La Vocación por la Odontología Estética
Bienvenidos a «Palabras con Salud», un punto de encuentro donde hablamos con los mejores expertos para cuidar nuestro bienestar. Soy Marina Montiel, y aquí cada palabra cuenta para mejorar tu salud. Mantener una buena higiene bucodental es crucial para nuestra boca y también influye en nuestra salud a nivel general. Para hablar sobre la importancia de cuidar la salud oral, nos acompaña una especialista con la que abordaremos los últimos avances en odontología estética y los beneficios de la ortodoncia invisible. Hoy nos acompaña la Dra. Lucía Palma, especialista en ortodoncia y carillas estéticas, referente número uno en Madrid.
Cuéntanos un poco, para quienes nos escuchan, ¿por qué te adentraste en el mundo de la odontología? ¿Qué te atrajo de este sector y no de otra rama de la medicina?
La verdad es que lo mío es pura vocación. Soy muy afortunada; vengo de una familia de sanitarios y siempre tuve muy claro que quería dedicarme al mundo de la salud. La odontología me encantaba, pasé la mitad de mi infancia en el dentista y, precisamente, con la ortodoncia. Así que la vocación fue absoluta. Cuando inicié la carrera de odontología, supe que tenía que dedicarme a la parte estética. No me veía en otra área que no fuera devolver sonrisas sanas y bonitas, y que estuviera enfocado en cambiar la imagen y la sonrisa de los pacientes.
¿Tenías a alguien cercano que se dedicara también a la parte estética o fue algo que nació de ti?
Nació completamente de mí. Mi padre es anestesista, nada que ver; mi madre, enfermera. Yo sabía que lo mío era la estética; es lo que más me gusta en el mundo.
La evolución de la ortodoncia: de lo tradicional a lo invisible
Desde que empezaste hasta ahora, ¿cómo ha evolucionado y cambiado la ortodoncia?
El cambio ha sido brutal, no solo en la ortodoncia, sino en general con las nuevas tecnologías. Antes, para la ortodoncia, siempre había que hacer un estudio al inicio del tratamiento. Teníamos que tomar las famosas impresiones con alginato, esa pasta que a la gente no le suele gustar y que a menudo provoca reflejos de náusea, algo desagradable. Ahora esto está desapareciendo gracias a la tecnología 3D y al escáner intraoral. Te introducen un pequeño dispositivo en la boca, no te enteras, y se puede reproducir perfectamente tu boca en 3D para que los tratamientos salgan completamente perfectos.
En cuanto a la ortodoncia en sí, el cambio ha sido exagerado. Antes utilizábamos brackets metálicos («hierros») y alicates, y los seguimos utilizando, pero no de la misma forma. Ahora, con un simple plástico transparente, podemos transformar la boca del paciente, sea cual sea su problema de oclusión o de estética.
La satisfacción en la profesión del ortodoncista
¿Qué es lo más gratificante de tu trabajo, de lo que dices «me siento orgullosísima de esta parte o de estos tratamientos o de este tipo de paciente»?
Lo más gratificante de mi trabajo, sin duda, es ver cómo todos los meses tengo la grandísima suerte de que, con la ortodoncia, veo a mis pacientes, durante un año y medio o dos años, cómo les va cambiando la sonrisa. Cómo el paciente cada vez está más contento, cómo te va contando sus avances. Al principio, siempre vienen no con inseguridad o miedo, pero sí sin saber qué les depara el tratamiento. Pero a medida que ven cómo sus dientes se van colocando, empiezan a contarte cosas como: «Doctora, es que antes no podía cortar un hilo con los dientes y ahora, míreme, ahora puedo cortar. O puedo comer un bocadillo de calamares o de jamón, y antes no podía porque no me chocaban los dientes». Esto es super común, especialmente con la mordida abierta, donde solo contactan los sectores posteriores. Vas viendo cómo eso mejora, y también su autoestima, porque al final ellos vinieron con un complejo o un problema, y lo van viendo mes a mes. Poder ver y sentir cómo van ganando esa seguridad en sí mismos y están cada vez más contentos es muy, muy gratificante.
