentado antes Borja, que van dirigidos específicamente a la patología o a la enfermedad puntualmente en el riñón, que no vamos a hablar porque muchos de ellos son tratamientos inmunosupresores muy complejos, tratamientos inmunológicos para ir directamente hacia anticuerpos, o sea, son anticuerpos para ir directamente hacia el daño primigenio que ha originado la debacle digamos de ese daño renal. Pero en líneas generales, todo lo que pueda ir implicando a los inhibidores del sistema renina-angiotensina, que es como nosotros los llamamos, van a ir dirigidos a disminuir el incremento de angiotensina. La angiotensina es mala para el riñón y la angiotensina es mala para muchos otros órganos porque son tratamientos que además también van dirigidos hacia patologías cardiovasculares y hacia patología vascular en general. Y también ahora han salido unos fármacos nuevos que se llaman inhibidores del SGLT2. Es un grupo terapéutico que también ha aparecido ligado al tratamiento para la diabetes y que ha demostrado que puede mejorar no solamente la diabetes sino también las enfermedades renales en líneas generales bajando la famosa proteína en la orina, bajando la famosa albuminuria, y esto va secundariamente a generar una disminución de las posibilidades de tener enfermedad renal crónica más avanzada.

Esas son las dos líneas principales que ahora mismo utilizamos para la patología renal en general, independientemente muchas veces de la causa primigenia que la ha originado. Y luego también para patología relacionada con la obesidad, tan sumamente importante. La obesidad está íntimamente ligada a la patología renal. Existen ahora tratamientos que ahora son muy famosos, todos los tratamientos con agonistas del receptor del GLP-1, que en pacientes con sobrepeso y con obesidad, personas que viven con obesidad y con enfermedad renal, han demostrado una disminución importantísima de la mortalidad de la albúmina en la orina y por supuesto de las posibilidades de llegar a tener enfermedad renal avanzada y acabar en diálisis, que es una cosa muy importante que nosotros no queremos.

¿Cuándo hay que recurrir a la diálisis y qué supone para un paciente que tenga que recurrir a ella y además se puede dar en casa?

Dr. Quiroga: Bien, muchas preguntas en una, pero muy interesantes todas. La diálisis es la última alternativa. De hecho, cuando los pacientes alcanzan un grado de enfermedad renal muy avanzado, que en realidad es cuando podemos empezar a tener síntomas, porque recordemos que los estadios iniciales la enfermedad renal es asintomática, pues ese último grado de enfermedad renal es el que nos lleva a necesitar una terapia de reemplazo renal, que es como lo llamamos. ¿Por qué no decimos diálisis directamente? Bueno, porque tenemos una alternativa mejor, el trasplante, y no lo podemos olvidar. Vale, cuando nos falla el riñón, tenemos la diálisis o tenemos el trasplante. ¿Cuándo empezamos diálisis? Cuando no tenemos otra opción.

Nosotros somos la primera especialidad que queremos desaparecer porque nos encantaría diagnosticar a todos los pacientes y que ninguno necesitará ni diálisis ni trasplante aplicando este diagnóstico precoz. Pero llegado al punto en el que el riñón funciona muy poquito y hace que se nos acumulen tóxicos o que nos den síntomas que son incompatibles con la vida, con la calidad de vida que tenemos, entonces necesitamos que una máquina o un riñón nuevo, un riñón trasplantado, nos dé esa función. Hablando solo de la diálisis, tenemos dos tipos: la hemodiálisis, que es sacar sangre del cuerpo a través de los vasos sanguíneos, pasar por una máquina y devolverlo al cuerpo depurado; y diálisis peritoneal, que es a través de la tripa, ponemos un catéter en la tripa y a través del peritoneo, que es una membrana que recubre los órganos, se produce ese intercambio de líquido, bueno, por líquido malo, se eliminan las toxinas. La diálisis peritoneal es eminentemente domiciliaria, se hace en casa siempre. La hemodiálisis en general se hace en los hospitales o en los centros de diálisis, pero también un porcentaje de pacientes, 0.3 en España, te doy el dato porque lo conozco, se hace también en domicilio, aunque es verdad que es un pelín más complejo. Pero nosotros queremos que si te tienes que dializar, que sea en casa, que es mucho mejor.

En cuanto al trasplante, Bea, ¿qué avances podemos destacar?

