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HORMONAS Y FERTILIDAD con Dra. Isabel Castaño Ruiz

Salud hormonal, nutrición y fertilidad en la mujer

Bienvenidos a Palabras con Salud, un punto de encuentro donde hablamos con los mejores expertos para cuidar nuestro bienestar. Soy Marina Montiel y aquí cada palabra cuenta para mejorar tu salud. En este episodio abordamos un tema clave para la salud de la mujer: el equilibrio hormonal, la nutrición y la fertilidad. Hablaremos de cómo nuestras hormonas influyen en nuestro día a día, qué factores pueden afectar a la fertilidad y qué hábitos pueden ayudarnos a mejorar nuestra calidad de vida. Para resolver todas estas dudas, contamos con una invitada muy especial. Ella es la Doctora Isabel Castaño Ruiz, ginecóloga especializada en salud hormonal, nutrición e infertilidad, con formación en la Universidad de Harvard y un gran compromiso con la divulgación de la salud femenina.

Del problema personal a la especialización

Para empezar un poco a adentrarnos en este sector tan amplio al que tú te dedicas, ¿qué te llevó a dedicarte a la salud hormonal, a la infertilidad, a la salud de la mujer?

Wow, buena pregunta. Yo siempre me remonto a la carrera, que todavía no sabía si quería ser ginecóloga o no, porque yo decía: «Madre mía, ¿qué hago yo?». Pues sacaba muy buenas notas, era así, era muy empollona, muy friki. Y yo decía: «A ver, ¿qué puedo hacer yo? ¿Me voy a la cirugía, neurocirugía, derma, que se vive bien, no sé qué?». Con tanto estrés de la carrera, entré en una amenorrea. Es un término médico que quiere decir falta de menstruación. Bien, me quedé sin regla y yo bajé a mi centro de salud allí en Murcia y me dijo la médico: «No pasa nada, ya te vendrá y si no te tomas anticonceptivos.» Y yo dije: «Qué raro, ¿cómo puede ser que el cuerpo, porque había estudiado principios básicos, pierda la regla que es necesaria y que me diga que ya me vendrá la regla?» Así que ahí indagué un poquito sobre lo que era la salud hormonal. Dije: «Bueno, esto no es algo normal hasta que no tenga la menopausia.» Indagué, indagué y me decidí por la ginecología por eso, porque yo estuve un año y medio sin la menstruación, es decir, estás como un poquito menos menopáusica, por decirlo de una manera, incluso con la repercusión que tiene la falta de hormona femenina. Hablo de sequedad, de que te sientes un poco ameba, o sea, no tienes subidas y bajones hormonales. Por lo tanto, sabía que tenía una repercusión en mí importante, por eso decidí estudiar esta parte.

Estuve un año y medio sin regla, cambié mis hábitos, sobre todo añadí más densidad nutricional y bajé el ritmo de estrés porque estábamos en quinto de carrera y me bajó la regla. Me acuerdo que me bajó un 22 de diciembre, que de hecho lo llevo tatuado.

Ah, sí.

Dije: «¿Qué qué dolor más curioso? Me suena algo. El día de la lotería.» Y cuando fui al baño dije: «Por fin.» Así que ese día dije: «Me lo marco de por vida.» Porque esa es una vuelta a la normalidad, ¿no? Porque la menstruación es un mensajero mensual. Si no te viene es que algo de tu salud no está bien, tienes que chequear. Así que ahí ya dije: «Sé lo que es lo mío.» Porque hay tanta gente que le dicen: «No pasa nada, tómate anticonceptivos.» Cuando hay que hacer cambios de por qué tu cuerpo ha decidido apagar ese interruptor.

Correcto. ¿Fue todo a causa del estrés? ¿Tú lo achacas a…?

Exacto. Es una amenorrea, como se llama el término de falta de menstruación, que puede ser por estrés, bajo peso, baja cantidad de de grasa corporal, le pasa mucho a las atletas. De hecho, es algo muy frecuente, pero el estrés es lo que lo que más marca en gente opositora. En carreras tan densas como la medicina es algo frecuente.