Además, a mí me encanta escuchar a la gente. Al final, sí o sí terminas enterándote un poco de su vida. El que se sienta y se pone a contarte sus problemas… He llorado con pacientes, de abrazarnos, y yo también abrirme y contarles: «Pues me está pasando esto». Al final, es una relación humana. Me encanta dar también ese trato tan cercano: si soy tu doctora, por supuesto puedes preguntarme todo lo que quieras, pero también soy humana. Es decir, a lo mejor este mes no se ha puesto las gomitas. «¿Por qué no te has puesto las gomitas?» «Es que justo mi madre la tienen ingresada en el hospital.» Obviamente, tengo que empatizar y saber que hay una vida detrás de la ortodoncia. Es como decir: «Ok, no pasa nada. Pues vamos a cambiar esto, vamos a hacerlo de otra forma para seguir avanzando tu tratamiento y para que evolucione perfectamente». Creo que ese lazo de relación que tienes con el paciente es lo que me encanta.
Compromiso del paciente y sonrisa bonita
El paciente también tiene que tener un compromiso a la hora de realizar este tipo de tratamientos. El papel del ortodoncista es fundamental, pero el paciente debe comprometerse. ¿Cuál es ese compromiso?
El más importante, por supuesto, es el tema de la higiene oral. Es imposible que tu tratamiento, sea de lo que sea, no solo de ortodoncia, vaya bien si no tienes una buena higiene oral.
En el caso de la ortodoncia, el compromiso de colaborar con lo que te diga tu ortodoncista, que normalmente suele ser el uso de elásticos intraorales para corregir mordidas. Además, todo está relacionado: llevar una dieta equilibrada e hidratarse mucho también es importante, porque se segrega más saliva, lo que ayuda a prevenir caries. Hay muchísimos factores que, por supuesto, están en manos del paciente y requieren su colaboración para que su tratamiento vaya bien y para tener una buena salud oral.
Lucía, ¿cuán importante es tener y lucir una sonrisa bonita, una sonrisa perfecta?
Creo que lo es todo en la vida. Tu sonrisa es tu carta de presentación, es el primer rasgo en el que sí o sí nos fijamos en las personas. Y creo que el paciente que se somete a un tratamiento de ortodoncia o de estética, que se mira al espejo y sonríe, que ve esa sonrisa que siempre ha soñado, eso te da una autoestima que sube una barbaridad. Al final, todo está relacionado. Si te sientes bien contigo mismo, te sientes segura, sabes que cuando sonríes, te vas a comer el mundo.
Me parece lo más importante en una cara, una sonrisa. Imagina que alguien te sonríe con unos dientes descolocados, feos, sucios… ¿Qué te está transmitiendo esa persona? Pero al revés, ya puede ser, entre comillas, «feíta», que si tiene una sonrisa bonita, te ganas a esa persona, no solo en una entrevista laboral o en una cita, sino en cualquier ámbito de tu vida. Para mí, sin duda, es lo más importante.
La ortodoncia invisible: un cambio revolucionario
Lucía, ahora que nos hemos adentrado en este mundo, explícanos concretamente qué es la ortodoncia invisible y en qué consiste en comparación con los brackets, a los que estábamos acostumbrados hace unos años.
La ortodoncia invisible es maravillosa, nos ha cambiado la vida. Es la realidad. Lo que antes teníamos que hacer con unos hierros que te pinchan y molestan, ahora lo hacemos con un plástico transparente que no se ve y no duele.
La ortodoncia invisible consiste en unos alineadores plásticos transparentes. Primero realizamos un estudio con radiografías, el escáner intraoral o medidas, y fotografías. Esto se envía y nos hacen una simulación en 3D de tus dientes. Los ortodoncistas somos quienes planificamos tu tratamiento, podemos medirlo todo al milímetro y hacemos un estudio en profundidad de los movimientos necesarios para corregir tu mordida. Además, lo que más les gusta a los pacientes es que podemos mostrarles con un vídeo el antes y el después, y sobre todo el proceso: «Mira, esto es lo que tenemos que hacer para corregirte los dientes. Este diente, ¿ves?, por eso vamos a poner esto aquí, o por eso tendremos que hacerte este tipo de ajuste aquí». Al paciente le encanta porque al final nos gusta saber qué llevamos, por qué nos hacen esto y cuál será el resultado final.