Dra. Fernández: Fíjate, España es un país muy trasplantador. Tenemos una de las tasas de éxito mayor de trasplante del mundo entero. Podemos ponernos esta medalla. No solamente de trasplante renal de donante, de donante cadáver, también de trasplante renal de donante vivo. Esto es muy importante porque realmente en el trasplante es digamos que la mejor de las terapias de sustitución de la función renal, aunque no sustituye completamente pero sí es la mejor de ellas. Por supuesto la que más nos va a ayudar a seguir conviviendo con una vida prácticamente similar a la que teníamos previamente a tener la patología renal y por supuesto mucho más llevadera, porque realmente lo que vamos a tomar es una serie de tratamientos, tratamientos inmunosupresores, digamos, para bajar un poquito la inmunidad y hacer que este injerto nuestro no vaya un poco contra nosotros mismos o viceversa. Pero realmente hay algo muy importante y muy interesante y es promover la donación. La donación es altruista, la donación de donante vivo emparentado o incluso no emparentado también es un acto altruista, no expone a grandes problemas a la persona que dona, se puede vivir perfectamente con un solo riñón estando una persona saludable y manteniendo por supuesto esta salud renal de la que ya hemos hablado. Y yo quiero abogar por esto, ¿no?, por promover la donación. España es un país que promueve la donación en todos los contextos. Hay muchos avances, por supuesto, hay avances en el tratamiento, hay avances en la inmunosupresión, hay avances importantísimos en el en el tipo de donante, en los tiempos, en disminuir los tiempos que hay entre que el paciente llega a la puerta de urgencias para recibir un órgano y la cirugía y la recepción de ese órgano, cada vez es mejor. Pero sobre todo yo abogo por que la donación sea algo social porque es un acto maravilloso que debemos promover.

Sin duda. Estoy totalmente de acuerdo contigo, Bea, creo que es algo muy importante y que debemos de hacer hincapié en ello. Tengo aquí una sección muy interesante, muy breve porque apenas ya estamos sin tiempo, y son mitos sobre la salud renal. Ya hemos hablado de algunos de ellos. El alcohol, ¿afecta más al hígado que a los riñones, es cierto o también tiene que ver con ese impacto en la función renal?

Dr. Quiroga: Afecta más al hígado, no vamos a recibir tampoco todas las críticas sobre nuestro órgano. No, afecta más al hígado, pero también al riñón. Yo siento decir que el consumo saludable de alcohol es cero. Esto no implica que uno tenga que dejar radicalmente el alcohol, debería hacerlo si quiere estar 100% seguro de que no le va a afectar a su organismo, pero lo que atrae es el concepto de empoderar nuestras propias decisiones. Tomar alcohol es malo y esto está demostrado científicamente. Que tú te tomes una copa de vino implica que tú vas a dañar tus órganos, si asumes ese riesgo, sí. Y no es lo mismo tomarse una copa de vino en las comidas que tomar una botella de whisky cada noche, evidentemente. Pero el alcohol daña al hígado inicialmente. Ya hemos dicho que cuando un órgano se daña, en realidad lo que se daña es todo el cuerpo, todo el cuerpo.

Beber agua en exceso, ¿limpia los riñones, Bea?

Dr. Quiroga: Beber agua en exceso no limpia los riñones porque no es un órgano sucio. Dra. Fernández: Porque no es un órgano sucio. Y, lo segundo, porque como muy bien ha dicho Borja, el agua que tenemos que beber es el agua que tengamos sed.

Correcto. Yo tenía aquí otra apuntada pero ya nos lo has dicho, y es que si tengo un solo riñón, ¿puedo llevar una vida normal?

Dra. Fernández: Completamente normal, por supuesto que sí.

Las proteínas en la dieta, ¿pueden dañar los riñones, es un mito o una verdad a medias?

Dr. Quiroga: Es un debate. Es un debate porque aquí sí que hay que individualizar quién nos está preguntando si puede tomar proteínas. Yo creo que cuando hablamos de proteínas nos referimos sobre todo a suplementos de proteínas, no a las proteínas de la dieta, que bueno, puede estar un poquito más elevadas o menos elevadas. Si uno tiene enfermedad renal, sí tiene marcado un dintel de proteínas que debe tomar, en torno a 1, 1.2 gramos por kilo día, y esto es porque este exceso de proteínas sí que puede dañar a los riñones. Ahora, con función renal normal y sin proteínas en la orina, o sea, función renal normal de verdad, el consumo de proteínas y asociado a un aumento de la masa muscular, y por eso hay esta necesidad de empezar a tomarlo en los gimnasios, que ya se arrastra desde hace tiempo, pero que ahora tiene un punto muy importante, y es la calidad de la proteína que tomamos.

Si la calidad de la proteína que tomamos es pura y es de un laboratorio certificado, en principio no hay mayor problema. Hasta dónde, población general sin enfermedades, no hay ningún estudio que haya demostrado que consumos hasta 2.5 gramos por kilo día tengan un efecto nocivo. Yo no hablo de deportistas de élite donde el dintel se puede subir un poco más. De todos modos, esto, como es un concepto un pelín controvertido, siempre es interesante consultar con un nutricionista o con un médico especializado en nutrición para saber hasta qué punto puedes llegar, porque igual tampoco necesitamos 2.5. 2.5 es una barbaridad de consumo de proteínas, eso no es una cosa que que se realiza habitualmente, hace falta mucho suplemento para tomar. Pero en principio hasta ese dintel no habría mayor problema.