En en tu sector no solo has sido paciente esa vez, también fuiste paciente años más tarde porque tuviste un aborto también, ¿no? Recientemente.

De hecho, bueno, ahora mismo, ahora tenemos buenas noticias. Efectivamente, sí estamos ya de 7 meses y medio y bueno, como paciente, como ginecóloga, se lleva de una parte se lleva diferente porque tienes el miedo y los conocimientos. Tienes que pensar como siempre en la normalidad y es que todo vaya bien. Esa frase es super importante para los que estéis viendo el podcast. Lo normal es que en la medicina todo vaya bien, pero siempre nos agarramos a lo complicado, a lo negativo. Y eso fue lo que me pasó.

Yo justo el día de me casé el 25 de mayo, este año pasado, del 2024 y me tenía que bajar la menstruación a la semana siguiente y no me vino y dije: «Qué bien, ¿no? Porque al final yo estaba buscando justo en ese momento y ahora contaré el por qué estaba buscando en ese momento y no antes, porque es interesante también para para las que estéis viendo.» Y bueno, no me bajó la regla, me hice un test y me salió positivo. Hice mal en hacerme yo las ecografías, porque al final una ya sabe cómo tiene que hacerse porque las haces y sabes que siendo tu ginecóloga tienes la intuición de que algo no va bien. Y yo me iba a casa diciendo, bueno, sé que no me ha bajado la regla, pero algo no va bien, no está creciendo adecuadamente según las semanas. Primero la ausencia de regla, luego aparece un saquito y luego un embrión con latido, ¿vale? Todas esas fases no ocurrieron con la normalidad que ocurren. Así que ya pues después de unas seis semanas se confirmó que no progresaba y por tanto se confirmó la pérdida. Toda la medicación, un montón de sangrado, anemia y todo esto. Pues como te digo, una sensación agridulce, ¿no? Porque estábamos viendo las fotos de la boda y yo pensando “ahí estaba embarazada”. Una sensación un poco rara.

Le pasa a muchas pacientes mías, incluso con historias que son alucinantes, o sea, las pacientes de fertilidad son resilientes porque tienen que vivir con el cuánto te vas a quedar, venga que ya te toca y que dentro tenga un problema. Así que yo lo viví en una pincelada, como puede ser un aborto que tienen muchas pacientes. Tengo un hipotiroidismo de Hashimoto, que es una enfermedad muy frecuente en la mujer, donde el tiroides juega un papel muy importante para la fertilidad. Entonces pensaba que no me iba a quedar nunca. Vaya, que me quede al mes. Pero es algo que se vive con miedo y así tengo muchísimas pacientes.

Claro, es que cuando ya has padecido esa pérdida, ¿es fácil pensar en positivo? y además te pregunto, ¿es necesario que una mujer piense en positivo en esos momentos en los que la fertilidad está en juego? Porque, bueno, yo he escuchado testimonios de mujeres y de amigas y de familiares incluso en los que bueno, uno, sin ir muy lejos, una familia, un matrimonio estaban buscando tener hijos, estuvieron durante 5 años buscando ser padres. Cuando empezaron con el proceso de adopción y les dieron ya al niño, esa misma noche se quedaron embarazados. De estas historias tengo muchas. Entonces, mi pregunta es, ¿cómo afecta la mente, sobre todo a la mujer, para quedarse embarazada? Porque no sé si también la mente del hombre puede influir o no.

Hay dos frases. La primera que ha dicho también Marina es, bueno, afecta, sí, pero no sabemos medirlo. Es decir, yo puedo ver un cortisol alto en una analítica, la hormona del estrés, pero no te puedo decir yo a ti, mira, por ese cortisol, Marina, no te vas a quedar embarazada. Es muy dependiente. Y luego lo contrario, el decir por parte del del profesional sanitario: «Oye, vete de vacaciones y relájate que así te quedas.» Eso es contraproducente, como si la mujer no supiera que se tiene que relajar.

Claro.