La gente piensa que la mayor ventaja de la ortodoncia invisible es la estética. Y para mí, obviamente, la estética es fundamental, pero la verdadera ventaja es la comodidad. Algo que puedes quitarte para comer lo que te dé la gana. Con los brackets tienes restricciones alimenticias durante todo el tratamiento. Yo siempre les doy el discurso: «Tienes prohibido frutos secos, arrancar, tirar, morder bocadillos, chicles, caramelos, chupachups». Y el paciente me mira y me dice: «¿Hasta cuándo?». Y yo: «¡Cómo que hasta cuándo! Durante todo el tratamiento, mientras lleves los brackets».
Con la ortodoncia invisible, olvídate. Te quitas el aparato, puedes limpiarte correctamente, pasarte el hilo dental, que es una parte muy importante para la higiene oral. Y las urgencias… Inevitablemente, por mucho que los brackets estén pegados o por mucho que el paciente intente colaborar, en algún momento te tomas un domingo una cervecita con una aceituna con hueso y te cargas el bracket, y te pasa un domingo que tu ortodoncista está de vacaciones. Este tipo de urgencias desaparecen con la ortodoncia invisible porque no hay urgencias con ella. Son todo comodidades. No hay ningún «pero».
La gente te dice: «Sí, pero es que me han dicho que tarda más tiempo». ¡Es mentira! Es completamente mentira. El tiempo es exactamente igual con una ortodoncia invisible que con unos brackets. No quiero que parezca que soy «anti-brackets». Yo sigo poniendo brackets a día de hoy porque, bueno, es verdad que al final la ortodoncia invisible es un tratamiento un poco más caro debido a toda la tecnología y el soporte que lleva detrás. Sin embargo, cada vez es menos caro. De hecho, España es el tercer país del mundo donde más ortodoncia invisible se coloca, solo por detrás de Estados Unidos y China. Esto es buenísimo para los pacientes, porque al final tienen mucha más facilidad en cuanto a los precios gracias a la competitividad.
Como te decía, no estoy en contra de los brackets, sigo poniendo muchos. Pero la ortodoncia invisible para mí ha sido una revolución extraordinaria en el mundo de la ortodoncia, tanto para los pacientes como para nosotros, porque también nos reduce el tiempo en la clínica. Con la ortodoncia invisible, vas viendo cómo todo avanza, ya que con los brackets, como te digo, puede que en un momento dado se despegue un bracket o el arco se mueva, y eso produzca un movimiento que no deseas. Con la ortodoncia invisible, esto se detiene.
Personalmente, he podido vivir ambas experiencias, y hasta que no me pusieron los brackets, no sabía lo incómodo que era en comparación con la ortodoncia invisible que uso hoy. La diferencia es abismal.
A mí me encantan los pacientes como tú, Marina, que habéis llevado las dos. Cuando un paciente que no ha llevado nada y se pone ortodoncia invisible me dice: «Ay, doctora, es que tener que quitármelo para comer y lavarme los dientes», yo le miro y pienso: «Tú no sabes lo que es llevar unos brackets». Yo de pequeña llevé el anclaje extraoral, que es el que se pone en los dibujos animados, el casco.
¿Eso se sigue poniendo hoy en día?
No, no. Bueno, a ver, si alguien lo pone, algún odontólogo muy, muy, muy antiguo, sería raro. Gracias a Dios, todo esto ha avanzado una barbaridad. Yo lo he llevado todo. Entonces, cuando alguien se queja mínimamente de algo, digo: «Tú no sabes lo que era la ortodoncia antigua». No tiene nada que ver, porque…
Ortodoncia invisible en niños: rompiendo mitos
Lucía, ¿la ortodoncia invisible se puede poner a cualquier edad y a cualquier paciente, o hay pacientes exentos de este tipo de tratamiento? Me encanta esta pregunta.