Y por último, ¿es cierto que los suplementos de magnesio y potasio pueden dañar a los riñones?

Dra. Fernández: Bueno, igual que hablábamos de los suplementos proteicos, de la misma manera podemos hablar de los suplementos nutricionales. ¿Los necesitamos, sí o no? Una dieta mediterránea saludable con toda su fruta, con su verdura, con su pescado, con su proteína de origen vegetal, con su con sus ácidos grasos omega-3 maravillosos del pescado fantástico que tenemos en España, no deberíamos necesitar incrementos de suplementos más allá de lo que tenemos en la dieta habitual, en una dieta saludable insisto.

Y luego tenemos algunas particularidades. Hay personas que tienen unas dietas concretas, personas veganas, personas que tienen unas dietas vegetarianas, que por supuesto son tan loables como cualquier otra, pero que sí que a veces necesitan suplementación de determinadas de determinados productos o determinados iones que tienen digamos, déficit o, que no se están absorbiendo de una forma correcta. Otra cosa muy diferente es que nosotros tengamos una patología. Si nosotros tenemos una enfermedad, y como dice muy bien Borja, el cuerpo es uno, y el cuerpo no está enfermo del riñón, no está enfermo del corazón, no está enfermo del colon, el cuerpo es uno. Si tienes una patología, por ejemplo, renal, hay un incremento de potasio. ¿Qué significa eso? Que si yo tomo suplementos de potasio y tengo una patología en el riñón, por lo tanto me quedo con parte del potasio, tengo un riesgo bastante importante de poder tener una arritmia, de poder tener una patología. Fíjate, voy a tener un riesgo de que esa acumulación ¿dónde vaya? A la membrana cardíaca, es decir, no va a ser estrictamente en un pie, no, me puede llegar incluso a parar el corazón. Entonces, como muy bien comentaba antes Borja, lo más importante es saber cuál es tu estado de salud, cuáles son tus requerimientos nutricionales y hasta dónde puedes llegar en determinados suplementos. El riñón, como buena depuradora que también es, va a quedarse con lo que necesita y va a eliminar lo que no necesita. Por lo tanto, muchas veces va a ocurrir que tengas un incremento de la eliminación de determinados suplementos nutricionales que tú estás tomando pues porque así lo deseas, pero eso es importante si el órgano no está funcionando correctamente, esto sí te puede provocar muchísimos problemas, que van a ir a otros sistemas y otros niveles porque los iones funcionan y son importantísimos en todo el organismo.

Conclusiones y despedida

Bea, Borja, estamos llegando al final de la entrevista, se pasa el tiempo volando, pero me gustaría saber cuáles son vuestras conclusiones. No sé quién quiere empezar.

Dr. Quiroga: Bueno, es igual. Yo solamente una conclusión: la enfermedad renal crónica va a ser la tercera causa de muerte en España en el año 2050. El año 2050 es pasado mañana. Tenemos que doblegar esa curva, aunque este lema sea horroroso y nos recuerde a épocas pasadas, tenemos que frenar esa curva para que la gente no se muera de enfermedad renal, y la tenemos que frenar porque hay una manera muy sencilla de hacerlo: diagnosticar la enfermedad renal cuesta 1 euro, es sencillísimo y todo el mundo se lo tendría que hacer una vez al año.

Dra. Fernández: Pues yo voy a abogar también por la salud renal para toda la población. Nosotros vivimos en un país que tenemos una suerte tremenda, tenemos posibilidades de ir al médico, tenemos posibilidades de decir, «quiero una analítica y en esa analítica quiero una muestra de orina, quiero saber cómo funcionan mis riñones». La salud renal importa muchísimo.

Pues Borja, Bea, muchísimas gracias por habernos acompañado en «Palabras con Salud» por este Día Mundial del Riñón. Espero que vuestro mensaje llegue a toda la población y que bueno, que es muy fácil, como decía Borja, cuesta muy poco y es muy sencillo. Aquí tenéis vuestro espacio para poder hablar del riñón cuando queráis y ha sido todo un placer.

Dr. Quiroga: Muchísimas gracias. Dra. Fernández: El placer ha sido nuestro. Muchas gracias.

Ha sido un verdadero placer contar con el Dr. Borja Quiroga y la Dra. Beatriz Fernández en este episodio tan especial por el Día Mundial del Riñón. Hemos aprendido la importancia de cuidar nuestros riñones, la relevancia del diagnóstico precoz y cómo nuestros hábitos pueden marcar la diferencia en la prevención de la enfermedad renal. Desde «Palabras con Salud» queremos agradecer a la Sociedad Española de Nefrología su colaboración en este espacio y su grandísima labor en la divulgación y el avance de la nefrología. Si te ha resultado interesante, no olvides compartir este episodio para seguir concienciando sobre la salud renal. Nos vemos en el próximo capítulo aquí, donde cada palabra cuenta para mejorar tu salud.

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