Entonces es algo que a la mujer no le ayuda el que su sanitario en ese sentido le diga ese consejo. Si bien es cierto, pues que al final nosotros tenemos diferentes ejes hormonales, no solo el del ovario y cuando tambalea uno, el otro va de la mano, incluso cualquier otra cosa, o sea, el tiroides, como te he dicho, o una patología digestiva, el famoso sobrecrecimiento bacteriano que tiene tanta gente, si no lo regulamos antes, yo aconsejo no meterse a un tratamiento de fertilidad porque una cosa puede llevar a un fracaso o que que sea negativo el éxito de de todo esto. Entonces, pues el estrés influye, es muy difícil medir, quiero decir, y sí que al final podemos tratar con cierta terapia psicosocial, hay incluso suplementos que ponemos en consulta que ayudan a regular esos niveles de estrés para que más o menos se optimice esta carga.

La importancia de la salud hormonal

Hablaremos más adelante de todo esto, pero me gustaría, como tu propio nombre de Instagram indica, “qué monas mis hormonas”, ¿no? ¿Qué importancia tiene la salud hormonal en la mujer y por qué está tan en boga hoy día?

Bueno, el nombre de “qué monas mis hormonas” viene a raíz de esa amenorrea, esa falta de regla y luego la recuperación. Porque cuando me vino dije yo, ay, qué mona mi regla, porque tenía tanta ganas de sentir ese dolorcillo que luego odiamos a veces. Y dije: «Qué monas mis hormonas.» Porque ya sentía ese alivio, esa subida. Y se lo comenté a mi hermana, que ella se dedica un poco al tema de los medios y me dijo: «¿Eso te lo has inventado tú?» Dije: «Te lo juro, me lo he inventado yo.» Y me dijo: «Wow, va a triunfar.» Y así fue cuando creé ese nombre porque yo me llamaba en Instagram Isabel/castano/ginecóloga y yo decía: «Esto no tiene no tiene sentido.»

¿Hace cuánto que creaste?

Antes de la pandemia, también me sirvió para crear contenido o ayudar a la gente para que no fuera a urgencias. Y ahí fue cuando me di cuenta que me gustaba la ayuda.

Es que muchos entrevistados me han dicho que su canal realmente creció en la pandemia, ¿no? Que es curioso, hubo mucho tiempo de comunicar y no había otra forma que hacerlo a través de…

Recuerdas que decía: «Bueno, si no quieres ir a urgencias porque tienes miedo, consúltame a mí, te digo si es importante o no.» La salud de la mujer, ¿por qué es importante? Porque la mujer lleva poco tiempo estudiada, Marina. ¿Por qué? Dos hechos también importantes. La mujer no estaba en la ciencia, no era científica. Entonces, el hombre y la mujer se metían en el mismo saco para estudiar, por lo que cosas como la menopausia o el dolor menstrual no entraban. Eso no se estudiaba cuando se estudiaba la diabetes. La mujer, pues a lo mejor el primer artículo científico importante es el de 1980, 1978, si no recuerdo mal. Ahí cuando se empieza la mujer a hacer mella en la ciencia, empieza la mujer investigadora, que de hecho fue el día el 11 de febrero, creo que fue el día de la mujer y la ciencia y entra en juego la investigación por la salud femenina que es totalmente diferente. Yo lo siento por los chicos, pero los chicos son mucho más estables que nosotras, que somos cíclicas durante el mes y cíclicas durante toda nuestra vida, empezando en la en la pubertad.

Muy muy interesante eh esa parte, ¿no? O sea, somos cíclicas y ellos no. Entonces, debido a eso también la importancia de las hormonas, ¿no? Se habla también mucho del impacto del estilo de vida en la salud hormonal. ¿Qué papel juega Isabel? La alimentación y el deporte influyen en la salud hormonal de las mujeres.

Todo, la base. Dormir poco, Marina. Alimentarte con alimentos no procesados, sino que tú pienses que son saludables. Y como digo a mis pacientes, es muy difícil no irte a una gran superficie y comprarlo todo, que es lo que hacemos. Irte al mercado y comprar el tomate de la huerta sin pesticida. Todo eso es muy difícil. Entonces, el estilo de vida acompaña a que lo que comemos al final el intestino lo rechace. Nuestro intestino es más ancestral, es como antiguamente la comida menos procesada y nosotros le estamos dando mucho trabajo, tiene que discernir para dónde va cada cosa y eso al final implica que tengamos pues sobrecrecimientos bacterianos, que las bacterias que tenemos en el intestino que pesan. La microbiota pesa 2 kg, o sea, fíjate si tenemos cantidad, tienen también trabajo si las alteramos con aditivos, con edulcorantes, pensando que es el sustituto ideal del azúcar. Todo eso hace que tengamos una dieta, entre comillas, pensamos que es sana y no lo es. Todo eso es lo que afecta.