Me encanta esta pregunta, Marina, porque la gente piensa que solo se puede poner en adultos, y eso no es así. Se puede poner en niños, y de hecho, se debe poner en niños. El mayor problema que se me presenta en la clínica con los niños es la falta de colaboración. Al final, un niño, por mucho que tú digas, es un niño, y tener que llevar unos «hierros» en la boca es algo duro. Entonces, esto es transparente y a ellos no les supone nada; son muchísimo más colaboradores.
Además, la ortodoncia invisible en niños no solo corrige la estética, sino también las mordidas. El problema de la oclusión, de una mala oclusión, la más frecuente de todas es la que conocemos como Clase II, que es cuando la mandíbula se ha quedado un poquito atrás durante el crecimiento. Con la ortodoncia invisible podemos crear este avance mandibular. Ponemos unas aletas que obligan al niño a morder hacia delante y conseguimos ese crecimiento mandibular que necesitamos para corregir sus huesos y, a la vez, va colocando los dientes. Esto, con brackets, requeriría aparatos auxiliares voluminosos, con un armatoste acrílico dentro de la boca más los brackets. ¡Mira la diferencia!
Otro problema muy grande que me encuentro en mi día a día con los niños es que pueden perder el aparato. Por mucho que les digas «Fulanito, guárdalo en la cajita», la cantidad de madres que me vienen llorando después de haber pagado (porque además estos aparatos se hacen en un laboratorio a medida) porque lo pusieron en una servilleta… ¡Esto es una ley! Aparato en servilleta, aparato que va a la basura, aparato que no se ve. Es una ley, y yo se lo digo a todos mis pacientes: «Prohibido». Hay veces que me dicen: «No me lo llevo, se lo voy a meter un segundo en una servilleta». Digo: «No hagas esto delante mío, por favor. Prohibido». Con la ortodoncia invisible en niños, esto es una gran ventaja, porque si lo pierden, no pasa nada. Tenemos el siguiente. Hacemos un escáner porque tenemos un número de alineadores.
Luego, el tema de la higiene. Hay algo muy importante que no he comentado: con la ortodoncia fija, el acceso a la higiene se dificulta un poco. Entonces, tenemos más tendencia a que se inflamen las encías y a tener más problemas con la higiene oral. Con la ortodoncia invisible, no. Un niño, por mucho que tú le repases y estés detrás, siempre se cepillará peor. Con la ortodoncia invisible se quedan el aparatito, se limpian bien, no se le inflaman tanto las encías y, por lo tanto, los movimientos de ortodoncia se realizan mucho mejor.
Mantenimiento de la ortodoncia invisible y carillas dentales
En cuanto al mantenimiento, Lucía, ¿la ortodoncia invisible requiere algún mantenimiento concreto?
Realmente, en teoría, hay que llevarlo 22 horas. Yo siempre os digo lo mismo: si tienes un evento puntual, una boda, algo en lo que vas a estar todo el rato comiendo, es mejor que estés 6 o 7 horas sin él y luego, en cuanto llegues a casa, te lo pongas. Pero el mantenimiento en sí no tiene nada más que quitarlo obviamente para comer y para lavarte los dientes, lavarte bien los dientes, lavar bien los alineadores, y metértelo en la cajita cuando no lo estés usando, si no, en la boca. No tiene ningún mantenimiento especial, es algo supersencillo, es aplicarlo en tu rutina diaria y no te va a suponer nada.
Como número uno en odontología estética en Madrid, vamos a hablar de las carillas. ¿Qué son las carillas exactamente? Las vemos y escuchamos hablar de ellas todos los días. ¿Están indicadas para cualquier persona, para cualquier paciente?
Las carillas dentales, Marina, efectivamente, están muy de moda, porque al final la estética en general está muy de moda.
¿La sonrisa perfecta, no?
Exacto. Son unas láminas muy finas, como una lentilla, que no es como antiguamente, que te tenían que tallar todo el diente. Muchos pacientes me dicen: «No, es que yo no quiero». Lo de ahora es muchísimo más conservador. Se podrían clasificar en dos tipos: las de porcelana y las de resina compuesta.
¿Y ambas son como si fueran una lentilla?
Sí, efectivamente. A mí, personalmente, me gustan más las de porcelana porque son más resistentes y más duraderas. Es verdad que las de resina requieren un cuidado un poco mayor, porque con el tiempo hay que darles brillo y pueden adquirir manchas si consumes mucho café, vino tinto o té. Sin embargo, la porcelana se mantiene.
¿Duran de por vida o hay que cambiarlas?
A ver, esto es como todo. Si las cuidas, pueden durar de por vida. Realmente, nosotros solemos decir que las de porcelana duran aproximadamente entre 10 y 15 años, y las de resina entre 5 y 7 años. Pero esto es como todo: ¿cuánto te va a durar a ti un diente en tu boca? Hombre, si lo cuidas, te puede durar toda la vida. Si no, puede que lo cuides, pero por lo que sea, tienes peor higiene, tienes caries o alguna enfermedad. No sabes cuánto te va a durar. Pues esto es lo mismo: si las cuidas y haces todas tus revisiones con tu doctor y sigues todos los cuidados (evitar comer chicles, cosas duras, no morder un hielo con carillas puestas), te pueden durar perfectamente toda la vida.
¿Para poner la carilla hay que hacer algo en el diente? ¿Cuál es el procedimiento para la implantación de las carillas?
Esto depende muchísimo. Cada paciente es un mundo, por eso es superimportante hacer un buen estudio. Nosotros realizamos el famoso diseño de sonrisa, donde analizamos absolutamente todo. Obviamente, como te digo, casi siempre intentamos ser lo más conservadores posibles, yo por lo menos, para no tocar nada del diente. Un factor muy importante es que los dientes estén colocados. Muchas veces te dicen: «No, no, yo no quiero ortodoncia, a mí directamente póngame las carillas». Eso es ineludible. Para mí, como ortodoncista y especialista en estética, por supuesto. Te puedes encontrar con algún compañero que diga: «Bueno, no pasa nada, te tallo aquí una endodoncia». Esto sigue pasando, ojo. Yo soy de la escuela de «cuanto más conservador, mejor». Además, con la ortodoncia invisible, te coloco los dientes rápidamente.
Si tú quieres quitarte las carillas en algún momento de tu vida, ¿puedes quitártelas y seguir con tus dientes normales, o una vez que te has puesto carillas, ya no puedes volver a tu dentadura?
Efectivamente, depende de lo que tengas debajo de ese diente. Normalmente, alguien que se pone carillas es muy raro que quiera quitárselas, porque las carillas que hacemos ahora son completamente naturales, como si no llevaras nada. Es muy raro que te digan: «Ah, quítamelas». Me preguntabas antes para qué tipo de pacientes están indicadas. Suelen ser para quienes tienen algún complejo, ya sea por el color (aunque se hayan hecho blanqueamientos, no logran el tono deseado) o por la forma de los dientes (un diente pequeño, por muy sano y bien colocado que esté, no te dará la sonrisa bonita que buscas; eso lo conseguirás con las carillas). También son una solución para dientes fracturados, con desgaste o afectados por el bruxismo. En definitiva, son para pacientes que buscan una estética dental superior. Es muy raro. O sea, te pueden pedir unas que sean más o menos blancas, pero es muy raro que te pidan quitarlas. Es más, casi siempre los pacientes vienen a la consulta y te dicen: «Quiero carillas solo arriba». ¿Qué pasa? Se van con sus carillas arriba, les haces tú su blanqueamiento abajo, se van felices. Y casi siempre vuelven a los dos o tres meses diciendo: «Pónmelas abajo, pónmelas abajo», porque les encanta el resultado y ven mucho contraste entre lo de arriba y lo de abajo.