Y por tanto, el deporte también, que hay una cosa que quiero decir, el deporte en exceso y es que muchas pacientes piensan que el deporte, siendo una herramienta útil para regular muchísimas condiciones de la mujer y mejoría metabólica y cardiovascular, finalmente si hacemos mucho deporte también nos sube el cortisol porque el cuerpo tiene que repararse. Eso hace que muchos tratamientos de fertilidad que la gente intenta aunar todo lo que oye de, bueno, voy a dormir no sé cuántas horas, voy a hacer deporte todos los días de la semana, voy a comer sano, toda esa restricción de no puedo salir a comer fuera, tengo que hacer deporte, sube el cortisol y es contraproducente.

Exacto.

Y el cuerpo no se recupera. Imagínate porque el estrés y el cortisol que estamos hablando tanto, tiene también que ver con eso, que no es solo el estrés de “no llego al trabajo”. El cuerpo se puede estresar y subir los niveles de estrés por mucho ejercicio, dormir poco, pasar un virus, una gripe, o sea, cualquier cosa el cuerpo tiene que reparar y lo que de lo que prescinde es de la fertilidad. Porque se puede vivir sin fertilidad.

Síntomas y problemas comunes

Qué interesante. ¿Cómo definirías, Isabel, la salud hormonal perfecta, por así decirlo?

Gozar de salud hormonal es lo que tú has dicho, o sea, optimizar, intentar que nada del estilo de vida haga una perturbación en tu salud que tú tienes por condición de ser mujer. Decir que tengas tus ciclos normales, que no tengas dolores ginecológicos más allá de notar que te baja la regla, que si deseas tener hijos…Una fertilidad óptima es que alcances una menopausia en buenas condiciones, sabiendo que la menopausia es algo que todas vamos a pasar, la mitad de la población. Pero bueno, no significa que porque sea fisiológico tengamos que pasarlo mal. Así que ese es el concepto de salud femenina, por decirlo de una manera.

Los principales síntomas que sufre una mujer y que le alertan de que hay un desajuste hormonal.

Buah, es que puede ser cualquier cosa desde lo que te digo, una inflamación intestinal, que tengamos más jaquecas, que tengamos la regla irregular, que empieces con mayores coágulos, que empieces a sentirte más irascible, que tengas menos libido. Si es que esta lista es eterna, me quedo toda la tarde aquí.

Las consultas más habituales

Las consultas más habituales de fertilidad, muy frecuente ahora por el estilo de vida, el ovario poliquístico y el síndrome de ovario poliquístico, que no es lo mismo, ¿vale? Son dos enfermedades de las más frecuentes en la mujer seguidas de dolores menstruales, endometriosis y trastornos del tiroides. Eso es lo más frecuente que vemos. Y todo eso envuelto en que te pueden consultar por fertilidad y cuando la vemos estudiamos y encontramos algo de todo esto.

Mitos y causas de la infertilidad

¿Cuáles son los mitos, Isabel, más frecuentes sobre la fertilidad que escuchamos?

Qué buena pregunta. Que el primer espermatozoide que llega es el primero. O sea, eso es mentira. El espermatozoide al final de tantos millones de de espermatozoides, el que llega es el que consigue las señales moleculares para, como digo, saludar al óvulo, que se gusten y que se fecunde, pero no es el primero que llega. O sea, eso es un mito. Y luego también cuanto más sexo, más probabilidad de de embarazo. No, tampoco es verdad porque cuando tenemos mucho sexo, por ejemplo, en un día, pensando que es el día del pico fértil, también se diluye la cantidad de espermatozoides y por tanto el líquido seminal puede ser que contenga… ¿qué te digo yo? fructosa y otros otros oligoelementos, minerales y que no lleve tanto tanto espermatozoides como consideramos. Por eso a veces espaciar el el la el coito, por decirlo de una manera, se puede se puede conseguir más fácil.