¿Cómo se elige el color? ¿Hay diferentes colores? ¿Lo elige el paciente o el ortodoncista?
El color es para mí una parte supercomplicada. Tenemos unas guías que se llaman guías Vita donde nosotros los orientamos un poco. Tienes que escuchar al paciente porque hay pacientes que te dicen: «Yo supernatural», o el que te viene diciendo: «No, no, no, a mí pónmelo como una estrella de cine, que brille». Tienes que escuchar al paciente, es superimportante. A mí la prueba del color me gusta hacerla de una manera que no todos los doctores hacen. Normalmente, siempre estás entre dos tonos, por ejemplo, el que tira más a blanquito y el otro. Entonces, el paciente dice: «No sé, porque me da miedo pasarme, pero si ya que lo estoy poniendo, tampoco quiero quedarme corto». Entonces yo les digo: «No te preocupes, ¿entre cuáles estamos? Entre este y este». Les sacas una simulación y les pides una prueba de color. Muchas veces les digo: «Mira, te voy a hacer fotos, te voy a hacer vídeos. Enséñaselo a tu pareja, a tu familia, a tus hermanos para que te comenten y te ayuden a elegir el color». Porque es verdad que al final es algo que vas a llevar ya para siempre en tu boca.
Y es lo que solemos hacer siempre con una base natural y siempre realizando un buen estudio exhaustivo de todo, desde el color de tu piel. Lleva un estudio brutal para saber realmente y luego, como te decía, escuchar la necesidad del paciente. Porque muchas veces tú puedes pensar: «Ok, a esta persona le está preocupando esto, vamos a hacer lo otro», y él te dice: «No, no, es que es esto lo que necesito». Pues tienes que intentar satisfacerle en todo lo que puedas.
Bruxismo: causas, síntomas y tratamiento
Lucía, nos hablabas hace un ratito del bruxismo. ¿Qué es el bruxismo y qué personas o pacientes lo sufren? Y sobre todo, ¿por qué? ¿Cómo sabe una persona o un paciente que está sufriendo esta patología, si podemos llamarlo así?
El bruxismo, Marina, es mucho más común de lo que pensamos; lo tiene aproximadamente un 30% de la población. Es algo completamente involuntario, un reflejo del sistema nervioso central donde apretamos o rechinamos los dientes. Puede ser nocturno, diurno o nocturno y diurno, y no hay nada que podamos hacer para detenerlo.
El problema es que el esmalte, que es la última capa del diente, es el tejido más duro del cuerpo humano. Imagínate cuando estás durmiendo y aprietas, desgastando esmalte contra esmalte. Existen de dos tipos: puede ser de apretar o de rechinar. Los dientes se dañan. Me llegan a la consulta muchos pacientes con los dientes completamente desgastados y les digo: «¿Tienes bruxismo?». Porque claro, por supuesto, esto también conlleva dolores en toda la musculatura facial, en las cervicales; al final tienes una tensión».
Realmente, como te decía, no hay nada que lo pueda parar, pero sí podemos paliar el dolor. Es muy importante ponerse lo que se llama una férula de descarga para dormir. Es una férula más gruesa que la de la ortodoncia invisible, y evita que tus dientes se desgasten, lo cual es superimportante porque te quedas sin dientes. He visto coronas partidas por la mitad, ya se han quedado sin dientes. Y la musculatura facial también se relaja un poco más. Sigues apretando, pero en una posición en la que no sufre tanta tensión.
Luego, hay gente con tantísimo bruxismo que tiene que ir al fisio o al osteópata. Los neuromoduladores también están funcionando de maravilla, ya que paralizan el músculo. Esto, como te decía, también tiene un factor genético y está muy relacionado con el estrés y la ansiedad, que ahora está tan de moda, porque es así, estamos todos sin parar. También está muy relacionado con el consumo de alcohol y cafeína. Reducir estos condicionantes, llevar una dieta equilibrada y ponerse una férula de descarga es realmente lo único que puedes hacer. Y relajarte, saber que lo tienes y protegerte bien los dientes para que no se te desgasten.
Mime: una línea de pijamas y uniformes sanitarios
Entre paciente y paciente, te ha dado tiempo a montar una línea de pijamas y uniformes sanitarios que creo que se llama Mime. ¿Cómo te ha dado tiempo a montar esto? ¿Por qué nace esta idea?
Tiempo no tengo, Marina, pero intento sacarlo como puedo. Mime nace para integrar en el mundo sanitario el respeto por la moda en la uniformidad. He querido romper con los uniformes tradicionales, que, no sé si te habrás fijado, son aburridos, de poliéster puro, todo tieso, con pata de elefante. Para mí eran anti-todo. Iba a las clínicas y decía: «¿Pero por qué tengo que ir así?». Al final, para mí, la imagen es superimportante, la imagen que proyectes a tu paciente, ya sea en una clínica dental, en una clínica estética o en una farmacia.
Esa primera imagen de la persona, efectivamente.
Esa fue un poco la idea por la que nació Mime, y la verdad es que estoy supercontenta. He tenido una superbuena acogida.
El diseño rompe completamente con lo tradicional y lo convencional, pero al final lo que busco es una combinación entre elegancia y comodidad. Porque es verdad que tienes que estar cómodo trabajando, es lo que te vas a poner en tu día a día y es lo que define Mime: elegancia y comodidad. Vas guapo, proyectas una imagen en la que te sientes guapo, no tienes que ir con el «saco de patatas», y encima estás cómodo, porque por supuesto el tejido también es muy bueno. He cuidado muchísimo todos los detalles y la verdad es que está gustando, estoy muy contenta.
La importancia de un buen profesional y la ortodoncia online
Nos va quedando poco tiempo, estamos llegando casi al final de la entrevista, pero me gustaría preguntarte dos cosas más. Una de ellas es, Lucía, la importancia de ir a un buen profesional, de huir de todos los bulos que hoy en día se están viendo por las redes sociales y de todas esas marcas blancas que están apareciendo y que vemos en redes sociales y en canales de internet sobre ortodoncia invisible. Creo que eso es un mensaje que desde aquí debemos dar a la sociedad y a los espectadores: confiar en un buen especialista y no comprar productos sanitarios como ortodoncias invisibles si no hay un profesional detrás.
Efectivamente, es lo que tú has dicho. El gran problema de estas marcas que tuvieron su boom en el año 2015-2016 fue eso: dijeron «Uy, qué fácil, tomamos un escáner, te mandamos los alineadores a casa, tú te llevas tu tratamiento y todos felices». No te puedo explicar, Marina, la cantidad de pacientes que nos han venido a la clínica con las mordidas destrozadas.
La ortodoncia no es solo estética, la ortodoncia es salud, es tu mordida funcional. Este tipo de tratamientos solo alineaban la parte que se veía, por así decirlo, y no había un doctor detrás. Es muy fácil alinear y nivelar los dientes, es lo más fácil del mundo. Lo difícil es saber exactamente los movimientos que tienes que realizar, que la mordida te encaje bien, y la mordida es lo más importante de todo. Lo que te decía: no sabes la cantidad de dientes que han destrozado, dientes que han sacado de la tabla ósea. No puedes mover un diente todo lo que quieras; te lo llevas de la tabla. Nos han venido personas con movilidad porque los dientes los han sacado del hueso.
¿Quizás han llegado peor de lo que estaban antes de ponerse ese tratamiento?
Por supuestísimo. Ellos van porque tienen o sienten que tienen tres dientes mal colocados. A mí me hace muchísima gracia cuando viene un paciente a la consulta y te dice: «Doctora, es que este diente…», señalando un diente. Y tú le estás mirando y piensas: «Pero si es que tienes todo mal menos ese diente». No es que lo tenga mal, pero es que hay mil cosas más que hacer. La ortodoncia es salud, la ortodoncia es la mordida.