¿Cuáles son las principales causas de infertilidad en la actualidad, Isabel?

El retraso de la maternidad, Marina. Yo creo que esa es cuando dicen que hay mayor tasa, hay mayor prevalencia de infertilidad, no tanto. Se conocen más causas y retrasamos todavía más la maternidad. El primer hijo en España está en los 32-33 años, el primero. Y hay una un dato positivo que ha salido por primera vez en en el Instituto Nacional de de Estadística y es que ha crecido por fin la maternidad después de 10 años, cosa rarísima, porque al final sí que están funcionando más también los tratamientos de fertilidad, pero la mujer se mete en una edad en la que nuestra reserva ovárica, que tiene como un DNI particular, esa edad cronológica que nos pone el DNI a nosotras, pues el ovario lleva su ritmo y el ovario puede tener su propio DNI y no veas, o sea, a veces nos lleva sorpresas pacientes que llegan con 24 años y que tienen poquitos óvulos. Quitando eso, lo que más afecta es el paso del tiempo.

Y la congelación de óvulos o más bien la congelación de óvulos puede fomentar que la menopausia llegue antes, ¿no?

Todo lo contrario. A ver, a no ser que dañemos el ovario porque se ha hecho una cirugía que se toca, el ovario al final es un órgano y está nutrido por vasos sanguíneos. Si tenemos alguna alteración y quemamos algún vasito en la cirugía de manera accidental o la mujer ha tenido una quimioterapia o tóxicos por otra vía, ejemplo más fácil, el tabaco, pueden hacer que la edad de la menopausia sea antes. Pero claro, el ovario normalmente no suele dañarse a no ser que sea algo genético importante y suele corresponder a la edad de la paciente la mayoría de veces.

¿Verdad?

A veces nos llevamos sorpresas en ese sentido.

Se habla mucho o la mayoría de veces se habla de la infertilidad femenina y poco de la masculina. Es una percepción que tengo. No sé si es verdad, si no, ¿por qué?

¿Quién viene a consulta? Ella. Y en realidad tienen que venir los dos porque la mitad de casos de infertilidad es de ellos, no es de ellos en plan, «Es tu culpa». Porque eso le pasa mucho a los pacientes, sino asumir que muchas veces, como decimos, no es lo mismo tener una célula del hígado dañada que no va a dar ninguna repercusión que una célula germinal que va a dar vida. Entonces, las células germinales son los óvulos y los espermatozoides. Entonces, cuando tenemos un daño ahí, la repercusión es que no conseguimos un nuevo ser y es bastante importante. Entonces, ahora mismo el 20% de causas son mixtas, 40% de él y 40% de la mujer.

A nivel mental, ¿les afecta más a ellos o a ellas?

A ellos. Mucho. Por eso, un consejo que yo doy es que una pareja que todavía no haya buscado embarazo, sobre todo los que a los sanitarios que más pecamos nosotros de tener acceso a las pruebas, es hacer un espermiograma, por ejemplo, cuando todavía no se ha iniciado la búsqueda, porque si vemos algún parámetro alterado, vemos que se mueven poquito, que tenemos poca cantidad, entra en un bucle que quieras o no, me pasa, porque tengo pacientes que en ese momento entran con disfunción eréctil, etcétera. Entonces, el consejo es hacer las pruebas a su debido tiempo. Cuando por eso en la fertilidad hay que hacer una visita preconcepcional, importantísimo, más allá de que te quedes embarazado, oye, que te quedas, enhorabuena, pero si como digo, ya nos pasamos de los 30 que tenemos tanto déficit vitamínico, como la vitamina D y otras cosas que sabemos que ajustándose vamos a potenciar la fertilidad, ¿por qué no verlo antes que que meternos de lleno en en la búsqueda?

¿Qué papel tiene la microbiota?

Mira, concretamente hay tres microbiotas importantes. Microbiota es un ecosistema donde conviven bacterias que hacen un bien para nuestra nutrición, metabolismo y para que funcionemos adecuadamente. Hay tres importantes: la digestiva, que es la mayoritaria, la oral, que también está asociada a la infertilidad, eso ya lo comentaré, y la vaginal, otra que tal, ¿vale? Porque mucha gente piensa que esa zona es estéril, que no hay nada como si fuera un campo de quirófano y no, en el útero hay bacterias y de hecho me paso con pacientes que tengo que han tenido un aborto tardío, hablo de 20 semanas, mitad de embarazo y, se ha visto que la placenta tenía microorganismos bichos que no tenían que estar ahí. O sea, dan casos de fertilidad complicadísimos. Importante la microbiota por eso, porque es la que armoniza todo lo que pase en esa vía, ya sea la nutrición por la parte digestiva y también porque en el intestino tenemos gran parte del sistema inmune o, ya sea por la fecundidad y la fertilidad y la salud de la menopausia en la vía vaginal. O sea, que es importante en este sentido.

Habrá muchas mujeres, Isabel, que nos estén escuchando y también hombres, ¿no?, pero que estén buscando ser padres y lleven un tiempo que no lo consiguen. ¿Cuándo deben de ir a a una consulta de fertilidad una pareja que está buscando ser padre antes de buscar?

Si se puede, antes de buscar.

¿Se suele hacer o no?

Sí, sí. A mí me gusta mucho, me encanta cuando las pacientes vienen antes de buscar porque finalmente es una medicina preventiva primaria. Estamos haciendo salud antes de una enfermedad, pensando que tenemos, como dije al principio, la normalidad es que te vayas a quedar antes de un año embarazada. ¿Cuándo tienen que ir? Hay una distinción. Según los libros, como digo, los libros dicen que por debajo de 35 años, un añito, y por encima de 35, 6 meses. Un poquito más, como digo, si se ve alguna causa o me pasa con pacientes que él es militar y vive fuera y no sé qué, no sé cuánto, digo, hombre, se han encontrado una vez. Digo, eso no cuenta. Han pasado 6 meses, o sea, depende de los factores, como digo, coitales, sobre todo, que han podido tener relaciones en los días fértiles, o sea, es importante.

He leído que el fracaso reproductivo es un importante problema de salud pública. ¿Por qué ocurre esto?

Porque se invierte muchísimo dinero. O sea, ese es el fracaso reproductivo, el no conseguir. Me pongo un ejemplo, pacientes que no lo consiguen, 40 años los dos y no consiguen el embarazo, ¿okay? Se van al año y medio, van a una clínica de fertilidad, no se ha visto nada de momento, no se estudia la microbiota, me lo invento también, ¿vale? Y empiezan a hacer transferencias, que es cuando ya se han obtenido los óvulos, de ella se juntan con el espermatozoide, se forma un embrión y se lo colocan a la mujer. Que te lo coloquen no significa que te vaya a salir el test positivo, se puede ir, es decir, se pone dentro del útero en una capita que se llama endometrio, pero puede salir y crear una regla. Eso es debido a que no se ha conseguido la transferencia positiva, por lo tanto, no ha habido un éxito en el tratamiento de fertilidad. Eso invierte mucho dinero. Por eso es importante hacer un 360, que tanto lo decimos los sanitarios integrativos, el 360, que una pequeña microbiota alterada te puede dar un éxito una vez que la regulemos y consigamos el test positivo a la primera. Esa es la clave del éxito.

Embarazo y alimentación

Durante el embarazo, ¿por qué es tan importante lo que una madre come? Sí, es que he leído acerca de esto y me parece super curioso.