Lo que pasa es que volvemos, quizás, a lo que hablábamos hace un rato: la imagen. Y es como que lo que se ve, se vea bien, y lo demás no importa. Pero considero que hay una falta de conocimiento y educación en ese sentido, de cara a la sociedad. Que no solamente es tener lo que se ve bonito, sino lo que influye y cómo te puede perjudicar una mala mordida y una mala salud oral en tu día a día y en tu salud.
La salud oral: más allá de la estética
Por supuestísimo. El que estés mordiendo mal te está desgastando los dientes y te afecta en absolutamente todo. Interfiere en que tengas más dolores musculares. Y como te decía, lo que pasaba con estas marcas es que pusieron publicidad por todas partes. Ahora creo que está en decadencia. Gracias a Dios, pienso que todo el tema legal habrá intervenido, porque tuvieron una falta de ética y una falta de todo, y estoy segura de que deben tener miles de denuncias. Personalmente, las escucho mucho menos y creo que han tenido que cerrar bastantes.
Sin embargo, antes veías publicidad en el metro o en el avión: «ortodoncia invisible por 29€ al mes». Y lo preocupante es que no había un doctor que te estuviese viendo de forma continua. Los que lo hacían un poco mejor, te ponían un doctor que te veía cada tres meses, y encima, cada vez era un doctor diferente.
Yo siempre digo lo mismo: la ortodoncia es como cocinar un cocido. La persona que lo empieza tiene que ser la misma que lo termina. Si una persona lo empieza, otra te ve, luego vuelve a verte otra, y después te lo termina un doctor diferente, es imposible que ese tratamiento vaya bien, porque no hay unos objetivos claros. Es como si tú llegas, le echas un poco de sal, y luego llega otro y dice: «Venga, pues yo le voy a echar más chorizo», y el siguiente: «Pues yo también le voy a echar más chorizo». Tiene que empezarlo y terminarlo la misma persona, y en estos casos no había ningún control. Te llegaban los alineadores a tu casa, te veía de repente una persona, y de verdad, la ortodoncia no es solo alinear y nivelar los dientes. Hay muchísimo más. La parte importante es el trabajo que hay por detrás que hace el ortodoncista en la planificación y el diagnóstico del tratamiento.
Un Referente en la Odontología: El Dr. Gabriel García
Lucía, por último, tenemos que terminar, pero me gustaría que me dijeras a alguien que te gustaría escuchar en este espacio, algún profesional, algún compañero. ¿A quién te gustaría ver o escuchar en Palabras con Salud?
Tengo muchísimos compañeros a los que admiro. Si tuviera que elegir a uno, es alguien a quien estoy superagradecida: el Doctor Gabriel García. Él es muy conocido porque siempre ha sido profesor en la Universidad Complutense. Tuve la grandísima suerte, durante toda la carrera e incluso a día de hoy, de poder ir a verle y estar con él. Le encanta, además, la docencia; es un vocacional puro y duro de este tema. Es todo y está a la vanguardia. Para mí, es un referente sin duda en la odontología.
Bienvenidos a Palabras con Salud. En este nuevo episodio interviene la Dra. Marina Díaz Marsá, presidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental, psiquiatra en el Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid y Directora Médica en la Clínica Sommos. Con ella profundizaremos en el impacto psicológico, la resiliencia, el apoyo social, la recuperación y las estrategias para superar una catástrofe de las dimensiones de la DANA. Palabras con Salud es el videopodcast donde doctores, especialistas y pacientes comparten sus conocimientos y vivencias sobre enfermedades, prevención, bienestar y mucho más. En este canal, te acercamos información médica a través de entrevistas con expertos. Un espacio donde Marina Montiel explora temas clave con profesionales de renombre, ayudando a entender cómo cuidar nuestro cuerpo y mente. Aquí cada palabra cuenta cuando se trata de tu salud. #palabrasconsalud #saludmental #clinicasommos #marinadiazmarsa #psicologia #psiquiatria #DANA #catastrofenatural #SEPSM #entrevista