Total, lo que come y el ejercicio que hace y todo. De hecho, es mejor, más importante el primer trimestre que el segundo y tercero, porque el primer trimestre el embrión es pluripotencial. Explico lo que es eso: es capaz de dividirse en cualquier cosa, cualquier tejido. Es muy potente. Son células superpotentes. En ese sentido, quiere decir que cualquier daño, cualquier mella, cualquier tóxico puede tener un efecto súper importante de por vida en ese embrión. Por eso lo que comemos es mucho más importante al principio del embarazo y cuanto antes se detecte mejor. Eso le pasa a muchas pacientes que por desgracia y, no quiero asustarlas, pues eso, se quedan embarazadas y la que no busca pues ha tenido su fiestecilla, su cigarritos, su no sé qué. Digo, a ver, no va a pasar nada, pero desde ya lo quitamos por esa repercusión. Y es que lo que come la madre se llama epigenética. Remodela lo que se está formando en el bebé genéticamente, que puede ser del padre y de la madre, pero va creando como otras conexiones para que ese embrión y ese futuro bebé tenga mayor riesgo, por ejemplo, de diabetes. Si Marina se queda embarazada y de repente le da por comer dulce y el bebé no gestiona bien el azúcar, a ese bebé lo condena a que tenga el doble de riesgo de diabetes. Es muy importante.

¿Qué es lo que más le preocupa a las parejas que se acaban de quedar embarazados?

Lo que más bueno, pues te digo, es tener relaciones. Porque la gente piensa, sobre todo los chicos, que todo está ahí accesible y que hay un contacto entre el embrión y por ejemplo en el acto sexual, no. O sea, todo está en su en su compartimento y se puede tener sexo sin problemas. No hay ningún problema, o sea, ni un número limitado ni un número máximo, no pasa nada, a disfrutar. Y luego pues la alimentación, el deporte, el sexo y luego los tóxicos, eso lo que es. Luego mucha obsesión por comer fuera, que yo digo que se relaje mucho porque hay mucha paciente que entra un poco en obsesión de no salir fuera a comer porque piensan que la que se va a intoxicar.

Quizá hay casos que conocemos, ¿no?, de en la sociedad de de embarazos que han salido mal parados por por esa alimentación, ¿no?

Así es. Sí, claro. Entonces, eso nos marca mucho. Parece siempre que lo que hace el otro, el prójimo, es peor que lo que hacemos nosotros. Entonces, cuando viene algo de fuera, piensas “me he ido a un restaurante y me ha pasado esto”. Parece que ahí siempre, ¿no?, que la culpa al tercero es más agradable para los pacientes, pero en verdad muchas veces es por nuestro día a día que también podemos tener problemas.

El ayuno intermitente, ¿sí o no?

Durante el embarazo, no. No, pero al final, como digo, las demandas van empezando a partir del segundo trimestre, ya el cuerpo va preparándose, retiene grasa. La mujer acumula más grasa en muslos, caderas y eso es así porque tiene que prepararse para una reserva, para la lactancia, incluso la utilices o no, pero el cuerpo te prepara para eso. Y cuando, ya te digo, el ayuno intermitente va a hacer que ese bebé que sí que necesita la glucosa de una manera más frecuente, no se la estés dando. Es lo único. A ver, a día de hoy ni una dieta cetogénica, es decir, baja en en carbohidratos, ni una dieta en la espaciemos las tomas Mientras que estás en la búsqueda, lo que quieras, lo que te venga bien, pero que no sean pacientes que de repente hagan una vida normal con su dieta normal y cojan, como digo, todas las estrategias, hagan deporte todos los días, hagan ayuno porque quieren perder peso antes de la búsqueda. Eso nos va a subir el cortisol. Y es mejor hacer las cosas mucho más paulatinas y calmadas y, lo que digo siempre, la dieta mediterránea, si tienes dudas, es la que recomendamos en Harvard y la que finalmente tiene mayor peso de artículos científicos por debajo de cualquier otra dieta, pero insisto, si te viene bien la la el ayuno, pues lo puedes hacer.

Experiencia en Harvard

¿Cómo fue esa experiencia en Harvard, Isabel? Una murciana en Harvard, o sea, cuéntame eso. ¿Y por qué decidiste ir ahí?

Bueno, ¿por qué decidí? Bueno, es la mejor universidad del mundo. Yo creo que cuando pisas Harvard es como pisar la luna, dices, «Bueno, ya lo he hecho, ¿ahora qué?» Y es muy impresionante porque es super cosmopolita, super rica en cultura. O sea, mis compañeras eran una japonesa, una china, una mexicana, un iraní y ¿quién más? Mi profesor, que era colombiano y yo, éramos el equipo. Es muy divertido porque finalmente estamos todos ahí por la nutrición y por la salud de la mujer de diferentes partes del mundo. Y gracias a Murcia, gracias a mi universidad y al laboratorio donde yo hice las pruebas de mi trabajo de tesis, como yo lo vi muy interesante porque me encanta la salud femenina, era un estudio de fertilidad y yo dije a mi profesor, oye, ¿y si lo hacemos allí? Le mando la propuesta e investigo allí esto y me dijeron, «Bueno, inténtalo. El no, ya lo tienes.» Y nada, mandé la carta, me dijeron que era muy interesante que me fuera para investigar allí con ellos, así que imagínate el papeleo. Pero cuando pisas aquello es impresionante.

Es como en las películas, ¿no?

Es como en las películas, sí. En vez de una rubia muy legal, una morena, pero es impresionante, o sea, yo creo la experiencia de mi vida, sin duda, por esa parte de humana de contactar con tanta cultura y todos unidos, como digo, por esta salud de la mujer, los diferentes puntos de vista, la experiencia de estar en Estados Unidos que me ha llevado a seguir allí.

Te dio oportunidades, claro, y por supuesto pues saber más cosas de la fertilidad, que eso es el fin. ¿Conociste a tu marido estudiando?

Sí. Sí, en un congreso de menopausia y como digo yo siempre los calores me entraron a mí en menopausia. Sí, le estaba dando una charla y era muy interesante. Yo tenía que ir a ver a mi profesor de Harvard y él decidió acompañarme porque lo conocí luego de manera más profunda en una cena y cuando lo conocí dije, «Qué interesante que es este chico.» Así que pues nada, pues me acompañó a Boston por primera vez y ahí empezó la historia.

Qué bien. Además de conocer a tu marido, ¿te ha dado muchas oportunidades el formar parte de Harvard?

Diferentes, porque yo tengo mi cuenta de divulgación científica, nada que ver con Harvard, nada que ver. Sí que tengo un vídeo que se hizo viral de por qué fui a Harvard, pero Harvard me está dando oportunidades académicas/científicas. A mí me encanta la investigación, como digo, al igual que me encanta hablar con Marina aquí en este espacio, me encanta la investigación en casa con mis gafitas y con mi ordenador y mis tres pantallas. O sea, es algo que a mí me apasiona. Y por otra parte, la parte clínica. Yo no estoy en el hospital. Harvard lo dejo fuera, me pongo mi bata y me pongo a trabajar. O sea, que tengo diferentes Isabeles que se juntan siendo mejor si puede ser ginecóloga, pero diferentes campos.

Sí, sí. Estamos llegando ya casi al final. Isabel, para aquellas mujeres que están intentando quedarse embarazadas sin éxito, ¿qué mensaje les darías?

Lo dije al principio, lo normal es que vaya todo bien. Eso es lo que le digo a mis pacientes. Hoy día una mujer se puede quedar embarazada. El precio, y me refiero al precio emocional, físico y, cómo no, económico que hay que pagar, eso ya son otras cosas, pero claro que te puedes quedar embarazada hoy día. Lo que pasa es que los caminos a elegir, por eso son muy duros. Como digo, antes de llegar a la rosa hay muchas espinas en este camino y cuanto más años tengamos, como digo, ese DNI del ovario va a tener mayor repercusión. Ahora, una edad no va a ser límite para que podamos poner todas las que podamos y buscar el embarazo. Eso siempre se lo digo a mis pacientes.

Y la última pregunta, ¿a quién te gustaría escuchar o ver en este espacio?

Bueno, yo tiro para mi tierra. Pues yo, porque lo aprecio mucho y me ayuda mucho a ver otra parte de la divulgación tan bonita que hace, es el Doctor Manuel Felices, que lo comentábamos antes. Su padre fue profesor mío, era muy feliz en la medicina, le encantaba divulgar en ese tiempo, que era subirse a la pizarra, escribir… y su padre también era muy grande, por eso tengo ese recuerdo y ahora lo veo en su hijo. Así que me encantaría que estuviera.

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